El mexicano Carlos Martínez y el argentino Hernán López -ambos con nacionalidad estadounidense-, que trabajaron en la empresa 21st Century Fox, acusaron al argentino Alejandro Burzaco, ex dueño de la empresa Torneos y Competencias (TyC), de estar detrás de los sobornos y de "acusarlos falsamente" al declararse culpable en Estados Unidos para reducir su condena por el mismo caso.
Burzaco, que pagó al menos 21,6 millones de dólares en multas tras ser acusado de pagar millonarios sobornos para asegurar a su empresa TyC los derechos de retransmisión de la Copa América, será testigo en el juicio que tiene lugar en el Tribunal Federal del Distrito Este de Brooklyn, según se adelantó este martes en el primer día de audiencia.
"Burzaco no es el tipo de persona que deja que la verdad se interponga en su camino", dijo el abogado defensor de Hernán López, que contó su huida de Zúrich cuando se desató el escándalo de la FIFA en mayo de 2015 para esconderse en Italia donde al final se entregó a la policía. "Es un criminal declarado", que admitió haber pagado decenas de millones de dólares en sobornos, agregó.
La acusación sostiene que los tres acusados en el banquillo participaron en un esquema para pagar sobornos a los directivos del fútbol latinoamericano, en particular de la Conmebol, para asegurarse lucrativos derechos de retransmisión de los partidos de la Copa Libertadores y Copa América, así como partidos de clasificación y amistosos para el Mundial.
"Este sistema de sobornos duró años a través de generación de líderes, porque el dinero corrompe y el dinero es bueno", dijo el fiscal Víctor Zapana en los alegatos iniciales.
Dedicaron "millones de dólares en sobornos", que circularon por "los bancos del mundo". "Todos ganaron, excepto el deporte del fútbol", aseguró Zapana.
La defensa de Full Play culpó a los ejecutivos de las federaciones sudamericanas de fútbol, que "sistemáticamente exigían pagos".
Se prevé que el juicio dure cerca de un mes y medio.
El escándalo conocido como "FIFAgate", destapado por Estados Unidos en mayo de 2015, dejó al descubierto una trama de sobornos millonarios pagados por empresas de marketing deportivo a dirigentes del fútbol latinoamericano a cambio de derechos en las retransmisiones televisivas y promoción de torneos.
La fiscalía estadounidense ha acusado a 45 personas y a varias empresas deportivas de más de 90 delitos y de pagar o aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.
De ellos, 27 se declararon culpables -cuatro han muerto-, y media docena han sido sentenciados.
Otros tres se declararon inocentes y fueron a un histórico juicio en Nueva York a fines de 2017: el exjefe del fútbol brasileño José Marin y el expresidente del fútbol paraguayo y de la Conmebol Juan Ángel Napout fueron declarados culpables y encarcelados, mientras el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga fue absuelto.
En septiembre pasado fue condenado el expresidente de la Federación de Fútbol salvadoreña Reynaldo Vásquez a 16 meses de cárcel por aceptar decenas de miles de dólares en sobornos a cambio de derechos televisivos de la selección de ese país. Según el tribunal de Brooklyn, Vásquez recibió junto a otros responsables del fútbol salvadoreño 350.000 dólares de una empresa estadounidense por la venta de los derechos de transmisión de los partidos de clasificación y amistosos de la selección nacional para el Mundial de Rusia-2018.
Una decena de dirigentes aún están en sus países, donde fueron procesados por la justicia local o están en libertad intentando evitar la extradición a Estados Unidos.
Asimismo, cuatro empresas se declararon culpables, otras dos alcanzaron acuerdos de procesamiento diferido y otras dos pagaron multas.
- AFP