Tienen un rol clave dentro de la empresa y detrás de cada Chief Sustainability Officer (CSO) hay un líder estratégico que no solo supervisa la implementación de todas las iniciativas de sostenibilidad que se activan en la compañía, sino que también hay un innovador nato, un guía que llegó para impulsar una nueva forma de hacer negocios. Redituable, sí, y responsable también.
Con eje en esta figura, uno de los paneles de la última edición de Forbes Sostenibilidad Summit reunió a Jorge Figueroa (Director de Public Affair & Sostenibilidad de Randstad Argentina), Matías Maciel (Director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad de Renault), Alfredo Pagano (Socio de Cambio Climático & Sostenibilidad de Deloitte S LATAM) y Daiana Suligoy (Directora de Sostenibilidad y Comunicación en OCA Argentina) para reflexionar sobre el rol del CSO en las compañías del futuro.
Una de las conclusiones en la que coincidieron todos los participantes fue que la intervención de esta figura no solo se consolida como un actor clave a la hora de evaluar y mejorar los resultados de una empresa de triple impacto, sino que, además, se trata de un rol sustancial que cambió de manera definitiva las prioridades a la hora de hacer negocios.
Más allá del rótulo que se le ponga, es una figura ya existe y que viene escalando posiciones de manera acelerada -sugiere Pagano-. La realidad del negocio hoy demanda un rol mucho más activo, donde la sostenibilidad no se evalúa por áreas ni departamentos, sino que se trata de un tema transversal a toda la compañía. El CSO es una persona que tiene saber de la materia específica, pero que además de las cuestiones que atañen a lo social, la comunidad y el medioambiente, que sepa de finanzas y entienda el negocio de la empresa. Es alguien que tiene un posicionamiento en la estructura organizativa y que tiene una exposición mucho más grande que la que se le demandaba antes.
Para Figueroa, de Randstad Argentina, los objetivos de un CSO tienen que ver con la habilidad para integrar la estrategia del negocio a los objetivos de sostenibilidad: Hay dos ejes que son fundamentales. El primero es puertas adentro de la compañía, con todos los que forman parte del equipo en cada una de las áreas. El otro es hacia afuera, un trabajo articulado entre lo público y lo privado, en conjunto con las distintas ONGs que hacen trabajo de campo y con los partners de la compañía, que son fundamentales para que la implementación de los programas sean efectivos y medibles.
Suligoy, directora de Sostenibilidad y Comunicación de OCA, empresa que atraviesa un proceso de transformación en pos de brindar soluciones logísticas integrales, dijo: Hace un año que estoy en la compañía y me toca ser testigo de una época de gran transformación, y aquí entra la sostenibilidad de manera transversal -refuerza Suligoy-. No se trata de un costo externo sino que ya pasó a formar parte del modelo de negocio que una compañía persigue.
Cuando Suligoy ingresó en OCA, confiesa que todos conocían la empresa más que yo, y por eso fue clave para su rol poder armar entre todas las áreas una base común para entender dónde estaban parados en materia de sostenibilidad, cuál era el punto de partida y hacia dónde querían ir. Y detalla el plan 2023-2026 que encaró OCA el año pasado y que se basa en cuatro dimensiones: Un área de gobernanza ocupa la primera dimensión. Luego, una segunda enfocada en las personas que trabajan en la compañía, que son más de 5.000 en todo el país. Una tercera dimensión en el área de servicios -ya que somos intensivos en carbono y donde hay que innovar para reducir [algo que se explica por el fuerte peso que tiene el transporte por carretera sobre la huella de carbono] y una cuarta dimensión en el área de territorio, que se relaciona con un trabajo federal con las distintas comunidades del país.
Para Maciel, de Renault Argentina, la intervención del CSO en la estructura de negocio no solo está fuera de discusión, sino que desde hace un tiempo quedó expuesta y en absoluta evidencia. Hoy, es un cargo que tiene una silla en el comité de dirección de la empresa, a nivel regional y local. Y eso es una clara muestra de la relevancia que tiene la figura. También el CSO es fundamental para poder navegar mejor lo que tiene que ver con el marco regulatorio, que avanza a pasos agigantados en todo el mundo.
En ese punto, destaca Maciel, es clave la sinergia con el resto de los gerentes de la compañía. Y agrega: Pero también es un puesto en donde hay que poner la atención en los nuevos comportamientos de los consumidores. Como automotriz, notamos fuertes cambios en las nuevas generaciones, donde el uso del automóvil, por ejemplo, dejó de ser percibido como una propiedad exclusiva, sino como un bien de uso compartido. Y eso también incide en el negocio, en los nuevos productos que tienen que ver con la micromovilidad, como los patines o las bicicletas eléctricas. Son nuevas formas de moverse que contribuyen con la sostenibilidad y cambian los esquemas de producción y de negocio.