La minería es un pilar fundamental para el crecimiento económico de Argentina, que tiene un enorme potencial para convertirse en un líder global en la producción de minerales estratégicos. Con proyectos de gran escala como Diablillos y Josemaría en marcha, y con el apoyo de marcos normativos como el RIGI, está bien posicionada para aprovechar la creciente demanda global de minerales esenciales para la transición energética.
Sin embargo, el camino hacia el desarrollo pleno de este potencial requerirá de inversiones continuas en infraestructura, un entorno regulatorio estable y un compromiso constante con las comunidades locales.
El 21 de agosto de 2024, Forbes Argentina celebró la primera edición de su Minería Summit, un evento que reunió a líderes de la industria minera y a funcionarios públicos para debatir los desafíos y oportunidades que enfrenta Argentina en el desarrollo de su sector minero.
En el panel titulado "Oro, cobre y plata: los desafíos de la minería metalífera", Manuel Benítez, Senior VP Public Affairs de Abra Silver Corp, y Alfredo Vitaller, VP de Asuntos Corporativos del Proyecto Josemaría, discutieron los retos específicos que enfrenta la minería metalífera en Argentina. Este panel abordó temas como la sostenibilidad, las regulaciones medioambientales, y las oportunidades de crecimiento en la extracción de estos metales preciosos, que son esenciales para la transición hacia una economía más verde y electrificada.
Benítez comenzó describiendo los proyectos en los que está involucrada Abra Silver Corp en Argentina. "Es una compañía con base en Canadá que cotiza en la Bolsa de Canadá y que tiene dos proyectos en Argentina: uno en San Juan y nuestro proyecto estrella, Diablillos, en Salta. Este último proyecto, ubicado en la frontera con Catamarca, es un yacimiento polimetálico de oro y plata que ha mostrado resultados muy prometedores: "Hemos tenido nuestra prefactibilidad en marzo de este año, y los números nos entusiasman a nosotros y a todos los accionistas.
Aclaró que con la compañía "tenemos una política muy cercana con las comunidades, que son los stakeholders nuevos en lo que es el mundo minero". Según él, este enfoque ha permitido que el proyecto reciba el apoyo y la defensa de las comunidades de Salta y Catamarca.
Por su parte, Vitaller se centró en el Proyecto Josemaría, un pórfido de cobre y oro en San Juan que está en una etapa avanzada de desarrollo. "Josemaría es un proyecto muy importante porque hoy en día no hay producción de cobre en Argentina" explicó. Este metal, crucial para la electrificación y la sostenibilidad, enfrenta un déficit de producción a nivel mundial. "El cobre es un mineral crítico; se consume más de lo que se produce, y ese déficit va a aumentar hacia el 2035", alertó.
El Proyecto Josemaría está posicionado para ser el primero en comenzar la producción de cobre en el país, lo que según Vitaller, "va a ser algo que muy velozmente se va a vender, ya que no tiene que salir a ganar un mercado". Además, el proyecto podría marcar el camino para el desarrollo de un portafolio de cobre en Argentina.
Como en otros paneles a lo largo de la jornada, un tema recurrente fue la implementación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ha sido un catalizador para acelerar las decisiones de inversión en el sector minero. "El RIGI aceleró las decisiones de los inversores muy importantes", afirmó Benítez. "Además, consolidó la confianza y la seguridad jurídica, lo cual es fundamental para proyectos que tienen largo tiempo de desarrollo.
Este marco normativo ha sido clave para atraer nuevas inversiones tanto del exterior como de Argentina. "Nos causó mucha alegría que una empresa muy importante argentina haya invertido en Abra Silver", comentó.
Otro aspecto crítico es la infraestructura necesaria para el desarrollo minero. Vitaller destacó que la construcción de caminos y líneas de alta tensión es esencial no sólo para los proyectos mineros, sino también para el desarrollo regional. "Nosotros en San Juan vamos a construir un camino de 250 kilómetros y una línea de alta tensión de otros 250 kilómetros para acceder al proyecto", explicó. Este tipo de inversiones no solo beneficiará al proyecto minero, sino que también abrirá oportunidades para el desarrollo de energía solar y el turismo en la región.
Benítez coincidió, y señaló que "la minería es un acelerador de la infraestructura que queda para el país". Según él, la inversión en infraestructura no solo facilita la operación de los proyectos mineros, sino que también genera beneficios a largo plazo para las comunidades locales, como el desarrollo de pymes y la creación de empleos.
A pesar del optimismo, ambos expertos reconocieron los desafíos que enfrenta la minería en Argentina. Vitaller mencionó que, aunque el proyecto Josemaría está en una fase avanzada, aún quedan procesos por completar antes de que pueda comenzar la construcción: "Esto es un proceso que va a arrancar, pero que no es inmediato. Las autoridades tienen que entender que hay un proceso para llevar esto adelante.
Ambos hicieron hincapié en la necesidad de mantener la seguridad jurídica y la estabilidad normativa para atraer y retener inversiones en el largo plazo: "Las leyes que dieron nacimiento a la gran minería en la década del 90, como la Ley 24.196, son consolidadas con el RIGI, lo que permite la confianza de que alguien venga a invertir miles de millones de dólares en un proyecto.
Son procesos muy lentos y que tienen que madurar. Por lo que hay que ser consecuente con el mantenimiento de las reglas, concluyó Benítez.