Marina Codesal, Legal Director de PepsiCo Cono Sur; Florencia Porcelli, Directora de Gente de Cervecería y Maltería Quilmes para Argentina y Uruguay; y Tamara Vinitzky, Socia de KPMG Argentina y Co-Chair de WCD Capítulo Argentina; revitalizaron con estrategias y herramientas el desafío de cortar con la sucesión de límites que enfrentar las mujeres en sus carreras.
Durante uno de los paneles de la séptima edición del Forbes Mujeres Power Summit, las tres ejecutivas buscaron orígenes y soluciones. La carga doméstica es el inicio de todas las demás brechas que se van entrelazando, definió Codesal. A su lado, Porcelli propuso inspirar: Si como compañías contagiamos al ecosistema que nos rodea podemos acelerar las tendencias de cambio. Vinitzky, por su parte, admitió que su mirada cambió en el último lustro. No estaba tan a favor de una normativa pero hoy veo que donde existen empujan a que la mejora sea más acelerada, reconoció.
Aliados para crecer juntos
Muchas mujeres tienen la idea del hombre proveedor y con una responsabilidad mayor, en base a la cual creen que hay que distribuir los roles en el resto de la familia. Son estereotipos que van pasando de generación en generación, y nosotras tenemos que encontrar la forma de salir de eso, de ese no controvertir, animó Codesal.
La ejecutiva de PepsiCo mostró su disgusto y su sorpresa por el informe 2016 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece que faltan todavía 70 años para alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres. No lo puedo creer, ni mis hijos ni mis nietos lo verán. Las nuevas generaciones tienen ideas más disruptivas pero parece que (el cambio) viene más lento de lo que pensábamos, lamentó.
Su par de Cervecería Quilmes abogó por pensar en objetivos tangibles y metas desafiantes y de hecho amplió el pronóstico de Codesal al sostener que el Foro Económico Mundial habla de 130 años para llegar a la paridad. Porcelli propuso establecer indicadores en las empresas para acelerar las modificaciones y volver una rutina cotidiana la ambición de empujarlas. Pero además, dijo, hay que tener una plataforma que acompañe.
Hace seis años establecimos en la compañía la licencia por maternidad y eso cambió la conducta de las madres: un 40% volvía entonces a trabajar (después del parto) y ahora lo hace el 100%. Y hace dos sumamos la política de cuidadores secundarios o paternidad, detalló. Desde lo personal, Porcelli reconoció que no era team de los que creen en cupos pero hoy después de 7 años y de medir su opinión cambió. Ponemos objetivos claros para traccionar, los llamamos Momentos de la verdad. Antes apuntábamos a público masculino, ahora cuidamos la redacción; no había paridad en los ingresos y hoy tenemos 50% de mujeres; cuidamos las políticas salariales en función del tiempo en la posición sin que importe el género; tenemos licencias, desarrollo interno, oportunidades de carrera que nos llevó a que el nivel de participación de las mujeres en dirección pasara del 6 al 27%, puntualizó.
En este camino de construir mediciones y hacer una gestión activa para identificar brechas, en Cervecería y Maltería Quilmes consideran clave subir a los hombres a esta revolución de pensar iniciativas y sensibilizar y se valen, por ejemplo, de mentoreos cruzados, sin género. Hace dos años lanzaron en ese sentido un programa que se llama Aliados, que incluye a 40 gerentes y directores y permite debatir cómo contribuir juntos. Si como compañía hablamos de experiencias distintas y diversidad, eso trae resoluciones distintas y tiene que ver con el resultado de negocio, incluso si no lo queremos ver desde la representatividad.
La necesidad de incomodar
Vinitzky lamentó la persistencia de esta problemática. Este panel de brechas sigue estando porque para las mujeres existen desde que arrancamos la carrera hasta que la terminamos. Es una tras otra y se van encadenando, afirmó.
La ejecutiva contó que KPMG hizo hace seis años un estudio sobre las mujeres en los directorios de las 1.000 empresas de mayor facturación, y su participación iba del 10 al 12%. Hace cinco años que ese número no se mueve, y de hecho entre las que cotizan en Bolsa está en 10,6%. La brecha no se va. Arranca desde la maternidad, pero incluso las mujeres que deciden no tener hijos tienen padres a los que cuidar o mantener. Es un tema a hablar en las compañías y a sumar en las brechas, advirtió.
En KPMG más del 50% del personal son mujeres, y más del 30% de las socias, también. Tenemos un comité de diversidad que lidero, pero también trabajamos para generar políticas en la empresa y un aporte en la comunidad de negocios en general, dijo. En ese sentido, mencionó el reciente lanzamiento de una certificación, no exclusiva para mujeres, que sirve para ayudar a dar los próximos pasos.
La clave, para Vinitzky es primero prepararnos, segundo animarnos y luego asumir riesgos. Pero las decisiones de las empresas tienen que tener un marco nacional. Las políticas internas son necesarias aunque también hay una realidad: en España y en otros países de Europa hay normas que exigen que por lo menos el 30% del directorio esté compuesto por mujeres, o deben explicar en estados financieros por qué no sucede.
Goldman Sachs no te presta plata si no tenés mujeres en directorio. Por lo tanto, las exigencias económicas y normativas empujan a que esto sea más acelerado. Y como en España subió del 17 al 27% la participación, en 2021 dijeron que ahora tiene que haber un 40%. Hasta que no incomodemos, vamos a seguir hablando de brechas, desafió. Como último tip, recomendó colaborar con otras, crear red, apoyarnos y compartir problemáticas.