Doce de las mayores fortunas de la Argentina tienen al campo como un pilar fundamental de sus negocios. Históricamente conocido por ser el gran motor del país, especialmente, en materia de generación de divisas, al agro explica unos US$ 10.000 millones del total de US$ 77.000 millones que reúnen los principales patrimonios de la Argentina.
En algunos casos, como el de la familia Sigman-Gold (segunda mayor fortuna del país con US$ 6.300 millones), el agro es un vertical secundario que forma parte de la diversificación de activos del grupo económico. Con Garruchos Agropecuaria, poseen 200.000 hectáreas de tierra en la Argentina con producción mayoritariamente ganadera.
Lo mismo sucede con los Bulgheroni (puesto n°3) que tienen Agroland, Estancias del Lago y Alejandro Bulgheroni Family Vineyards, como unidades de negocios secundarias; los hermanos Liberman (puesto n°20) y los Eskenazi (puesto n°20) que tienen unas 10.000 hectáreas en San Juan.
El principal patrimonio del ranking que tiene al agro como su core business es el de Luis Perez Companc y su familia (puesto 4 con US$ 4.200 millones). La joya del holding es Molinos Agro, cuyas ventas alcanzan los US$ 1.900 millones al año a partir de derivados de la molienda de oleaginosas, con Molinos facturan unos US$ 800 millones al año y con Goyaike tienen dos establecimientos ganaderos de 290.000 hectáreas en la Patagonia y 15.000 hectáreas en Buenos Aires con un perfil mayoritariamente agrícola.
Roberto Daniel Urquía (puesto 10 con US$ 1.800 millones) es otro de los empresarios dentro del top 10 de los más ricos del país que se dedica principalmente a la actividad agropecuaria y agroindustrial. Su firma emblema es Aceitera General Deheza (AGD), un complejo que muele más de 20.000 toneladas diarias de semillas y posee capacidad de almacenamiento para más de 3,4 millones de toneladas de graneles. La empresa es una de las principales exportadoras de aceites envasados del país, acapara el 14% de las exportaciones totales de la industria aceitera y el 25% de las exportaciones de maní apto para consumo humano.
Luis Alejandro Pagani (puesto n° 19 con US$ 1.200 millones) es otro de los líderes de la agroindustria con su histórica Arcor, con la cual encabeza la exportación de golosinas, es el principal productor de caramelos duros y el principal productor de harina de maíz de la Argentina.
Prácticamente el mismo peso y tradición histórica tiene el Grupo Ledesma que comanda Carlos Blaquier Arrieta (puesto 24 del ranking con US$ 1.000 millones). La compañía se especializa en la producción de azúcar, papel y cuadernos, además de participar en los mercados de frutas, jugos y aceites cítricos, alcohol y bioetanol, carne y granos.
Los herederos de Amalia Fortabat y su imperio de cemento hoy tienen entre sus principales activos al campo argentino. Tanto Bárbara Bengolea de Lafuente de Ferrari, Alejandro y Sofía Bengolea Peralta Ramos y Amalia Amoedo de Lafuente (todos en el puesto 32 con US$ 850 millones cada uno), comparten la propiedad de Estancias Unidas del Sud, una empresa agropecuaria de 66.000 hectáreas en Buenos Aires y Entre Ríos.
El ranking del agro lo cierran otras tres familias históricas del sector: los Werthein (puesto 36 con 650 millones de dólares), los Bartolomé (puesto 39 con US$ 600 millones) a partir de la principal proveedora de genética de semillas de soja Grupo Don Mario (GDM) y los Uribelarrea (puesto 42 con US$ 550 millones) con su firma insignia MSU.
