En la extensión de los Valles Calchaquíes que recorren la provincia de Salta, el apellido Hess es bien conocido. La historia de Donald, un millonario suizo que hizo su fortuna con una empresa de agua mineral embotellada, y su esposa Úrsula aún llama la atención entre aquellas personas que viven en Cafayate, Molinos y El Carmen, entre otras ciudades y pueblos de ese territorio ubicado bien al norte de la Argentina.
No es para menos. Aún cuando ya pasaron más de dos décadas del desembarco de Hess en Salta, las anécdotas de cómo creó una bodega de altura en un lugar inhóspito y prácticamente sin agua continúan siendo entre divertidas y difíciles de creer. Y es que en muy poco tiempo ese hombre soñador y trabajador como pocos, según cuentan quienes lo conocen, transformó terrenos áridos y poco explorados en una empresa que durante el 2022 produjo alrededor de 2.5 millones de botellas de vino.
“Los Valles Calchaquíes tienen aproximadamente 200 kilómetros de largo. Nosotros tenemos cuatro viñedos en este sector que están ubicados a distintas alturas. El más bajo a 1.750 metros sobre el nivel del mar y el más alto a 3.111 metros sobre el nivel del mar”, explica el ingeniero agrónomo Javier Grane, quien se desempeña como Vineyard Manager en la compañía.
La Brava, Colomé, El Arenal y Altura Máxima son los nombres de los viñedos donde se producen las uvas para abastecer a las dos bodegas del grupo: Colomé y Amalaya. Esta última cuenta con una variedad de 7 etiquetas y genera 270 mil cajas de seis vinos al año. Mientras que la primera distribuye 130 mil cajas para completar las 400 mil comercializadas al año por la empresa.
En todo ese abanico de posibilidades, hay vinos que parten de los $1.200 y otros que alcanzan los $21.000. De esa manera, se aseguran de ofrecer a los consumidores variedades tanto en los sabores como en los costos.
Las características de los vinos de altura
En comparación a otras provincias productoras de vino, Salta contiene solo el 2% del territorio vitivinícola del país. Sin embargo, representa el 10% de la industria nacional, por lo que las bodegas alojadas allí han ganado respeto desde el punto de vista comercial pero también por la calidad de sus productos.
“En todas estas distintas alturas hay diferentes estratos y todo esto va infiriendo en los tipos de calidades o tipicidades de las uvas”, señala Grane. Y suma: “Aún en el mismo varietal se comportan de distinta forma según esté en un terroir o en otro y eso es lo que hace a la riqueza de la actividad en esta región más allá de que una finca esté a la par de otra. El vino que sacan allá es muy distinto del que sale acá y todo tiene que ver con el manejo que se hace, el clima, el suelo, etc”.
En esa línea, desde Colomé indican que sus vides están más cerca del sol que otras ubicadas en la Argentina. Por lo tanto, las uvas producidas desarrollan una piel más gruesa que aumenta los niveles de antioxidantes y fitonutrientes e intensifica el color y los aromas. Todas estas características provocan que los vinos de la región tengan particularidades específicas que cada vez son más apreciadas en todo el mundo.
De hecho, el grupo Colomé actualmente exporta a unos 35 países el 55% de su producción y está próximo a sumar dos nuevos destinos: Dubai y Kazajistán. Hoy, su principal mercado es Estados Unidos, plaza a la que destina el 40% de sus envíos a través de un socio comercial local.
Para finalizar sobre este punto, los expertos de Colomé cuentan que tanto ellos como el resto de las bodegas de la provincia están al tope de la producción. Si bien es un deseo expandirse para generar más negocios, la falta de agua imposibilita cumplirlo. Las precipitaciones en Salta apenas alcanzan los 1.000 mm al año por lo que representa un gran desafío a la hora de su manejo.
