El futuro del trabajo no se construye con tecnología solamente, sino con una visión estratégica del talento, con liderazgos empáticos, con cultura de aprendizaje y con estructuras flexibles. Las herramientas pueden acelerar procesos, pero son las personas las que hacen posible la transformación.

En el marco de la primera edición del Forbes Future of Work Summit, el panel titulado "El próximo capítulo: liderazgo y talento en la era de la IA" reunió a referentes del talento humano, la transformación cultural y la estrategia organizacional. Pablo Granado (PwC), María Constanza Quiñones (SAP), Verónica Rodríguez Bargiela (Aeropuertos Argentina), Alejandro Servide (Randstad) y Florencia Tiscornia (YPF) abordaron con profundidad y mirada crítica cómo la inteligencia artificial está redefiniendo el trabajo, las competencias necesarias y el rol de las personas en las organizaciones del presente.
Uno de los puntos en los que hubo coincidencia inmediata fue en que la inteligencia artificial ya no es una promesa futura, sino una realidad que está transformando el trabajo en múltiples niveles. "No sólo creo que puede cambiar la forma de trabajo en nuestra industria: ya la está cambiando claramente", afirmó Florencia Tiscornia, vicepresidenta de Personas y Cultura de YPF. En una empresa atravesada por procesos complejos, detalló que la IA ya se integra en áreas como la exploración y gestión de yacimientos, la programación logística, la operación remota y el mantenimiento predictivo. "Esto acelera la toma de decisiones y cambia las tareas como las conocíamos. Hay que acompañar a las personas para que desarrollen nuevas capacidades", señaló.

Tiscornia explicó que el desafío está en cómo adaptar a una fuerza laboral técnica al nuevo entorno digital sin perder el foco en el conocimiento experto. "Creamos Academias para trabajar capacidades digitales clave: gestión del cambio, análisis de datos, toma de decisiones, innovación, proyectos. Esas habilidades transversales son fundamentales para maximizar el potencial de la IA", agregó.
Desde el sector de la consultoría, Pablo Granado, managing director de Human Capital de PwC Argentina, coincidió en que el foco está en compatibilizar el talento humano con las nuevas tecnologías. Bajo el concepto de nueva ecuación, explicó cómo la compañía trabaja en una estrategia transversal de adopción tecnológica sin perder el protagonismo de las personas. "La inteligencia artificial vino a complementar, no a reemplazar el trabajo humano", afirmó. "Estamos creando laboratorios digitales y digital elevators, donde los equipos experimentan cómo automatizar tareas repetitivas y optimizar procesos con nuevas herramientas".

Para Granado, el centro de esta transformación está en la alfabetización digital y en la necesidad de mantener vivas las capacidades humanas: "Es clave tener pensamiento crítico, agilidad, pero también reforzar el relacionamiento humano y el trabajo en equipo. La tecnología no puede desplazar lo que nos hace únicos como personas".
En la misma línea, Alejandro Servide, director de Professional Talent Solutions en Randstad Argentina y Chile, expuso cómo ha evolucionado la demanda de talento en las empresas. "Hoy las organizaciones necesitan perfiles que combinen competencias duras, blandas y digitales", indicó. En este contexto, la IA representa una oportunidad para eliminar tareas rutinarias y liberar a las personas para enfocarse en actividades de mayor valor agregado: "La IA puede reemplazar tareas, no personas. Optimiza el tiempo y permite que el trabajo tenga más propósito".

Servide destacó que incluso los procesos de selección están atravesados por la inteligencia artificial, lo que obliga a repensar cómo los candidatos presentan su experiencia. "Hoy un buen currículum tiene que hablarle también a los algoritmos. Elreskilling incluye aprender a ser visibles para las herramientas que filtran talento. Ahí se produce el verdadero win-win entre personas y tecnología", explicó.
La formación continua y la movilidad interna también fueron temas clave en la agenda del panel. Desde SAP, María Constanza Quiñones, People & Culture Head para la Región Sur de Latinoamérica, subrayó cómo la tecnología puede potenciar el desarrollo profesional si se combina con un liderazgo transformador. "El rol del líder ya no es sólo gestionar resultados, sino también ser mentor y coach. Tiene que generar clima, facilitar el aprendizaje y acompañar el crecimiento de su equipo", afirmó.

Quiñones explicó que SAP trabaja con talent marketplaces, plataformas que permiten a los colaboradores postularse a proyectos en otras áreas para desarrollar habilidades nuevas. "Es una forma concreta de gestionar una organización basada en habilidades, con impacto directo en la productividad y la motivación", aseguró. Para la ejecutiva, la inteligencia artificial facilita esta asignación dinámica de recursos y ayuda a las organizaciones a evitar contrataciones innecesarias, apostando al desarrollo interno.
Verónica Rodríguez Bargiela, directora de Recursos Humanos y Estrategia de Aeropuertos Argentina, presentó un enfoque sistémico para acelerar la adopción tecnológica dentro de una industria altamente regulada y operativamente compleja. "Pusimos en marcha una misión global llamada AI Ready. Un equipo interdisciplinario trabajó en conjunto para diagnosticar niveles de madurez y definir planes específicos para cada unidad de negocio", explicó.

Rodríguez Bargiela detalló que la compañía diseñó una academia de datos y programas de alfabetización en inteligencia artificial, y que realizó un mapeo detallado de roles y habilidades en toda la organización. "Creamos mapas de calor para identificar brechas de formación y desarrollar planes personalizados de capacitación. También impulsamos la movilidad interna con un talent marketplace global", afirmó. Un punto central de su exposición fue el trabajo con el talento joven, para lo cual Aeropuertos Argentina reemplazó el tradicional programa de jóvenes profesionales por una incubadora de talento. "Diseñamos recorridos personalizados para cada participante. Ya vamos por la tercera camada, y el 33% de los egresados de la primera ya ocupan posiciones de liderazgo", destacó.
A lo largo del panel, los cinco referentes coincidieron en que la velocidad de adopción de la inteligencia artificial impone un nuevo modelo de liderazgo y una nueva arquitectura del talento. Si bien las herramientas tecnológicas son clave para ganar eficiencia, lo que define el éxito es la capacidad de las organizaciones para desarrollar, atraer y fidelizar personas capaces de aprender constantemente y de liderar el cambio desde adentro.
"La tecnología ya está instalada. El gran desafío ahora es cultural, humano y organizacional", concluyó Granado.
"La inteligencia artificial no es el fin, es el medio. El talento sigue siendo el motor que define hacia dónde vamos", sintetizó Servide. Así, el próximo capítulo no será escrito solo por algoritmos, sino por líderes y equipos capaces de conectar innovación con propósito.