En el cierre de la cuarta edición del Forbes Commex Summit, que se llevó a cabo en el Auditorio Siglo 21 de la ciudad de Córdoba, Virginia Porcella conversó con José Alberto Bekinschtein, director de Comercio Internacional de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI).
“Hay muchos mitos sobre la Argentina. Que es un país cerrado, o que todo lo que viene de afuera es mejor”, sostuvo Bekinschtein y señaló a su propio apellido como prueba de que “esta es una sociedad abierta con una enorme diversidad”.
“La Argentina tiene uno de los complejos agroindustriales y agroexportadores más importantes del mundo".
Alrededor de la zona de Rosario, se conformó un núcleo de recursos naturales, humanos e infraestructura portuaria que hay que aprovechar para expandir a otras producciones y servicios”, sostuvo.
Al analizar el actual escenario para las exportaciones argentinas, el funcionario señaló: “Suponiendo que no vamos a un escenario de Tercera Guerra Mundial, las condiciones para la Argentina son favorables. Y esto se ve reflejando en inversiones en minería por u$s 7 mil millones el año pasado, superando los niveles pre pandemia. Argentina se ubica en el primer lugar en América latina como receptor de inversiones en energías convencionales y renovables”, destacó.
“Más allá de la inflación que estamos viviendo, la economía globalizada le ha dado gran importancia a los flujos financieros. Pero al mismo tiempo tenemos una estructura productiva que se ha recuperado, y pese a todo logramos disponer de un sector industrial, como fuente de trabajo, tecnología, know how y una organización social y política alrededor de eso”, afirmó el director de la AAICI.
En cuanto a las empresas exportadoras “Pasamos de 15.000 a 9.000 empresas exportadoras, 7 mil de ellas pymes. En 2021 hubo un punto de inflexión, con unas 8 mil pymes exportadoras, que estaban exportando más de u$s 10.000 millones”, destacó y apuntó que “Como continuadora de la Fundación Exportar, en la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior, brindamos información muy específica e inteligencia comercial a pymes que no tienen acceso a ella”.
En cuanto a las nuevas reglas y requisitos del comercio exterior, Bekinschtein sostuvo: “Tenemos desafíos en la infraestructura y la logística. La idea de que costaba más llegar de Mendoza al puerto (de Buenos Aires), que del puerto a China, cambió para mal, porque los costos del transporte de ultramar se multiplicaron por cinco”.
“El problema es que no podemos acceder a la disponibilidad de barcos y bodegas”, señaló el funcionario. “No tenemos capacidad ni control sobre los fletes internacionales. El otro gran desafío es ir un eslabón más allá de los productos primarios y diferenciar los productos que exportamos ”, concluyó Bekinschtein.