De todas formas, las empresas de la zona encuentran maneras para apoyarse en el crecimiento mutuo. Un ejemplo de esto es la máquina que 36 bodegas asociadas a Bodegas de Salta AC adquirieron en conjunto por 485 mil dólares + IVA. La misma es una cosechadora que agiliza los trabajos para poder acelerar los procesos productivos y así aumentar la cantidad de botellas de vino que genera la provincia.
Altura Máxima, el viñedo a 3.111 metros sobre el nivel del mar
Si bien todas las bodegas del Grupo Colomé tienen sus particularidades, Altura Máxima se destaca desde el principio. Ubicada a 3.111 metros sobre el nivel del mar cuenta con 30 hectáreas ubicadas en un terreno semiárido-desértico con precipitaciones que van entre los 50 y 140 mm anuales.
“Tenemos 11 empleados efectivos y en cosecha podemos llegar a tener 40. En general, la cosecha grande empieza el 15 de marzo y dura hasta casi finales de abril. Se le da prioridad a los lotes de Altura Máxima y acá no hay bodega. Así que todo lo que se cosecha por día, que se hace en cajas de 15 kilos, se baja a Colomé”, señala Rafael Racedo, Vineyard Manager en Altura Máxima.
Las variedades que se cultivan a esa altura son Malbec, Pinot Noir, Merlot, Syrah, Torrontés, Sauvignon Blanc y Chardonnay. Todas son destinadas para la marca Colomé aunque también hay algunas hectáreas utilizadas por Thibaut Delmotte, el Head winemaker de la compañía, quien actualmente se encuentra diseñando sus propios vinos allí.
Otros emprendimientos de la compañía
Más allá de la producción de vinos, que es la actividad principal del grupo, con el objetivo de aprovechar las características para el turismo de la zona, el Grupo Colomé expandió sus operaciones. Una de ellas es la Estancia Colomé, que cuenta con nueve habitaciones y balcones privados con vista a los viñedos. Las mismas están disponibles para alquilar y representan otro ingreso para la compañía.
Pero las opciones no finalizan ahí: el grupo está por inaugurar un Wine Bar en Cafayate. “Tenemos un mensaje claro de qué vino produce Salta: la provincia ya tiene su lugar en el 'Atlas' del vino”, destaca Matthieu Naef, CEO de la compañía, convencido del potencial de Salta y del sector para seguir creciendo y ganando mercados.
Quién es Donald Hess
Donald Hess nació en Suiza en 1936. De espíritu emprendedor desde jóven, siempre tuvo una atracción por la aventura y los negocios. En este último aspecto se destacó por crear la marca de agua mineral embotellada Valser. Ésta se convirtió en líder del sector en su país y en 2002 Coca Cola la compró para sumarla a su catálogo internacional de productos.
A lo largo de su vida, Hess desarrolló otras pasiones. Sobre todo por el arte y los vinos. A finales de la década de 1990, junto a su esposa úrsula descubrieron en Salta la Bodega Colomé, que por ese entonces pertenecía a la familia Dávalos. Si bien la quiso comprar en ese momento, el dueño no aceptaría la oferta hasta el 2001. Sin embargo, eso no detuvo a Hess que incluso antes de comprar esa empresa empezó a construir su imperio vitivinícola en la provincia.
“Me gusta la gente argentina, son muy cálidos y encantadores. Y me gusta este paisaje abierto y hermoso”, explicó el millonario en una entrevista donde fue consultado por su amor por el país. Y agregó en ese momento apelando a su reconocido sentido del humor: “Me gusta Argentina porque es Argentina y me gusta Suiza porque es Suiza. Todo el mundo dice que Bariloche es similar a Suiza y quizás esa sea la razón por la que nunca fui allí”.
Hasta hace no mucho tiempo, Hess y su esposa vivían hasta seis meses en la Argentina. Actualmente se encuentra retirado del grupo y pasa la mayor parte del año en Suiza. De todas formas, en Salta todos recuerdan su nombre y todo el trabajo que llevó a cabo en el territorio. “El 'Loco' Hess es un personaje”, suelen decir sin disimular una sonrisa quienes van a recordar alguna anécdota que vivieron con él.