El nombre Winco seguro despierta más de un recuerdo nostálgico en varios, probablemente ligado con algún vinilo o canción en particular que se reprodujo en el clásico tocadiscos de la marca. Sin embargo, hace más de 17 años que la compañía expandió ampliamente su portfolio de productos de electrónica, en especial en el rubro de los electrodomésticos. Con la cuarentena de 2020, este sector vivió un boom que, desde la firma esperan que continúe. Y ya tienen en mente revivir otro ícono vintage del mundo de la música.
“Fue un año con crecimiento. Las ventas se duplicaron con respecto al año anterior y la pata online pasó de representar un 15% del total a un 60%”, precisó Miguel Goldcher, CEO de Winco, en diálogo con Forbes Argentina. La compañía no apunta al consumidor directo, sino que comercializa sus productos a través del canal retail, mientras que la tienda virtual se enfoca en compras mayoristas.
Goldcher adquirió la marca en 2003 junto a su socio Fabián Zaleski. Antes se dedicaban al negocio de la importación de artículos electrónicos y se encontraban en la búsqueda de desarrollar una línea propia. “Empezamos a ver qué marca del exterior o de Argentina podíamos comprar y cuando apareció Winco no tuvimos muchas dudas. Hicimos una pequeña encuesta y a todos les despertaba un lindo recuerdo”, apuntó.
Winco nació en 1954 en Ramos Mejía enfocada en la fabricación de equipos de audio y se volvió reconocida entre los melómanos por su tocadiscos Wincofon. Pero su modelo empezó a debilitarse a partir de la apertura de importaciones de 1973 y finalmente cerró sus puertas en 1980. Hoy el reproductor de vinilos forma parte de un portfolio de más de 100 productos y, según Goldcher, se venden más de 900 unidades del mismo por mes.
“En 2020, como la gente se quedaba en la casa empezó a gastar en electrodomésticos lo que antes desembolsaba para las salidas, entonces hubo una explosión en las ventas. Pasamos de vender unas 1.000 fábricas de pastas al mes a quintuplicar esa cifra”, pormenoriza el directivo. La batidora, la freidora de aire y la aspiradora robot fueron otros de los protagonistas para el año de la empresa. A estos también se les suman hornos, anafes, teléfonos, ventiladores, caloventores y otros electrodomésticos con la marca.
Si bien la compañía cuenta con dos fábricas -una ubicada en Hurlingham y otra en el barrio porteño de La Paternal-ahí se encarga del ensamblado de las piezas que, en su mayoría, llegan desde China. El impacto de la pandemia en el país asiático afectó la operación de la firma. “Las fabricas allá perdieron ritmo de trabajo y personal licenciado, así que lo que normalmente tarda 60 días en fabricarse, hoy tarda el doble”, afirmó.
Pero Goldcher y Zaleski planifican que la pata de fabricación nacional empiece a tomar un mayor peso. En 2019 inauguraron un depósito de 5.000 metros cuadrados en la Ciudad de Buenos Aires y se encuentran en pleno armado de tres líneas nuevas de producción. “El peso de lo importado en 2019 era del 70%, el año pasado se emparejo 50/50 y para este año proyectamos un 60% nacional. Consideramos que, por el faltante de divisas, pronto tendremos que fabricar el 80 o 90% de los productos acá”, indicó. Algunos de los que comenzarán a ensamblar localmente serán anafes, waffleras, sandwicheras y aspiradoras.
El año pasado la empresa facturó $ 640 millones y para 2021 esperan que el crecimiento no se detenga. “Estamos bien posicionados en el mercado y hay muchas marcas internacionales que aflojaron”, apuntó Goldcher, quien vislumbra que la notebook será la estrella de la temporada en cuanto a ventas.
A su vez, revela que ya están encaminados para reflotar otro producto retro para que acompañe al tocadiscos: el reproductor de cassette. “Hay una nueva moda en los Estados Unidos y en Europa de reeditarlo. Sinceramente no le encuentro explicación porque con el vinilo sí tiene que ver con que el sonido es muy superior. Igualmente sería para 2022”, concluyó.