La industria después de la pandemia
Entre todos los cambios que produjo el Coronavirus, hay uno fundamental: la salud volvió al centro de la agenda. Eso va a dejar mejor infraestructura en salud, pero sobre todo me parece que la gente está entendiendo el rol de la industria farmacéutica innovadora, dijo Nicolás Vaquer, gerente general de Pfizer Argentina. Algunos medicamentos y vacunas cambian el rumbo de la historia y todo esto puso el foco sobre eso, agregó, para destacar lo que él considera uno de los aspectos a destacar de la crisis. Para Cristian Von Schulz-Hausmann, CEO de Merck Argentina, el otro aspecto clave para pensar la industria post COVID-19 es la cooperación: Mientras los países cierran sus fronteras, la ciencia abre sus puertas, afirmó, pero también se tomó el tiempo para poner paños fríos en esta carrera por desarrollar la vacuna: La velocidad no puede comprometer la calidad. La ciencia tiene tiempos más literarios que televisivos, dijo, y pidió responsabilidad. En la misma línea se expresó Juan Carlos Zea Gil, Country Division Head Consumer Health de Bayer, para quien la industria debe encontrar un balance entre la ansiedad por generar una solución y mantener la responsabilidad en garantizar la calidad y los niveles de riesgo/beneficio adecuados. Los tres ejecutivos, a su vez, pusieron el foco en las áreas de la medicina que quedaron tapadas por la ola del Coronavirus: tratamientos oncológicos, cardiológicos y otras enfermedades que también nos deben ocupar.
El sector público
Lo peor que puede transmitir un gobernante es miedo fue la frase más destacada del ministro de Salud porteño, quien mientras hablaba en #ForbesHC se preparaba para el regreso del AMBA a la Fase 1 y admitía que lo peor todavía está por delante. El ministro informó que la capacidad de respuesta del sector público se cuadruplicó para enfrentar la pandemia y destacó el trabajo de rastreo de contagios y contención de la enfermedad en los barrios vulnerables. Esa, sugirió, es la estrategia que debe seguir el país. Para Quirós, la eficacia de la respuesta sanitaria depende del grado de compromiso de la sociedad. Por eso, afirmó, cree más en la propuesta que en la imposición.
Investigación clínica
Tengan en cuenta que para desarrollar un nuevo medicamento se tardan más o menos 10 años, dijo en el comienzo del panel virtual Fernando Giannoni, director de Asuntos Externos de la Cámara Argentina de Especialidades Médicas (CAEME). La urgencia que nos presentó la pandemia hizo que las tareas que de hacían en forma secuencial se hagan de forma paralela. Podríamos tener una vacuna a fin de año, lo cual sería una hazaña de la ciencia, afirmó. Para mí, es inédito ver esto, calibró María Gabriela Pittis, Head de SAM en Takeda para Cono Sur. Específicamente se refería al nivel de colaboración entre competidores, clave para la velocidad. Los líderes mundiales en la producción de plasma, entre los que se encuentra Takeda, se unieron en la Alianza COVID-19 para desarrollar un posible tratamiento. Hay mucho que aprender de esto para futuras pandemias, concluyó Pittis.
Del panel también participó Fernando Goldbaum, director científico de Inmunova y líder del proyecto de suero hiperinmune que ya demostró in vitro que tendría efecto en humanos para tratar el COVID-19, un orgullo para la ciencia argentina. El paso siguiente es la prueba en pacientes, una dimensión central en la investigación clínica. Sobre el tema habló Georgina Sposetti, fundadora de la ONG Un Ensayo Para Mí: Todo lo que nosotros venimos trabajando en muchos años, el COVID-19 lo visibilizó en tres meses, afirmó. Los ensayos clínicos hoy están en televisión, nuestro gran desafío es que esto continúe.
Buscar al virus
El exministro de Salud de la Nación puso énfasis en un aspecto clave para el cumplimiento de la cuarentena: el agotamiento social. Después de 100 días de cuarentena, es un dato que no se puede menospreciar, afirmó. Por eso, entre otras razones, Rubinstein cree que la estrategia debe ser salir a buscar al virus. No necesitamos un Estado niñera, necesitamos un programa de rastreo muchísimo más agresivo. Estoy hablando de 15.000 o 20.000 personas en equipos de trazadores, opinó. Para Rubinstein, antes que al miedo, las autoridades deberían apelar a la responsabilidad: Yo apuesto por el empoderamiento ciudadano, concluyó.
