La pandemia aceleró la transformación digital no solo de las compañías, sino también de las personas. Con el aislamiento decretado muchos se volcaron hacia las herramientas financieras y de pagos digitales para poder realizar transacciones sin tener que manipular efectivo. Las fintech vieron un boom entre sus usuarios y volvió a plantearse la duda: ¿es posible un futuro sin billetes en la economía? Al respecto debatieron Nadia Álvarez, business developer de MakerDAO para América latina; Alejandro Melhem, country manager de Mercado Pago para Argentina, Perú y Uruguay; y Andrés Rodríguez Ledermann, director de Operaciones de Ualá.
Vemos un aumento en la penetración de los pagos digitales. Hubo una fuerte migración en los servicios esenciales, como los supermercados, y eso se está manteniendo en el corto plazo. Pero esto ahora migra hacia otros verticales o rubros que se empiezan a abrir, expresó Melhem. Y agregó: Esto seteó un nuevo estándar y a partir de ahora seguiremos creciendo quizá a tasas más normales.
El ejecutivo explicó que durante los primeros meses de la cuarentena los usuarios se movilizaron hacia la utilización de herramientas como el pago de servicios, recarga de celular y links de pagos no presenciales, mientras que ahora ven un crecimiento en las operaciones presenciales con código QR.
Para Rodríguez Ledermann aún hay una gran potencialidad. La tecnología facilitó que procesos con barreras de entrada muy altos sean más fáciles para el usuario. Antes tal vez no lo necesitaban y en este contexto vieron que era una gran posibilidad o se animaron a probar los servicios, ahondó el directivo de la fintech fundada por Pierpaolo Barbieri.
Otra herramienta digital que también creció durante la pandemia fueron los criptoactivos. La situación económica actual en Argentina y la pandemia fueron disparadores de empezar a buscar alternativas y una es la criptomoneda por su naturaleza digital. Vemos una evolución en el comportamiento de las personas por necesidad, por ejemplo, ahorrar, contó Álvarez, de MakerDAO.
La plataforma iniciada en 2015 por el danés Rune Christensen cuenta con su propia stablecoin atada al valor del dólar: Dai. La Argentina es el país donde mayor adopción tenemos, indicó Álvarez, quien detalló que, de acuerdo a un estudio recientemente realizado por la empresa, el 80% de sus usuarios la utilizan como refugio de valor de su dinero.
A su vez, señala que una vez que el usuario ingresó al mundo financiero digital suele continuar ahí utilizando varias plataformas. Cuando reciben sus ingresos vemos que los convierten automáticamente a Dai para tener su salario en una moneda expuesta al dólar y a medida que quieren pagar sus gastos las convierten a pesos y las guardan en billeteras digitales, expresó la ejecutiva.
Por último, Melhem apuntó que la informalidad ofrece una oportunidad gigante de hacer esta transformación. La oportunidad que tienen los pagos digitales es de darle mejores herramientas a un montón de personas porque cuando ves el uso de las cuentas más de dos tercios tienen una transaccionalidad muy baja porque retiran todo en un cajero automático, afirmó. En tanto, Rodríguez Ledermann puso la lupa sobre la necesidad de incrementar la educación financiera: Parte de la barrera de entrada es que el usuario entienda el producto y que lo conozca.
El directivo aseguró que el fondo común de inversión de Ualá, con SBS, creció un 60% en assets under management durante el confinamiento. El usuario empezó a entender que contra la inflación y la devaluación lo mejor que podía hacer era invertir. La tendencia es marcada para que esto siga ocurriendo, concluyó.