Pablo Carretino, CEO de Interbanking; Leandro Cazorla, CEO del Grupo Adecco para Argentina & Uruguay; y Claudio Cunha, Country Manager de Enel Argentina, conversaron sobre cómo se gestiona el talento al interior de las organizaciones.
Para comenzar, Cazorla menciona tres temas que hoy resumen las prioridades que tienen que ver con el talento en las organizaciones. El primero, dijo, “es la rotación, una preocupación no solo de las áreas de recursos humanos, sino de quienes dirigen la empresa, sobre todo influenciada por la flexibilidad que exigen los empleados”.
Según describe, “nos encontramos en un momento postpandemia, en el que las empresas están tratando de que los colaboradores vuelvan a los espacios de trabajo, y se genera una puja porque los empleados exigen flexibilidad y comienzan a surgir conceptos y discusiones a nivel global como la reducción de la jornada o la semana laboral”.
Desde su mirada, esto lo que muestra es la necesidad de los trabajadores de balancear la vida laboral y personal, y cómo las compañías abordan esos temas ofreciendo variables que sean económicamente rentables para las compañías. Por eso mismo, “hoy las empresas competimos por el talento no solo a través del salario, sino a través de otros beneficios como la flexibilidad”.
El segundo punto es el propósito organizacional como factor de retención y de captación de talento. “En general, se atrae a quienes comulgan con tu propósito sobre todo si es ambiental y social”, menciona el vocero. Y finalmente, Cazorla habla del concepto de aprendizaje continuo como herramienta de formación para los empleados y que ayuda a ser más atractivos para algunas personas ante un contexto cambiante. “Esto genera una cultura mucho más desafiante y positiva para el potencial candidato”, agrega.
“La nuestra es una industria que siempre estuvo atrasada en la transformación”, plantea por su lado Carretino, de Interbanking. “Con la irrupción de las Fintech entendimos que el mundo nos exige cambiar y generar una nueva propuesta de valor”.
“En nuestra empresa el 70% de nuestros colaboradores son tecnológicos”, agregó. “Eso hace que la discusión sobre el trabajo híbrido no sea tal. Y no hace menos productivos a los colaboradores trabajar en ese formato”. La empresa comenzó a desarrollar lo que llama “experiencia de los colaboradores”, escuchando y entendiendo sus necesidades donde cada persona decide cómo trabajar, y generando así “un circuito positivo” que vuelve más atractiva a la compañía.
Cuhna hace hincapié en la diversidad que caracteriza a la estructura de la compañía y cómo esa diversidad se gestiona. “Tenemos 3500 empleados y solo 15% son mujeres. Es una industria históricamente machista, en posiciones de liderazgo y técnicas, predominaron siempre los hombres”, detalla.
Como respuesta a ello, la empresa se ha propuesto generar programas de incentivo para que haya cada vez más mujeres cubriendo sobre todo espacios técnicos. “Hemos estado muy enfocados en temas de equidad, inclusión y diversidad, y hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer”, manifiesta y trae como ejemplo el hecho de que hoy un empleado puede elegir su género.
En la misma línea, el ejecutivo de Adeco sentencia: “Hoy no es negociable para la sociedad el tema de la inclusión”. Aunque aclara que los estadios de las distintas industrias y empresas pueden ser distintos. Comparte también que en Adecco trabajan definiendo varios colectivos vulnerables para generar inserción en el empleo como lo son el “colectivo joven, senior, el de la discapacidad y género, que es transversal”.
Luego, Carretino se refiere al rol del líder para gestionar el cambio que atraviesa el mercado laboral y motivar a sus colaboradores. “Una empresa con buenos líderes es una empresa que va a triunfar”, asegura. “Hay que hacer y ser. Te tienen que ver activo, involucrado. El líder se tiene que involucrar en la gestión y desarrollar un mindset digital con ciertas habilidades que inspiren a los colaboradores”.
Por último, el responsable de Enel, dice que “el líder debe contener a sus colaboradores”. Para graficar eso, comenta que la empresa atraviesa un momento luego de la decisión de retirarse del país, y ha decidido invertir para contener y acompañar a las personas. “Es clave invertir en que las personas estén mejor”, plantea. “Las palabras seducen, pero el ejemplo arrasa, si no somos coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, no se llega a buenos resultados. Esa cultura trasciende a la organización, llega a los clientes, tiene otro impacto”, concluye.