Gretchen Watkins está a la cabeza del negocio no convencional de la compañía. El papel del gas en la transición energética y el rol de la diversidad en una industria dominada por hombres.
Si las energías renovables son el futuro y el petróleo es el pasado, los hidrocarburos no convencionales son el presente. Gretchen Watkins, VP de No Convencionales de Shell y número uno de la compañía angloholandesa en Estados Unidos, está en un lugar estratégico: sus decisiones impactan tanto en la macroeconomía global como en el cambio climático. Nada menos. Estudió Ingeniería Mecánica en Pennsylvania (seguramente influenciada por su padre) y, sin saber absolutamente nada sobre hidrocarburos, se inscribió en un programa de pasantías de verano de la petrolera Amoco en Texas. Allí fue donde se enfrentó por primera vez a un pozo petrolero, y casi sin darse cuenta inició una carrera que ya lleva más de 30 años, en la que pasó por los lugares más diversos: del Golfo de México a los mares del norte en Dinamarca. O la cuenca de Vaca Muerta en la remota provincia de Neuquén.
¿Por qué los no convencionales (shale o tight) marcan el ritmo del presenté Porque han cambiado significativamente la industria, dice Watkins. En primer lugar, provocaron la independencia energética de los Estados Unidos, y lo colocaron como el principal productor de hidrocarburos del mundo, sobre todo gracias al éxito de la cuenca Permian, en Texas. Eso cambió el ambiente macro-económico global y derivó en distintas dinámicas. Además, trajo un modelo de negocios diferente: la inversión en los yacimientos es constante.
"A veces, para las mujeres que ocupan puestos que antes han ocupado solo hombres, es más difícil
Y, al mismo tiempo, el desarrollo de los no convencionales facilitó la revolución del gas natural, el combustible fósil más limpio de todos. Así lo explica Watkins: En los últimos 10 años, Estados Unidos redujo la cantidad de emisiones de CO2: ha caído más de lo que ha caído en los últimos 50 años, y eso se explica con el cambio de carbón a gas. Eso no significa que hayamos terminado. Para nada. El gas natural puede retirar una gran porción de carbono del ambiente, pero hacia donde vamos es a formas de energía donde no haya CO2 en el aire. Energía eólica, solar, mejores baterías, hidrógeno. Y Shell va a ser un protagonista clave de ese cambio, afirma Watkins.
¿Cree que los no convencionales tienen una ventana de oportunidad?
Definitivamente, llegaremos a un pico de la demanda de hidrocarburos en algún momento hacia el final de esta década. Pero los hidrocarburos van a seguir siendo absolutamente necesarios para el mundo durante muchas décadas más. Cuando proyectamos las perforaciones en Vaca Muerta o nuestro parque eólico offshore en Massachusetts, pensamos en el futuro de la energía y en el rol que juegan tanto los hidrocarburos como las renovables. Creo que vamos a ver mucha más electrificación, una mayor eficiencia en el control de las emisiones, y nosotros estamos jugando un rol muy importante ahí.
La expansión del Gas Natural Licuado (LNG) hizo bajar los precios a nivel mundial. ¿Este precio del gas justifica nuevas inversiones?
Shell es el mayor marketer de LNG a nivel global y le vemos un gran futuro; el mundo va a seguir necesitándolo. Dicho esto, hay un gran número de países donde el gas es muy barato, y la ecuación económica hace que no sea conveniente perforar. El último año fue muy bajo, sobre todo en Estados Unidos, y este año probablemente siga el mismo camino.
En ese sentido, ¿cómo ve Vaca Muertá
Soy optimista. Creo que Vaca Muerta va a ser un gran éxito. Es una cuenca World Class, la segunda más importante para Shell después de Permian. Y puede ser un motor para el desarrollo de la economía argentina. Para compañías como Shell, es fundamental un entorno macroeconómico estable para tener retornos económicos previsibles. Eso necesitamos para seguir invirtiendo. Creo que eso va a suceder, hay un deseo mutuo de que eso ocurra. Si esto está en orden, no hay límites para Vaca Muerta.
¿Qué dificultades tuvo en su carrera por el hecho de ser mujer en una industria dominada por hombres?
Creo que las mujeres son medidas con un standard más alto. No todo el tiempo, por supuesto. Pero, cuando una mujer toma un puesto por primera vez, la gente mira muy atentamente cómo lo hace. Estás en el spotlight. Entonces, si te va bien, no hay ningún problema, pero si cometés errores se dirá: Bueno, era una mujer. Así que creo que a veces, para las mujeres que ocupan puestos que antes han ocupado solo hombres, es más difícil. Porque se las mira más de cerca.