Gerardo Azcuy de Azcuy tomó la palabra para remarcar que su empresa tiene como primer objetivo ser sólida. "Tenemos una compañía de Real Estate integrada. Desde la compra del terreno, la proyección, la construcción, venta y posventa. Tener una empresa sólida es el principio del bienestar, dar tranquilidad de que el dinero va a estar bien utilizado. Luego trabajar con todas las cuestiones que tienen que ver con el triple impacto".
Otro tema central, planteó, es el de trabajar en forma integral. "Hacíamos acciones sueltas, como contar con cerramientos sustentables, pero nos dimos cuenta que no era suficiente, ahora estamos por medir la huella de carbono de uno de nuestros edificios. Y, por ejemplo, más allá de las terrazas verdes o vegetación en el edificio hicimos una acción de plantar árboles en cinco cuadras de un barrio".
El empresario también contó la experiencia de alianza con el museo de arte MOMA. "Hicimos una experiencia de alianza con el MOMA que implica poner en cada edificio una obra de arte. Algo que funciona como un activador de cambios culturales y sociales. En un caso una obra tiene una compostera para que los vecinos puedan poner sus residuos orgánicos".
Gastón Remy de Nuqlea, contó el trabajo de esta plataforma digital dedicada a la construcción y el hábitat. "Para nosotros no sólo la tecnología juega un rol importante, sino las sinergias entre fabricantes, constructoras y desarrolladores y en el momento en que se sientan a la mesa, sectores como la logística, el tercer sector".
La sustentabilidad en todo esto es fundamental, señala, "promovemos el sentido de comunidad, con la idea de romper paradigmas y que lo que hacemos sea medible. Tenemos un concepto de ecosistema y vemos cómo podemos sinergizar y multiplicar esfuerzos. En todo esto, la transparencia de la información es fundamental para unir el esfuerzo de desarrolladores y fabricantes. En el mundo lineal cuesta que la información llegue al usuario, en el mundo circular todo se da más fluido"
Y señaló que "se acabó el mundo en el que cada uno juega sus cartas, el consumidor del presente es exigente. Me parece maravilloso el cambio cultural en el que el pensamiento sea más sistémico".
Damián Manusovich, de MMCV, puso el foco en el trabajo que pueda ofrecer soluciones que mejoren la vida de quienes compran sus desarrollos. "Hoy lo que nos llama la atención es cuál es el programa del lugar donde vamos a intervenir y ya no tanto la tipología. Nos dimos cuenta que también era nuestra responsabilidad ir más allá de entregar la vivienda. Hoy tenemos dos áreas, una es el Real Estate y el segundo es el Retail. Realizamos una mixtura necesaria, porque la sustentabilidad también tiene que ver con el bienestar dela gente. Que accedan a algo que les permita vivir mejor".
Y propuso que la tarea del desarrollador incluya alguna responsabilidad, "porque al final de todo el producto que realizamos tiene un efecto transformador sobre el espacio en el que trabajamos".
Y destacó que su empresa "tiene ganas de ser parte de la solución, no sólo poner un arbolado, sino también empezar a encontrarnos entre el Estado y los desarrolladores, tener una mirada compartida".
Jorge O´Reilly, de EIDICO, se refirió a la visión innovadora que los mueve. "Las familias jóvenes que son nuestros clientes nos exigen la sustentabilidad. Y entendemos que el efecto que tengan nuestros barrios sea positivo para nuestros clientes. Eso nos garantiza la tranquilidad".
Con el ánimo de ver el vaso medio lleno, dijo también que si hay algo interesante en el país "es que está todo por hacer. Somos gente que hace que lo que nos gusta hacer y nos parece que hace falta. Les acercamos a nuestra gente soluciones".
Se refirió, además a seguridad en los barrios cerrados. Estamos equivocados en como lo vemos. Es absurdo que los barrios se conviertan en puestos limítrofes de países en guerra. Eso no ayuda en el impacto social que debemos tener, complica la sociabilidad".
Finalmente, Alejandro Reyser, de Red, puso el foco en el cliente. "Nos gusta mucho analizar cuáles son las necesidades y demandas de quienes van a comprar. Vemos una tendencia mundial, donde cada vez más la propia gente define como tiene que ser el departamento o la casa. Hemos seguido a arquitectos y desarrolladores a nivel mundial y cada vez hay menos proyectos enlatados y se escucha e involucra al comprador tanto en el diseño final como en sus edificios".
"Estamos desarrollando un proyecto chico, pero muy lindo en el que el cliente puede hacer las modificaciones que quiera".