Cambio climático, matriz energética y energías renovables, en el centro de la escena
Florencia Radici Forbes Staff
Florencia Radici Forbes Staff
Los esfuerzos por contener el cambio climático dieron impulso decisivo al desarrollo de las energías renovables que en el actual proceso de transición energética busca en el país sus mejores condiciones de desarrollo. Las principales empresas del sector analizaron en la tercera edición del Forbes Energy Oil & Gas Summit cuáles son las oportunidades pero también los escollos a sobrellevar para la transformación de la matriz energética, en una convivencia complementaria con la riqueza de recursos que también ofrece Vaca Muerta.
Martin Genesio, Presidente y CEO de AES Argentina; Bernardo Andrews, CEO de Genneia; Andrés Gismondi, Country Manager y Sales Director South Cone (excepto Brasil) en Vestas; y Claudio Cunha, Country Manager de Enel, plantearon las miradas desde los distintos sectores de la industria con una coincidencia clara sobre la necesidad de avanzar en políticas claras y definidas para las renovables y resolver las limitaciones del financiamiento y de infraestructura.
La transición tiene un gran orientador que es la demanda de los consumidores de sostenibilidad ambiental de sus empresas y producto, y a partir de ello se advierte un cambio importante en las estrategias de las grandes compañías en el camino de esta transformación a través del destino de sus inversiones. La tendencia incluye también a la banca y los fondos de inversión que cada vez más disponen de financiamiento verde a bajo costo que requieren países como la Argentina.
Cunha destacó en este sentido que “la transición energética se aceleró de un modo muy importante en el ultimo año y los efectos se hicieron sentir en muchas empresa en el mundo que están ajustando sus planes de negocios y posicionamientos para entrar en esta nueva filosofía”. En ese camino, resaltó que Enel se propone mantener el liderazgo global en renovables con sus 50.000 Mw en operación y triplicarlos al 2030 y elevarlo por 8 al 2050. De esta manera, se acopla a “un movimiento que se está dando con mucha velocidad alrededor del mundo para adaptarse a esas nuevas exigencias que piden los stackeholders y el mercado financiero, los que están marcando el ritmo con el nivel de financiamiento”.
Andrews por su parte, señaló que “la dinámica que se registra en el mundo también existe en la Argentina con una agenda de cambio climático desde la demanda y una composición creciente de energías renovables”, Pero si bien hubo un primer proceso de incentivo desde el Estado mediante los planes de desarrollo como las distintas rondas del Renovar, hoy “se movilizan casi exclusivamente en el sistema del mercado a término o Mater” que refleja la demanda de las empresas por un cambio de matriz y en el que “las propias petroleras están buscando como contener el impacto de las emisiones de carbono”.
En el intercambio del panel rápidamente surgieron las barreas y dificultades que enfrenta el desarrollo de las renovables en el país. Genesio afirmó que “los proyectos se construyen donde se puede no donde se debe. Es un primer cuello de botella que se debe solucionar en acuerdo del Estado y las empresas para el desarrollo de un nuevo sistema de transporte, y que es necesario que se haga de manera muy rápida y contemplando la fuerte participación de las renovables”.
“El segundo cuello -continuó- es el financiamiento con una macro no ordenada y que dificulta el fondeo pleno a proyectos nuevos. Hay vehículos como el Mater pero necesitamos resolver los dos condicionantes para que la inversión permita transformar el sistema”.
En este último punto que es extensivo a toda la economía local, Gismondi destacó que en el mundo hay liquidez para aprovechar adecuadamente pero hay que “generar los círculos virtuosos para que puedan financiar los proyectos y salir una vez instalados. Hay que entender que se trata de una industria de capital intensivo pero que genera empleo de largo plazo, con una distribución regional amplia y este tipo de iniciativas que requiere de financiamiento escaso en la Argentina tiene vectores muy interesantes de sustentabilidad y de competitividad del sistema eléctrico”. Son todos aspectos, aseguró que “se miden a la hora de dar los fondos en el mundo, pero hay que bajarlo a la realidad argentina como tema prioritario”.
El panel, también coincidió que avanzar hacia una matriz diversificada le permite al mercado local protegerse de la volatilidad pero con los incentivos adecuados para cada sector, un punto en el que se demanda corregir y dejar de intervenir las señales de precios, y en dar señales adecuadas de largo plazo al sector energético integral. En el cierre de la charla, se planteó la necesidad de dar por cerrado el dilema en renovables o Vaca Muerta, con el convencimiento de que hay que erradicar las disyuntivas porque la Argentina tiene la capacidad de ser un gran exportador de energía ya sea de gas y electricidad, y no una u
otra de manera excluyente.