El polaco Szymon Marciniak, árbitro de la final entre Argentina y Francia en el Mundial de Qatar 2022, fue recibido por la prensa de su país y, mostrando imágenes con su celular, se defendió de las críticas de los galos.
"Los franceses no mencionaron esta foto, donde se puede ver cómo hay siete franceses en el campo cuando (Kylian) Mbappé marca un gol", dijo Marciniak en conferencia de prensa, mientras sostenía su celular con una foto del momento exacto de la acción.
Marciniak fue apuntado desde Francia por su trabajo en la final perdida por penales (4-2) ante la Argentina, luego del empate 3-3 en tiempo suplementario.
El reclamo principal se basa en la invasión de campo de los argentinos durante el tercer tanto, marcado por el crack rosarino Lionel Messi, en el segundo tiempo suplementario. La acción también fue observada por el diario francés L'Equipe y replicada en todo el mundo.
Marciniak, quien recibió el apoyo de la FIFA luego de su actuación, consideró que esa jugada "no afectó al partido" y por lo tanto no incidió en el resultado. "¿Cuál fue el impacto de los jugadores que se levantaron y entraron al campo? Para anularlo debería afectar al partido", agregó.
En tanto, en Francia juntaron más de 200 mil firmas en una plataforma digital con la intención de jugar otra vez la final de Qatar 2022 porque consideran que fueron perjudicados con los fallos de Marciniak.
"Están buscando a la pequeña bestia. Hay periódicos serios y aquellos que buscan rumores. Amigos, grandes árbitros de Francia me han escrito. La recepción fue genial. Muchos profesionales y futbolistas nos han enviado felicitaciones y Mbappé dijo que éramos grandes árbitros", apuntó Marciniak.
A su vez, Marciniak aceptó que el VAR revisó varias veces la jugada por una supuesta falta de Enzo Fernández a Marcus Thuram en el área, a tres minutos del final del partido.
"El equipo revisó incidente que involucró a Thuram e intuitivamente se inclinó por anular mi decisión en el campo, pero después de analizar las repeticiones concluyó que la decisión principal fue la correcta y estuvo de acuerdo en continuar el juego", aseguró el árbitro polaco.
El día de la final
El polaco Szymon Marciniak destacó el día de la final del mundo que ser el árbitro de una final de un Mundial es increíble", en referencia al choque de los seleccionados de Argentina y Francia, que dirigió en el estadio Lusail. "Ser el árbitro de una final de un Mundial es increíble. Me siento orgulloso por mí y por mis colaboradores", afirmó Marciniak en declaraciones a la prensa.
"Digo eso porque con mis asistentes formamos un equipo, somos como una familia. Ganamos juntos y a veces perdemos juntos", señaló el referí, de 41 años.
El juez principal fue secundado por sus compatriotas Pawel Sokolnicki y Tomas Listkiewicz, hijo de Michal, a quien el destino quiso que cumpliera la misma función en la final que Argentina perdió ante Alemania por 1-0, en Italia '90.
Entre otras consideraciones, Marciniak remarcó que "en el último año y medio" le tocó vivir "un momento difícil debido a que sufría de taquicardia". "Al principio debí dejar de arbitrar. Solo yo y mis colaboradores sabemos cuán duro fue para mí, pero ahora la vida me dio revancha", subrayó el colegiado polaco, de acuerdo con lo consignado por agencia ANSA.
Marciniak es el sucesor de su colega argentino Néstor Pitana, que dirigió la final de Rusia 2018, donde Francia le ganó a Croacia por 4-2. Pero el europeo cuenta con un punto que los diferencia. En el pasado Mundial, el misionero también había sido designado para arbitrar el duelo inaugural de aquella Copa en el que los anfitriones golearon por 5-0 a Arabia Saudita.
En cambio, Marciniak comenzó a dirigir en Qatar en el duelo entre Francia y Dinamarca (2-1) en la fase de grupos; y luego condujo el choque que Argentina le ganó por idéntico resultado a Australia, en octavos de final. Otro dato particular del polaco es que antes de convertirse en árbitro, fue futbolista, profesional que dejó "tras ser expulsado en un partido que generó polémica con el juez" que lo había expulsado, según confesó.
Para completar el cuadro arbitral que acompañó ese domingo a Marciniak, el estadounidense Ismail Elfath fue designado como cuarto árbitro, mientras que el VAR estuvo a cargo del polaco Tomas Kwiatkowski, secundado por el venezolano Juan Soto; el estadounidense Kyle Atkins y el mexicano Fernando Guerrero.