La curiosidad y la convicción de que podría lograr aquello que se propusiera fueron algunos de los drivers que impulsaron a Whitney Wolfe Herd a convertirse en una role model del emprendedorismo. Fundadora y CEO de Bumble Inc., la empresa matriz que opera Bumble, Badoo, Fruitz y Official, algunas de las aplicaciones de citas más conocidas, esta joven nacida en Salt Lake City en 1989 se propuso crear un espacio donde las personas pudieran encontrar relaciones saludables y equitativas. Y lo logró.
A sus 25 años, con el multimillonario ruso Andrey Andreev –quien había lanzado Badoo en 2006– cofundó Bumble. Única aplicación de citas en la que las mujeres toman la iniciativa, emplea a 1.200 personas a nivel global y tiene oficinas en Estados Unidos, Reino Unido, España, Alemania, Australia, Emiratos Árabes Unidos, India y México, entre otros países. La empresa, que comenzó a operar en 2014, no tardó en diversificar su foco de negocio. Dos años más tarde, lanzó Bumble For Friends (BFF) para encontrar amistades y, poco después, Bumble Bizz para networking profesional.
Lo que siguió, pandemia mediante, fue vertiginoso. En enero de 2020, Wolfe Herd recibió a Blackstone como el nuevo propietario mayoritario de Bumble (N. de la R.: se estima que pagó alrededor de US$ 3.000 millones de acuerdo con un artículo en la página oficial de BlackStone por la adquisición de Bumble y Badoo). Un año más tarde, a sus 31 años y con su bebé en brazos, la emprendedora lideró la oferta pública inicial (IPO) de Bumble, convirtiéndose en la CEO mujer más joven en la historia en llevar una empresa a la bolsa. Lo hizo con un consejo de administración de Bumble compuesto en un 73% por mujeres.
A nivel global, en 2022, Bumble Inc. tuvo ingresos totales por US$ 903,5 millones, 19% más que en el ejercicio anterior. Los ingresos de la aplicación Bumble crecieron un 31,4% a US$ 694,3 millones, y el número total de usuarios de pago aumentó un 10% a 3,2 millones, en comparación con 2,9 millones. Para el segundo trimestre de este año, el número de usuarios de pago aumentó a 3,6 millones.
Los logros para Wolfe Herd no se detuvieron: fue nombrada entre las 100 personas más influyentes de la revista Time, mencionada entre 30 menores de 30 de Forbes, el Bloomberg 50 y las 50 Mujeres de InStyle que están cambiando el mundo. Porque no solo emprende, sino que además es proactiva en causas sociales y, en especial, de género: por caso, en 2019, desempeñó un rol clave en la promulgación de una ley contra el ciberacoso en Texas que convierte el envío de imágenes desnudas no solicitadas en un delito punible. Desde entonces, Bumble promovió leyes similares en Virginia y California y aboga por una nueva ley en Nueva York.
Mientras tanto, Bumble no para: en 2023, comenzó a operar en Perú, luego de un 2022 en el cual había desembarcado en Colombia, Chile y la Argentina. En nuestro país, a la fecha, se han dado casi 18 millones de primeros pasos (veces que alguien envía el primer mensaje en Bumble); entre julio y septiembre de este año, se intercambiaron más de 289 millones de mensajes, y en lo que va de 2023 se generaron alrededor de 18,2 millones de conexiones (matches) en Argentina.
Hoy Wolfe Herd –que, según una estimación de Forbes US de mayo de 2023, tiene un patrimonio neto de US$ 510 millones– forma parte del Consejo de Administración de Imagine Entertainment, así como de la Junta Ejecutiva de su alma mater, el Colegio de Humanidades y Ciencias Dedman de la Universidad Metodista del Sur. Recientemente, la compañía anunció el lanzamiento en la Argentina, España, Portugal y otros mercados latinoamericanos de BFF, una aplicación para encontrar amigos. Esta nueva aplicación expande el modo BFF que ha estado disponible dentro de la aplicación de citas Bumble.
-Sos joven y tenés un largo recorrido, ¿siempre fuiste tan enérgica?
Siempre fui muy observadora y aprendí de todo. De chica era muy curiosa y me di cuenta de que es posible crear cualquier mundo que desees porque estuve expuesta a varias culturas. Padre judío, madre católica, crecí en un pueblo mormón. Vi estas tres comunidades. Pensaba: “Hay mucho en este mundo”. Luego, a mis 11 años, mi familia se mudó a París. Pasé de crecer en un vecindario de Salt Lake City a estar en París con compañeros de clase de distintas partes del mundo. Ahí sentí que este es un mundo grande y hay mucho por hacer y por aprender.
-¿Y cuándo decidiste que querías ser emprendedora?
En la facultad. Pero creo que en la secundaria ya era emprendedora. Intuitivamente me hubiera gustado ser emprendedora en la escuela secundaria. Pero mi secundaria no me incentivó a hacerlo, simplemente no había un ambiente para eso. Siempre fui muy creativa y de obsesionarme cuando me gustaba algo nuevo: la fotografía, el arte…
-¿Tuviste alguna role model?
