Claves para no perder la humanidad en un mundo cada vez más tecnológico
Joan Cwaik abrió el Forbes Games Changers 2024 con su charla que busca recuperar las habilidades humanas y que desarrolla en su tercer libro.

“Un junio por la mañana, de frío, me senté a scrollear por media hora. Esa media hora se convirtió en una hora, y esa hora en hora y media. Fue como una 'abducción tecnológica': pasé de ver tutoriales, a botellas que caen, a lo que conocemos como doom scrolling.... Todos nosotros perdimos el control. ¿Por qué? ¿Y cómo lo recuperamos?”.

El martes 14 de mayo, la cúpula de la innovación empresarial se congregó en el Four Seasons de Buenos Aires para el esperado Forbes Game Changers Innovation Summit 2024, un evento que pone el foco sobre las tendencias y tecnologías que están redefiniendo el panorama de la innovación. 

En un mundo donde la Inteligencia Artificial (IA) y otras tecnologías emergentes están catalizando cambios sísmicos en los procesos empresariales, este cónclave fue un crisol de ideas donde líderes visionarios compartieron sus perspectivas. 

Uno de ellos fue Joan Cwaik, divulgador y conferencista clave en el ámbito de las tecnologías emergentes, que encabezó el primer panel, titulado como su tercer libro: “Postecnológicos. Habilidades para recuperar lo humano”. 

Cwaik abordó durante el encuentro de Forbes Argentina y de manera perspicaz la necesidad urgente de preservar nuestra identidad humana en la era digital, destacando la importancia de las habilidades humanas frente al imparable avance tecnológico. Ante la incertidumbre y los cambios acelerados, ofreció una guía invaluable para mitigar los impactos negativos y lograr un bienestar duradero en este mundo digital en constante evolución. 

"La tecnología hoy evoluciona más rápido que la vida real, y nosotros biológicamente no estamos preparados para cambiar continuamente". En un mundo donde la tecnología redefine nuestra existencia, surge la pregunta crucial: ¿cómo recuperamos el control? ¿Cómo podemos fortalecer nuestra humanidad frente al vertiginoso "tsunami digital" cuando la línea entre lo tecnológico y lo humano comienza a desdibujarse?

En un momento de intenso debate sobre el impacto de la tecnología en nuestra vida diaria, Cwaik destacó la necesidad de valorar las habilidades humanas frente a los avances tecnológicos, subrayando que la tecnología, aunque poderosa, está sujeta a sesgos humanos y limitaciones.

Cwaik identificó dos posturas predominantes: aquellos que abogan por acelerar y aquellos que buscan desacelerar este avance tecnológico. Él, en cambio, propone un enfoque "postecnológico", donde la tecnología no nos defina, sino que amplifique nuestras capacidades humanas y valore lo que nos hace únicos: “Tenemos que volver a valorar lo que nos hace humanos”.

El concepto de bienestar digital emerge como fundamental en esta lucha por recuperar el control ante una tecnología que avanza exponencialmente, lo que implica reflexionar sobre cómo nos relacionamos con la tecnología y cómo esta puede servirnos sin dominarnos.
 

Joan Cwaik. Autor, divulgador y conferencista sobre tecnologías emergentes

“En el Renacimiento el arte y la ciencia confluyeron para poner al hombre en el medio. Tenemos que volver a hacer lo mismo. En un mundo donde las tareas están cambiando -las tareas cambian constantemente-, donde nos sentimos fuera de control, es fundamental recordar que al fin y al cabo somos humanos. Y los humanos son irremplazables”.

El autor subrayó que somos organizaciones tecnológicas, o humanos tecnológicos. “Una de las fórmulas que yo propongo es aplicar habilidades humanas para recuperar el control”, porque algunas de las cualidades fundamentales que nos hacen humanos están en riesgo de ser subestimadas o erosionadas por la omnipresencia tecnológica.

En primer lugar, mencionó la alfabetización informacional, e instó a adquirir “habilidades de pensamiento crítico” para gestionar la abrumadora cantidad de información que nos rodea. Abogó también por una visión holística, donde los humanos consideremos todos los aspectos de nuestra existencia como especie.

Asimismo, resaltó la necesidad de desarrollar flexibilidad cognitiva, “la capacidad de desaprender paradigmas establecidos y adoptar un enfoque experimental”, similar al de los científicos, donde el proceso de prueba y error sea constante. Una habilidad crucial, según Cwaik, es aprender a aceptar la falta de conocimiento, fomentando un "amor por no saber".

El “pensamiento global” se erige como otra habilidad esencial en un mundo cada vez más interconectado y multicultural. Cwaik subrayó su importancia para fomentar la colaboración efectiva en un entorno globalizado.

En un mundo donde la tecnología sigue planteando retos a la humanidad, Cwaik ofreció una perspectiva esclarecedora sobre cómo evolucionar hacia seres postecnológicos: individuos que no son definidos por la tecnología, sino que la utilizan como una herramienta para el cambio social y el bienestar, manteniendo las cualidades que nos hacen fundamentalmente humanos.

“Pareciera que todas las semanas tenemos un avance tecnológico que nos va a cambiar la vida. La tecnología avanza, pero la humanidad permanece”.