La agenda de la transición energética con la acelerada consolidación global de las energías renovables y la electromovilidad reservan un rol protagónico a la minería de una canasta de metales y minerales estratégicos para las próximas décadas. La Argentina se asoma a ese futuro de la mano de la creciente producción de litio en las provincias del Noroeste, mientras que el cobre tiene una cartera de proyectos listos para su puesta en marcha en mejores condiciones macroeconómicas.
En una nueva edición del Forbes Energy Summit, Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (Caem), Roberto Castellino; Head of Natural Resources en Santander; y José Ignacio Costa, Director de Asuntos Corporativos en Livent, analizaron los escenarios de corto y mediano plazo para esta industria que quiere dejar atrás ser el eterno potencial para convertirse en una realidad transformadora de la economía local, y buscar su lugar para abastecer a la demanda internacional.
En la apertura de la charla, Cacciola reseñó que “la minería no necesita muchas cosas para su desarrollo”. En primer término, priorizó el respeto irrestricto de la ley de inversiones mineras, “una muy buena norma que no ha sido respetada”; luego un tipo de cambio competitivo con “un dólar que no desaliente la inversión” y también tener disponibilidad de importación de insumos, repuestos y equipos para operar. La minería metalífera que exporta tiene una relación de balanza de divisas de 11 dólares que ingresan por cada 1 que se utiliza para importaciones.
De la misma manera, el titular de CAEM agregó que la aspiración al mediano plazo, es “que desaparezcan las retenciones”, con un programa dedicado a ir disminuyéndolas progresivamente porque es “un factor que juega en contra de la competitividad”.
Puntualmente, en la industria del litio, en la que Livent es la operadora más antigua del país con sus operaciones en la provincia de Catamarca, Costa consideró que en los últimos cuatro años “se logró un debate maduro” que hoy permite entender mucho mejor el rol de las provincias como dueñas del recurso y el equilibrio con las empresas. “Estamos mejor posicionados para lo que viene –aseguró. Y esperamos que no haya esta sobre regulación y cómo hacemos para avanzar con reglas estables y que se puedan materializar los proyectos porque somos el país de mayor potencialidad en el mundo del litio”.
Pero se debe atender también la inversión en infraestructura, en momentos en que se anticipa un eventual corrimiento del Estado de las obras públicas, para “no poner en riesgo los proyectos que ya están en marcha y que van a generar en pocos años divisas y empleo”.
Sobre la importancia del financiamiento para la actividad, Castellino afirmó que Santander ratifica el compromiso de acompañar las necesidades de la industria minera, lo que requiere “entender la potencialidad del negocio y su amplio ecosistema, pero también tener un compromiso muy fuerte con la transición energética a nivel global”, lo que coloca al litio y el cobre en el foco de la estrategia en el país y la región.
Esta orientación permitió al banco privado líder en el mercado local con una enorme capacidad de fondeo internacional, conformar equipos locales y regionales con Chile, Brasil y Perú, donde está encarando el negocio financiero con la industria en términos globales y en detalle con cada uno de los proyectos en producción o en construcción o preliminares, porque “cada etapa necesita productos y una solución financiera diferente”. Pero sin dudas, resumió Castellino, “un mercado más estable es fundamental para la industria que vive un proceso con muchos inversores internacionales y locales a la espera”.
En la continuidad del debate, el presidente de CAEM alertó sobre la situación de los aprovechamientos de plata y el oro que representan el 80% de las exportaciones del país en minerales pero que se encuentran “en franca decadencia por tratarse de proyectos maduros para los cuales no hay reemplazo”, muchos de ellos cercanos a su finalización. Para sobrellevar esa situación “está faltando exploración” aseguró Cacciola, ya que esa actividad no ha sido suficiente en los últimos años para reemplazar lo que se produce y conduce a “un proceso permanente de declinación sobre fines de esta década en el cual si no hay nuevos proyectos posiblemente no se pueda seguir hablando de la minería de oro y plata”.
Finalmente, el directivo de Livent abordó el tema del precio en el segmento del litio que este año cayó un 75% respecto a los valores récords registrados en 2022, en torno a los US$ 80.000 por tonelada en el mercado spot. “Hay que desmitificar lo que viene. Los precios altísimos de los últimos dos años ya no van a estar. Y es sano que eso pase porque necesitamos un equilibrio de oferta y demanda y no lo vemos hasta 2030”, opinó Costa.
Más allá de los precios, el directivo afirmó que a la Argentina le toca “honrar la responsabilidad que el mundo le dio a la Argentina de atender una demanda sosteniblemente satisfecha” de carbonato de litio, lo que “no significa que no se pueda desarrollar una cadena de suministros diferente o una fábrica de baterías, pero no va a ser hoy, ese es un camino que inevitablemente hay que recorrer”.