Más allá de la crisis importada, producto de la guerra y dos años de pandemia, la economía argentina tiene sus propios problemas con dinámicas particulares. Al respecto se refirió el ex viceministro de Economía y titular de la Consultora PxQ, Emmanuel Álvarez Agis.
“La actividad crece, pero la gente no lo siente en sus bolsillos”, dijo en forma categórica. “La Argentina volvió a niveles de actividades parecidos a los del 2018 o del 2013, pero con un poder adquisitivo un 20% más bajo. La torta está distribuida de manera distinta y esto se agudiza cuando la inflación es en alimentos. Hubo crecimiento, pero el hombre de la calle no lo siente”.
Sobre la inflación, el economista señala que es un problema crónico y que en los últimos años fue subiendo el piso. “Veníamos de un piso del 25% cuando la cosa andaba bien y del 35% cuando andaba mal, después pasamos al rango 35% - 50%, y ahora se consolidó ese 50%. Ahora lo golpea un shock externo muy sensible en alimentos y energía”.
Ante esta situación plantea evitar un nuevo espiral inflacionario que siga deteriorando ingresos . "Lo que debemos hacer ahora es no entrar en una nueva inercia. Es posible que esta inflación sea conyuntural y que esos precios se reviertan. No podemos indexar todo con el precio del trigo a u$s 400 porque la Argentina corre el riesgo de seguir de largo. Hay que ponerle un piso al salario real y la paritaria no puede hacer ese trabajo”.
Bono o paritaria
Una solución de corto plazo a este contexto de aceleración de la inflación, sostiene, es el de una suma fija. “La gente gasta la mitad de su salario en comida, habría que calibrar una suma fija que le ajuste al que gana menos e impacte menos sobre el que más gana”.
Respecto de la paritaria, Álvarez Agis plantea que si sigue cayendo el salario se corre el riesgo de perder el crecimiento. “Si en tres meses cae 5% el salario, se corre el peligro que la crisis haga que las empresas no acepten paritarias a la suba porque ya no crecen".
En este sentido plantea que la Argentina tiene un problema con el corto plazo. “Hoy el inversor tiene que pensar al revés de como pensaba Keynes. Él decía que si no se resuelve el corto plazo en el largo estamos todos muertos. Hoy es al revés. Con estos niveles de aumentos en energía y alimentos en el corto plazo estamos todos muertos.
Acuerdo con el FMI
El ex ministro piensa que el acuerdo con el FMI es un puente que debe seguir en construcción. “En esta situación social y política era muy difícil encontrar apoyo financiero para financiar un giro de 180 grados. Y el FMI aprendió sobre su error en el crédito de 2018, cuando pensaba que en la Argentina había una crisis de confianza. El verdadero problema, entonces, es si el plan va a en la dirección correcta y si demostramos al mundo que durante más de un gobierno podemos mantener la misma dirección económica. De esa manera el mundo va a empezar a ayudar. Si se cumple, si se suben las tarifas como se prometió y tiene un déficit fiscal menor y más reservas, daría una sorpresa”.
¿Ministro?
Ante la pregunta de si se ve como ministro, el economista dijo que la primera condición para que lo llamen es que “el presidente sepa qué pienso. El problema de este país no es tener un ministro carismático, que caiga mal o bien”.
“Creo que hay que atacar la brecha cambiaria y fortalecer las reservas en el BCRA. Sin eso no se puede. La estabilidad te la dan los dólares. Lo segundo es atacar con todo a la inflación. Hay que evitar una aceleración que llegue a zonas peligrosas”.