Honestamente, siempre miré hacia arriba. Lo triste es que no había un verdadero modelo femenino a seguir. No tenía a nadie. La primera vez que supe de una mujer que creó algo fue Tory Burch (N. de la R.: una diseñadora de moda estadounidense, empresaria y filántropa). Porque era una Kappa Alpha Theta, la misma hermandad que yo, y recuerdo que hablaban de Tory Burch y fue la primera vez que me di cuenta de que una mujer real podría ser la marca. Siempre pensaba en Coco Chanel, pero se sentía místico, como si no fuera real. Siempre escuché sobre Steve Jobs, Walt Disney y grandes inventores masculinos... Así que desafortunadamente no tuve un fuerte modelo femenino a seguir.
-¿Cómo podemos, como sociedad, empoderar a las mujeres jóvenes para que emprendan?
Destacando a todas las mujeres que han logrado cosas. Nunca olvidaré la primera vez que escuché sobre mujeres jóvenes que lograban algo y pensé: “¡Dios mío, quiero ser como ellas!”. Acababa de graduarme de la universidad y leí en una revista de moda sobre las cofundadoras de Rent the Runway. Habían ido a Harvard, querían alquilar sus vestidos y lo convirtieron en un negocio. Recuerdo llevar la revista a casa de mi mamá y decirle que quería ser como ellas. Tenía 22 años. Así que el hecho de que me llevara 22 años tener ese momento es decepcionante. Ojalá hubiera tenido ese momento a los 12 o los 14. Muchos niños cuelgan un póster de su deportista favorito. Deberíamos darles a las niñas la oportunidad de poner su versión de esto en la pared a una edad mucho más temprana. Que sepan que es posible y que hay algo que hacer.
-¿Qué ves cuando mirás hacia atrás? ¿Cuáles son las grandes lecciones que aprendiste?
No sé. No me siento diferente. Creo que hay que liderar con el corazón y tener convicción. Hay que tener casi una creencia loca en lo que estás haciendo hasta que lo conviertas en realidad. Y seguir siendo quien sos. Mantenerte fiel a vos misma. Una no debería cambiar tanto. Está bien crecer, aprender y tener nuevas lecciones, pero me entristece ver a alguien que parece una persona diferente. ¿Tiene sentido? Me gusta la humildad y que las personas se mantengan auténticas. Conozco a muchos emprendedores exitosos, casi no se los reconoce física o emocionalmente porque el éxito los cambió.
-¿Cómo te sentiste en el momento del IPO?
Para serte honesta, estaba tan cansada y privada de sueño... Ni siquiera lo recuerdo muy bien. Casi se sintió como si fuera surrealista, como si ni siquiera hubiera sucedido. Pero estuvimos allí ese día. Fue monumental, es casi como cuando llevás a tu bebé a casa. No sé cómo explicarlo, es como si hubiera pasado todo este tiempo soñando con eso y sintiendo que es un poco imposible, y luego sucede.
-¿Cómo ves a Bumble en los próximos 5 años?
Espero que Bumble lidere la próxima fase del amor, la del amor propio. Tenemos muchas relaciones rotas en todo el mundo porque las personas aún no saben cómo amarse a sí mismas. Así que me encantaría que la marca de Bumble pueda seguir ofreciendo esta experiencia de relación saludable, pero también comenzar a resolver la que creo que es la causa raíz, que es la falta de amor propio. Por lo tanto, si podemos utilizar la inteligencia artificial y la tecnología para ayudar a las personas a amarse a sí mismas, impulsaremos muchas más relaciones saludables y maravillosas, tanto en amistades como en negocios y en el amor.
-¿Creés que Bumble tiene el potencial para impulsar un cambio social?
Espero que sí. Ya hemos visto algo. Cuando empezamos con Bumble, todos pensaban que era una locura que una mujer diera el primer paso y ahora se siente bastante normal. Así que espero que Bumble haya sido una gran parte de eso y, si podemos crear más equidad y calidad en todas las relaciones, sería un gran cambio social. Podemos transformar las relaciones. Podemos transformar el mundo.
-¿La experiencia de Tinder te empoderó y te hizo más fuerte? (N. de la R.: antes de crear Bumble, Wolfe Herd cofundó Tinder, compañía a la que terminó demandando por acoso sexual).
Sí. Pensé que me había arruinado, destruido. Pero definitivamente me reconstruyeron. Convertir una mala historia en una buena historia con eso. Todos tenemos ese poder, ¿verdad? Podemos tomar cualquier cosa que nos rompa, nos lastime o nos ofenda, mirar el problema raíz, ir y resolverlo.
-¿Y cuál es tu idea para vos en el futuro?
Me gusta liderar con amor. Así que si puedo ser una líder del amor y ayudar a las personas a amarse a sí mismas y a amar a los demás, sería un gran honor. No estoy tratando de volverme famosa o poderosa. Solo estoy tratando de ayudar a todos a encontrar un poco de amor. Eso es todo. La gente enamorada, eso es todo lo que me interesa. Solo quiero ayudar a las personas a tener relaciones más saludables. Bumble es más que una app de citas, porque apostaste también a las iniciativas For Friends y Bizz. ¿Cuál es la estrategia detrás? Nuestra vida está compuesta por nuestras relaciones. Y si podemos emparejarte con alguien románticamente, ¿por qué no aplicaríamos la misma marca, espíritu, misión y valores de Bumble a tus amistades y a tu vida profesional? Tiene total sentido. Es como cerrar el círculo completo.