Un año y medio atrás, una pandemia comenzaba a cambiar la vida de todos, de alguna manera remarcando lo que era realmente importante y esencial. Muchos dejaron de desear el mejor reloj o la mejor cartera y pasaron a desear poder abrazar a su familia o simplemente poder disfrutar de una caminata al rayo del sol.
Las experiencias pasaron a tomar un rol central en la vida de cada persona, y hasta las marcas de lujo vieron una oportunidad para renovar el vínculo con sus consumidores. Ya no eran ellas el principal medio para ser feliz, sino que los individuos comenzaron a buscar algo más profundo y descubrieron en ello el verdadero lujo. Como explica Rambourg, el autor del libro Future Luxe: What's Ahead for the Business of Luxury, en el futuro que ya comenzó el lujo tendrá menos que ver con lo ostentoso y más con sentirse contento.
En este sentido, Volvo Cars entendió la necesidad de sus clientes, pensando en cómo alcanzar nuevas generaciones de compradores, que no piensan en visitar los tradicionales concesionarios. Frente a esto, abrió en distritos comerciales de lujo alrededor del mundo sus tiendas de marca, desde ahora también disponible en Argentina, más precisamente en el Alcorta Shopping.
A través de su arquitectura -con paredes y pisos diseñados para reflejar el entorno natural de Suecia- y las actividades que allí se ofrecen y que transportan a los visitantes a la cultura del país nórdico, encontraron la manera de acercarse a sus clientes -y hasta a los que no lo son-, no a través de la venta de un auto, sino de la pura y exclusiva experiencia.
En este caso, el principal objetivo de Volvo Cars es transmitir su ADN, y los pilares que representa la marca: innovacio?n, disen?o, confort, sostenibilidad y seguridad. A través de la tecnologi?a los visitantes pueden vivir la experiencia de estar en uno de los autos de la marca, sin tener que ser dueño de uno.
De esta manera Volvo Cars busca dejar en claro hacia donde se dirige el mundo del automóvil; y además, entender que estados de ánimo y reacciones ante revoluciones como la conducción autónoma, la conectividad o los servicios telemáticos aplicados al automóvil.
Además, el local será un espacio de reunión, de descanso y de intercambio de cultura para los visitantes, donde vivirán la experiencia de los autos sin la necesidad de encarar una negociación para la compra. En él se creará la ilusión de que actividades cotidianas como el consumo de café, o en este caso el fika -un momento de descanso, en donde se toma una pausa de café mientras se disfruta de ricos productos típicos de la panadería sueca- son un privilegio en el que vale la pena invertir tiempo.
Una vez que comprendan la esencia de la marca, los clientes verán con otros ojos cada uno de sus productos. Ya no será sólo un buen auto, sino que se tratará de un equipo que se tomó el tiempo de observar, escuchar, y entender cómo viven e interactúan los clientes con sus autos para hacer mejor, más fácil y segura su vida. La tecnología de la nueva generación de Volvo Cars provee una experiencia de manejo más confortable detrás del volante, y está pensada no solo para servir y ayudar, sino también para entretener y guiar.