En los últimos 10 años, la denominada medicina de precisión ganó terreno entre las terapias por su novedoso enfoque: es el tratamiento y prevención de enfermedades que toma en cuenta la variabilidad individual en los genes, el ambiente y estilo de vida de cada persona.
Esta mirada permite a los médicos e investigadores abordar de manera más precisa cuáles estrategias de tratamiento y prevención para una enfermedad en particular funcionarán para un grupo de personas. Esta nueva disciplina fue tema del panel inicial del Forbes Health in Action Summit.
Claudio Martín, vicepresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, señaló: “En los últimos 10 años pasamos de tratar enfermedades oncológicas con quimioterapia o un tratamiento igual para todos los pacientes a la capacidad de hacer un test individual que nos permite determinar cuál es la mejor medicación y menos tóxica para cada persona. A partir de este abordaje se abre todo un panorama novedoso que nos permite afirmar hoy que, por ejemplo, la mortalidad del cáncer pulmonar ha disminuido notablemente”.
En este sentido, Daniel Londero, Head de Bayer Pharmaceuticals para la región Cono Sur, sostuvo que la compañía, a partir del trabajo en medicina de precisión, introdujo el año pasado una molécula que trabaja sobre cierta mutación de tumores que logra una eficacia del 70%: “Estos son resultados que años atrás eran impensados para una terapia. En nuestra empresa, contamos con más de 10.000 colaboradores en investigación y desarrollo que están respaldados por una inversión de US$ 6.000 millones para desarrollar nuevas plataformas de innovación que permitan hacer a esta disciplina un verdadero diferencial”.
Confirmando este punto de vista, Marcelo Ponte, director general de Grupo Merck Argentina, agregó: “La personalización de la medicina es el camino. En nuestro caso, presentamos una molécula, en el marco de desarrollos que presentó la compañía para cáncer de pulmón, que ayuda hasta un 5% de la población con esta enfermedad. Esto quiere decir estos pacientes van a ver claramente el cambio de rumbo de esa enfermedad porque cada vez hay más terapias para una población más puntual”.
Articulación público-privada
Uno de los temas en debate fue la necesaria articulación pública privada dentro del sistema de salud argentino, con total coincidencia en la necesidad de aunar más esfuerzos para que esa articulación, hoy expresada tímidamente, se convierta en una realidad con mucho potencial. “Es clave la unción publico privada para nuestro sistema de salud, sobre todo en los estudios clínicos, donde se ve claramente que hay un beneficio para todos los actores. En los últimos años, la investigación clínica creció un 130% en Argentina. Se trata de una disciplina en la que la mayoría de sus protagonistas son mujeres y sabemos que solo representa el 1% de estudios clínicos del mundo. Además, el 80% se hace en la ciudad de Buenos Aires, por lo que sabemos que hay un potencial para desbloquear que puede transformar esta actividad en un verdadero centro de investigación no solo regional sino mundial”, sostuvo Londero, de Bayer.
“Como profesionales de la salud, lo que vemos es que en este tema hay mucho por avanzar todavía. Por ejemplo, en Europa la gran mayoría de los hospitales públicos tienen pacientes con investigaciones clínicas y acá podríamos hacer lo mismo. Este será un punto de partida para cambiar una inercia en el sector y que ambos sectores se potencien”, explicó Martin, desde la Asociación Argentina de Oncología Clínica.
De la charla se desprende que el intercambio de investigaciones entre ambos sectores mejora la calidad de las investigaciones. En este sentido, un laboratorio elige investigar, pero en muchas ocasiones el estudio deriva en soluciones para otras categorías de enfermedades. “Por eso es necesario contar con una articulación científica para que esa investigación le sirva a la sociedad. Hay que entender que todos en el sistema de salud estamos trabajando para el paciente y que a nuestra industria le interesa llegar temprano a los tratamientos, pero también ser parte activa de la prevención de enfermedades”, concluyó Ponte, de Merck.