La Directora Regional de Meta para América del Sur Habla Hispana y Miami, Agustina Fainguersch, aseguró que la diversidad “no es solo lo correcto sino también lo que hace bien a la economía. Los equipos multidisciplinarios y diversos ayudan a generar innovación, a trabajar colaborativamente y abiertos de mente, y eso trae resultados de negocios".
En una entrevista que brindó durante la sexta edición del summit Mujeres Power, organizado por Forbes Argentina, la ejecutiva opinó que el proceso actual de cambio social “abre muchas discusiones, más allá de las de género”.
Fainguersch estudió Ingeniería Informática “casi de casualidad”, sin tener idea de la posible salida laboral y sin mujeres en quienes inspirarse porque los egresados que conocía eran todos varones.
“Ser emprendedor en Latinoamérica es muy difícil y no es un tema de género, pero es cierto que las mujeres tenemos algunos obstáculos extra. Veo cambios, es un proceso, y hay que ser resiliente, levantarse de todo, construir. Uno puede ser emprendedor en lo que haga, no necesariamente es crear una empresa desde cero. Lo que aprendí en mi camino emprendedor lo uso para el día a día de mi gestión”, sostuvo.
Desde ese rol, se siente inspirada por ofrecer herramientas que ayudan a los emprendedores, por generar un impacto positivo, por “desarrollar negocios con propósito de servicio”.
Dentro de su equipo, procura “sacar los obstáculos del camino pero también ver las dinámicas de trabajo para que sean funcionales. Lo central es la diversidad: si todos los integrantes piensan igual y tienen los mismos intereses, van a mirar las mismas cosas y así es muy difícil innovar. Los equipos multidisciplinarios y diversos, en cambio, ayudan a no sesgar, a generar innovación, a trabajar colaborativamente y eso trae resultados de negocios”, detalló.
En ese sentido, mencionó el caso de la empresa Clorox, de Chile, que logró subir un 9,6% sus ventas de toallitas de limpieza simplemente ampliando su mirada de audiencia: hasta ese momento habían ofrecido el producto a mujeres, asociándolas solo a ellas con la tarea de mantener limpio el hogar. Bastó que pensaran en clientes hombres para dirigirse a ellos e incrementar su facturación.