En un contexto inflacionario la inclusión financiera se vuelve prácticamente un servicio esencial y, desde el lado de las fintechs, poder ofrecer créditos a un segmento cada vez más amplio de la sociedad las distingue por sobre el servicio que viene otorgando el sistema bancario. De esto se habló en la mesa Créditos para la inclusión financiera, que fue parte del Forbes Revolución Fintech Summit.
Los créditos vienen creciendo, sobre todo en este panorama inflacionario que hace que la gente necesite expandir su financiamiento. Actualmente tenemos 320.000 créditos activos, y el ticket promedio viene creciendo, estando por encima de los $30.000, y sigue aumentando, da cuenta Santiago Sánchez, Chief Product Officer de Naranja X.
Coincidentemente, Ezequiel Weisstaub, CEO y Co-Fundador de Credicuotas, también resalta que el mercado de créditos no bancarios viene creciendo. Sobre todo para lo que son los bienes durables. Nosotros somos el principal dador de financiamiento para la compra de motos. Esto es fundamental, porque además los límites de las tarjetas de crédito no están disponibles; antes una persona para comprar una moto combinaba parte del pago con tarjeta de crédito y otra parte con un crédito personal, hoy lo hace todo con este segundo.
Es parte de nuestra responsabilidad histórica abrir los planes de financiamiento a un segmento que no puede acceder a los créditos de los bancos. Para esto desarrollamos un scoring propio, que se basa en variables comportamentales, y así logramos que el último año 100 mil personas de las que no había información por parte del sistema financiero ahora pudieron acceder, añade Sánchez.
Y deja en claro la importancia estos movimientos: 40% de los usuarios de Naranja X están teniendo por su primera experiencia financiera a través de esta fintech.
Para qué se usan
Hoy los usuarios usan los créditos mayormente para un uso discrecional, que es básicamente el consumo diario, dice Pablo Pizzimbono, CEO y Co-Founder de Clave. ¿Esto que significa? Que las personas usan este financiamiento para llegar a fin de mes.
Y agrega: Los usuarios buscan tener rapidez para resolver las compras, y también claridad en las cuotas, saber que hay reglas claras. Si entienden cuál es la tasa la gente enseguida se adapta.
En este sentido, Weisstaub resalta que quien busca un crédito quieren comprar un bien que en cierta manera le va a cambiar la calidad de vida, y también sienten que se están dolarizando, y haciéndolo en un contexto inflacionario.
A su vez, este empresario deja un dato que muestra cómo viene estancándose el mercado, en parte producto de la inflación, y otro tanto por la no actualización de los límites de las tarjetas: Este septiembre se vendió un 15% menos de unidades de motos que en el mismo mes de 2021.
Y acá vuelve a surgir la necesidad de una solución que se adapte a los tiempos de los usuarios. Vimos un crecimiento en el uso del crédito para cubrir un imprevisto, y esto trae la necesidad de que la solución sea inmediata. Esto ayuda al aumento del flujo digital de la operación, afirma Sánchez.
Por eso también desarrollamos la tarjeta de crédito que es 100% virtual, para cubrir el gap que existía de tener que esperar que te llegara el plástico. Entonces, esto genera una relación de confianza con los usuarios, que luego la honran haciendo que venga bajando la tasa de morosidad, resume Sánchez.