La industria de los hidrocarburos presenta en la Argentina una ventana de oportunidades ya sea para el gas o el petróleo, tanto en el convencional como en el no convencional de Vaca Muerta, y en un marco global de transición energética que obliga a miradas de mediano y largo plazo.
Sean Rooney, Presidente de Shell Argentina; Javier Martínez Álvarez, Presidente de Tenaris Cono Sur, y Gustavo Astie, Vicepresidente Upstream Convencional de YPF analizaron en la tercera edición del Forbes Energy Oil & Gas Summit que la industria está atravesando una agenda de fuerte cambio, que va marcar a las compañías con desafíos de transformación para acompañar el desarrollo de Vaca Muerta.
Martínez Álvarez destacó que tras el impacto de la pandemia "el mundo está recuperando la movilidad, pero con una agenda de cambio climático mucho mas fuerte. Quizás llegue en le consumo cercano al peak oil y ahí tendrá una estabilización y declive, pero es una ventana para aprovechar, sobre todo par el gas que es una gran fuente de energía limpia".
En similar sentido, Rooney analizó que la transición energética "esta bien encaminada y ese pico de producción para Shell de petróleo ya pasó, va declinando y la cantidad de gas va incrementando como parte de la matriz" al punto de ser el principal comercializador global de ese producto. En el mismo sentido recordó que la compañía angloholandesa no va a explorar nuevas áreas de frontera después del 2025.
Por su parte, Astie aseguró que más allá del foco en Vaca Muerta para YPF hay un gran desafío en los campos maduros que requieren un nivel de eficiencia muy relevante. "Estamos poniendo mucho foco en la recuperación terciaria y con buenos resultados, que consiste en aquellos campos maduros donde las condiciones no ha sido del todo eficiente en la secundaria" y la nave insignia de esa experiencia es el yacimiento de Manantiales Behr, en la provincia de Chubut, que tras 90 años en producción mediante la inyección de polímeros batió meses atrás su récord de producción hace pocos meses.
Sobre el contexto de la economía local como condicionante para el aprovechamiento de los recursos, el directivo de Tenaris reseñó que los últimos gobiernos han implementado cada uno distintos planes de incentivos a la producción de gas. "Lo que podría haber hecho Vaca Muerta si en lugar de tener un serrucho hubiera tenido un bloque de desarrollo durante los últimos 15 años del país, con una consistencia de políticas", se preguntó.
También analizó que el proyecto de ley de incentivo a las inversiones en hidrocarburos, Martínez Álvarez valoró que "recoge la idea de largo plazo, reglas de juego estables, la disponibilidad para exportar ese recurso con una estrategia del país para la estabilidad macroeconómica y la posibilidad de disponer esas divisas".
También analizó que el proyecto de ley de incentivo a las inversiones en hidrocarburos, Martínez Álvarez valoró que "recoge la idea de largo plazo, reglas de juego estables, la disponibilidad para exportar ese recurso con una estrategia del país para la estabilidad macroeconómica y la posibilidad de disponer esas divisas".
Para el presidente de Shell, la industria requiere "la confianza de largo plazo, pero hay que reconocer el esfuerzo por dar estabilidad a 20 años, es lo que la industria esta pidiendo hace mucho con una visión de largo plazo y reglas clara. Es necesario un ambiente de negocios con el consenso de gobiernos empresas y sindicatos"
Finalmente, Astie coincidió en que "la palabra básica es previsibilidad, competitividad para la industria, y la Ley tiene oportunidades" en un contexto en el que parecería que hay un convencimiento de la política y de la sociedad argentina que algunos temas se los tiene que encarar con una mirada de largo plazo.
Pero Rooney, en cambio, el sector necesita "precios de mercado, y cumplir darle confianza y competitividad. La propuesta actual no esta dando las condiciones de competitividad necesaria. Un (20% de derecho de exportar y 50% de las divisas del incremental es muy poco y nada cerca de la calidad de divisas que la compañía necesita"
En ese aspecto valoró que "2021 año será bisagra, un año en que se reactivaron los proyectos de manera competitiva tras el parate en 2020 y da una base para el año próximo. Desarrollar Vaca Muerta y mantener el declino del convencional genera un potencial de actividad en explotación interesante con distintos objetivos y focos pero permitirá capitalizar oportunidades y hacerla realidad# Y sentenció: "Si lo hacemos bien tenemos de 5 a 10 años para el desarrollo de la industria y el país.