Gastón Remy supo cómo hacer historia en medio de la pandemia. Mediante su accionar y liderazgo, marcó un hito. Y es que no es frecuente que más de 30 organizaciones de unan y vayan detrás de un objetivo. Fue eso lo que logró con Seamos Uno, un proyecto que involucró a empresas, instituciones religiosas y organizaciones civiles en pos de distribuir un millón de cajas de alimentos.
El hoy CEO de NuQlea definió aquel hito como "ponerse al hombro a la pandemia".
Para hacerlo, hubo que cambiar de paradigma: "Modificar la mirada y sumergirse a una realidad dolorosa de manera conjunta. Una de las claves fue dejar de lado cualquier ego de las entidades y entender que había una necesidad superior. La solidaridad fue lo que primó".
Al mismo tiempo, se trató de entender que los proyectos con ganas de transformar tienen la fuerza para que la sociedad vaya atrás de ellos. Eso fue lo que sucedió con Seamos Uno. Mediante la comunicación se superaron grietas y prejuicios.
La manera en la que se comunicó este proyecto fue sensacional. Tenía un objetivo claro y, a raíz de eso, se alineaban los compromisos. Lo fundamental fue no personalizarlo: poner el hombro y no figurar por figurar. Y eso se vio en los resultados".
Remy pudo unir dos partes que para muchos son indisolubles: los privados y las organiz
aciones sociales. Seamos Uno hizo de puente entre el mundo privado y la población vulnerable, con el foco puesto en llegar donde el Estado no pudo.
Ante la emergencia, era necesario ir con una asistencia muy directa. El sector privado se terminó de comprometer. Sin embargo, el verdadero aporte que pueden hacer los privados, más allá de la asistencia, es generar un proceso de transformación: incentivar condiciones para romper barreras.
El desafío del sector privado es generar una sociedad más igualitaria.
Esta experiencia lo transformó personal y profesionalmente. Es fundamental abrazar estos temas desde un lugar diferente. El mundo empresarial tiene ganas de generar estos efectos transformadores. Ante una emergencia extraordinaria, la respuesta de los privados también fue extraordinaria, completó.
El fundador de NuQlea reveló algunos detalles de su nuevo proyecto. Estamos creando una gran plataforma digital para la construcción. Proyectamos escalar a todo el país y después ir para América Latina. Esta es una empresa B cuya esencia es el impacto social y la responsabilidad ambiental. Estamos en el proceso de acomodar los planes de negocio a la lógica de triple impacto".
Para finalizar, el CEO se refirió a los obstáculos que existen en la Argentina para construir reputación. Sin dudas, deslizó, la incapacidad de ir por caminos comunes y los sesgos. La falta de empatizar y ponerse en el lugar del otro, de entender de dónde viene. #SeamosUno es un ejemplo en ese sentido.