Durante el día de hoy se llevó a cabo una nueva edición del Forbes Talk Decision Makers, by TANDEM. Una de las charlas tuvo como protagonista a Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía (2002), Profesor Emérito de Psicología & Public Affairs en la Universidad de Princeton y autor de libros como Pensar rápido, pensar despacio y Noise. “Es muy probable que los sistemas de inteligencia artificial superen a las personas a la hora de tomar decisiones”, aseguró el experto.
“Actualmente estoy trabajando en algunos problemas para entender por qué muchas personas, que podríamos considerar inteligentes, cometen errores”, indicó Kahneman sobre su trabajo actual. Y agregó al respecto: “Resulta que hay una tendencia al pensamiento impulsivo y muchas personas todavía son muy supersticiosas, impacientes y escépticas de la ciencia. Estoy trabajando con un grupo para llegar a conclusiones al respecto y creemos que llegaremos a buenos resultados”.
En esa línea, el ganador del Premio Nobel en 2002 indicó que la toma de decisiones en empresas y organizaciones suele ser muy compleja. “Es importante entender que los procesos no son sencillos. Siempre hay entusiastas pero tambièn pesimistas que suelen sumar dudas. Pero a esos hay que protegerlos también porque es parte de la cultura de tomar decisiones”, explicó durante el Forbes Talk Decision Makers, by TANDEM.
Para complejizar aún más el tema, Kahneman se preguntó sobre el origen de las creencias. “La gente intenta dar explicaciones sobre sus creencias pero la realidad es que los argumentos no son la causa de nuestras creencias sino que creemos en algo porque otra persona lo hace. Y una vez que creemos en algo, recién ahí desarrollamos argumentos”, aseguró y recalcó que al final es más importante entender en quién creen las personas y no en qué creen.
Además, el experto aseguró que no hay una respuesta simple para explicar cómo un líder genera confianza a la hora de tomar decisiones. “Es necesario que los líderes sean confiables para que la organización funcione pero también es importante que se permitan ser cuestionados y que admitan sus errores”, indicó. Y sumó: “Ahora bien, cuando se toma una decisión, la misma debe ser ejecutada. Entonces debe haber un balance entre disciplina y libertad”.
Para finalizar sobre este tópico, el ganador del Premio Nobel en 2002 dio algunos consejos para empresas a la hora de tomar decisiones. “Hay que generar una buena cultura al respecto. Que haya confianza pero también la posibilidad de equivocarse y que eso no genere castigos porque así solo se logra que los empleados sean más conservadores y no tomen riesgos. Por otro lado, es importante que haya roles pero también libertad de expresión para que surjan nuevas opiniones”, concluyó Kahneman.
Esta última parte estuvo especialmente dirigida a corporaciones financieras donde se toman decisiones constantes y muchas veces pueden ser erróneas. “Uno puede decidir teniendo la mejor información pero eso no garantiza certezas. Si ocurre eso, no hay que caerle a la persona que llevó la idea”, finalizó.
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La inteligencia artificial toma decisiones
Otro de los puntos abordados durante la charla de Daniel Kahneman en la Forbes Talk Decision Makers, by TANDEM fue el desarrollo de inteligencia artificial para tomar decisiones. En esa línea, el experto aseguró que la velocidad de los avances en este campo son cada vez más mayores. “Lo que vemos hoy será muy distinto a lo que pase en el futuro cercano. Por ahora, la mayor parte de las decisiones son tomadas por personas y eso continuará por un tiempo pero va a cambiar”, aseguró el ganador del Premio Nobel.
En su opinión, los algoritmos de inteligencia artificial son cada vez más precisos para tomar decisiones relacionadas a viajar al espacio, aterrizar aviones e incluso detectar algunas enfermedades como cáncer. “La inteligencia artificial es casi tan buena como las personas y en poco tiempo será mejor”, indicó al respecto.
Además, Kahneman no quiso predecir cómo tomarán los líderes de las corporaciones la inserción de la inteligencia artificial. “En este momento, todavía se cree mucho en la intuición y en la capacidad para saber qué ocurrirá en el futuro. Pero cuando hay una competencia con la inteligencia artificial, importa mucho la calidad de las decisiones. No sé cómo se lidiará con eso”, explicó el profesor de psicología.
En ese sentido, el ganador del Premio Nobel aseguró que posiblemente los sistemas de inteligencia artifical también tendrán data que les permitirá equilibrar la toma de decisiones con cuestiones emocionales. “En los próximos 10 o 15 años es bastante probable que los algoritmos puedan leer e interpretar este tipo de información”, comentó. Y sumó para finalizar: “Yo no soy economista pero creo que la economía cada vez se acerca más a otras disciplinas como la psicología y la sociología. El área de neuroeconomía está creciendo con fuerza y hay mucha gente muy talentosa trabajando en desarrollos que seguramente serán muy interesantes”.