Redes, inteligencia Artificial y Medicina Exponencial
La pandemia nos sorprendió a todos, pero como dijo José Luis Leturia, de Red Hat Latam, la reacción fue rápida: Se entendió que había que compartir data y gestionar en un modelo compartido. Su compañía llevaba años trabajando en eso. A mediados de 2018 se lanzó el proyecto de la Red Nacional de Salud Digital, montada sobre tecnología open source, que ya integró la información de más de 3 millones de pacientes de 24 provincias y es una herramienta clave para enfrentar una crisis sanitaria como la del COVID-19. Los avances tecnológicos están cambiando los paradigmas de la atención médica. Daniel Luna, del Hospital Italiano, puso énfasis en la interoperabilidad y consideró que estamos en camino de la transformación hacia una medicina algorítmica. Eso tiene que llevarse a cabo tanto por médicos como por pacientes de manera conjunta. Para Mauricio Farez, CEO de Entelai, la Inteligencia Artificial ofrece una serie de soluciones que podrían resolver problemas cruciales como los errores de diagnóstico. Así como en su momento los médicos defendían la 'soberanía de la clínica' frente a las imágenes de un resonador, está pasando lo mismo con la IA. En algunos años nadie lo va a discutir, concluyó Farez.
Economía del comportamiento y psicología
Si todavía es difícil calcular las consecuencias económicas de la pandemia, medir el impacto en el ánimo social parece imposible. Tres expertos se abocaron a la titánica tarea durante la segunda jornada de #ForbesHC. Flavio Toxvaerd explicó que el comportamiento social es fundamental para entender la dinámica de contagio y para adoptar medidas para enfrentarla. En el medio, afirmó, estamos esperando demasiado que la ciencia nos dé una respuesta. Y a veces se usó la ciencia para temáticas políticas. Para colmo, como explicó Carlos Startasini, los modelos tienen que asumir un estado dado de la población, pero la gente cambia su comportamiento durante la pandemia. En el desafío clave de lograr que las personas cumplan con las conductas necesarias, las emociones son un factor clave, y Fernando Torrente, de INECO, afirmó que en ocasiones pueden jugar en contra. Y explicó: Bajo conductas fuertes, nuestra conducta puede disparar a cuidarnos o a conductas disfuncionales. El impacto psicológico es, además, variable: Las personas que perciben mayor riesgo asimilaron mejor los cambios de vida. Quienes menos se perciben en riesgo tienen un mayor impacto emocional, precisó.
Telemedicina: el auxilio del médico en la pantalla
Si puede decirse que hay ganadores de la pandemia, uno es la telemedicina. Como explicó Gabriel Barbagallo, presidente de ACTRA y gerente de Relaciones Institucionales de OSDE, de la cantidad de videoconsultas que ofrecíamos, solo un 16% las aceptaba. La pandemia nos puso en el 88% de aceptación. Es que, si bien la medicina a distancia debió superar barreras tecnológicas, las más difíciles de superar son culturales. Por eso Pablo Utrera, cofundador y CEO de la compañía de telemedicina Doc24, insistió en #ForbesHC en que esta herramien- ta de ninguna manera viene a reemplazar a la medicina tradicional sino a enriquecerla. La desconfianza, tanto de los pacientes como de los médicos, quedó en un segundo plano, y de hecho se allanó el camino para el tratamiento de la Ley de Receta Electrónica y Teleasistencia en Salud. El presidente de la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin, describió el proyecto a su turno y aseveró que fue la pandemia la que permitió poner los cambios de normativa en agenda.
La tecnología estaba preparada, dijo Daniel Sacks, líder de Ventas para Avaya Latam, quien relató el monta- je de un hospital tecnológico en la mismísima Wuhan, donde la compañía proveyó la infraestructura tecnológica para garantizar la teleasistencia en momentos críticos. Uno de los desafíos principales es cómo administrar información tan sensible, añadió Sacks, pero estimó que los avances en sectores como el bancario garantizan la seguridad. Las bondades de la telemedicina las defendió vehementemente Silvia Fernández Barrio, la periodista que hoy preside la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis. Al principio la pandemia fue terror para los enfermos crónicos, afirmó. Pero yo tuve un brote muy importante durante y pude consultar a mi dermatólogo, todo gracias a la telemedicina.
Aunque los prejuicios y las costumbres siguen allí, Pablo Utrera cree que la percepción sobre esta nueva modalidad cambió radicalmente, tanto en pacientes como en la comunidad médica. Tenemos miedo de enfrentar a una cámara y que no se resuelva la consulta médica, agregó Barbagallo. Pero ya superamos el miedo a que ingrese un médico en nuestro domicilio o a la rece- ta electrónica. La sociedad va a superar este miedo también.