Tres amigos con perfiles totalmente diferentes y un proyecto en común con enorme potencial: transformar un producto tan argentino y tradicional como la yerba mate en una experiencia novedosa y gourmet en la que los top- pings, blends, hierbas, frutas, especias y flores hagan de la experiencia de matear algo diferente.
De eso se trata Mate & Co, la pyme que en 2016 crearon Martín Vijnovsky, Jimena Iona Corchuelo Blasco y Marcela de Loredo. La historia comenzó con una prueba piloto de tres blends que se agotaron al instante y continúa hoy con una empresa ya instalada cuyos productos se encuentran en más de 2.000 puntos de venta en todo el país, y que en 2022 inició su proceso exportador, llegando a Francia, Noruega, Nueva Zelanda y EE.UU.
En estos siete años de recorrido, los socios diversificaron su oferta. Hoy, la marca cuenta con nueve blends en dos presentaciones (latas y bolsitas), seis toppings (mezclas de hierbas, frutas, flores y especias para agregar a la yerba), dos tipos de yerba orgánica (una tradicional y otra especial, base de sus blends) y mate bags con distintos sabores, además de mates de cerámica de diseño propio y bombillas.
Para lograr la calidad premium, desarrollan sus productos trabajando de la mano de una sommelier de yerba mate, con quien tienen en carpeta para este año un nuevo lanzamiento: Maycha, un polvo de hoja de yerba mate orgánica. “Como el matcha, pero mucho más antioxidante”, asegura Vijnovsky, y agrega: “Es un superalimento y lo que se viene en el mundo”.
Los orígenes
De los tres, Vijnovsky es el único porteño y es administrador de empresas. De Loredo es cordobesa y comunicadora social, y Corchuelo Blasco, de Chubut, es economista. Al mundo del mate solo los unía la tradición por beberlo. “Siempre fuimos muy materos –dice De Loredo–. Sobre todo Jime y yo. Siempre le agregué hierbas a mi mate y Jime, que es patagónica, le agregaba frutas. Marto se fue haciendo más matero con el tiempo. Y también con el emprendimiento”.
“Mate & Co nos encontró a los tres en un momento de búsqueda de nuevos desafíos y, aunque estábamos trabajando, dedicábamos el tiempo libre a emprender –cuenta De Loredo–. Salimos con tres blends (chai, tres mentas y lemon), que desarrollamos junto a una sommelier y volaron. Hoy siguen siendo de los más vendidos”, recuerda.
Los tres ya habían puesto el ojo en una tendencia: un creciente interés del público en productos saludables y de alta calidad, y del canal dietéticas o tiendas saludables. “Los productos gourmet captan cada vez más mercado. El consumo de yerba tradicional viene en caída, mientras que las yerbas premium crecieron exponencialmente en oferta y consumo. Somos pioneros y líderes del segmento”, dicen orgullosos.
Los primeros dos años fueron “a media máquina”. Los tres tenían otros trabajos full time y dedicaban poco tiempo al proyecto. “Hasta que decidimos lanzarnos y dedicarnos de lleno para hacerlo crecer. Estábamos seguros de que tenía potencial y estábamos dispuestos a dejar todo para darle forma –dice De Loredo–. Nos atraía mucho el mundo emprendedor, queríamos ser parte, y a medida que fuimos investigando sobre la yerba, su producción y sus propiedades, nos fuimos apasionando. Ese fue un gran motor. A medida que el proyecto iba tomando forma nos convencíamos más y más de que lo que estábamos haciendo tenía potencial”, agrega.
Funcionó. Con una inversión inicial de US$ 6.000, siete años más tarde cerraron 2022 con una facturación de $ 57 millones. “El 53% corresponde al canal mayorista, el 33% minorista, 7% exportación y 7% otros canales (corporativos y catas)”, detalla Corchuelo Blasco, quien también asegura que en 2023 tienen planeado “crecer exponencialmente” y llevar su yerba mate al resto del mundo. “Hoy estamos en diálogo y cerrando propuestas con Alemania, Corea del Sur, Uruguay, España y Chile”, revela.
Para que estos lazos se concretaran, los socios resaltan la participación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), del que forman parte. “En 2022 nos convocaron a dar charlas sobre la innovación en la yerba y nos dieron espacio en varias ferias internacionales, lo que nos ayudó un montón a seguir creciendo”, asegura Vijnovsky.
El consumo en pandemia
Como para la gran mayoría de los emprendimientos, para Mate & Co la pandemia fue una épica bisagra. Sus inicios los encontraron con una tienda online madura y aceitada, lo que ayudó a un rápido reacomodo al cambio de circunstancias. “La gente que no podía salir podía darse un gusto entre tanto miedo e incertidumbre y llevarse sus blends preferidos comprando online. Además, cada uno empezó a tomar en su propio mate y eso hizo que la yerba les durara menos”, enumera Corchuelo Blasco, y agrega: “Pudimos flexibilizarnos y reconvertir hacia el canal minorista online. Así logramos duplicar esa facturación. Invertimos en nuestra tienda online, en comunicación digital y superamos ampliamente nuestras expectativas”.
El crecimiento fue tal que lo que comenzó como un proyecto entre tres amigos hoy es una pyme con 10 empleados directos. “No es fácil ser una pyme en este país, pero es muy gratificante ver cómo lo que fue una buena idea se convirtió en una empresa que da trabajo a mucha gente y que supo instalar una nueva forma de consumir la yerba mate”, reflexiona Vijnovsky, quien, de los tres, es el que más viajó a Misiones para conectarse con los productores y proveedores y conocer lo que pasa con el sector.
De sus primeros viajes, Vijnovsky recuerda haber sentido algo de temor por cómo serían recibidos por los productores más tradicionales, pero se llevó una sorpresa. “La respuesta fue excelente. Se trata de familias que en algunos casos llevan tres generaciones produciendo, son empresas familiares que te abren las puertas de su casa”, relata y agrega: “Valoran nuestra intención de darle una vuelta de tuerca a la propuesta y llevarla al mundo”.
En cuanto a la clave de su crecimiento, los socios aseguran: “Los pilares de Mate & Co son la innovación, la calidad y la sustentabilidad. Estamos siempre buscando ofrecer productos nuevos y de calidad, que sean saludables y amigables con el medioambiente”.
En esa línea, avanzan también en el packaging, un distintivo de la marca. “Es una forma de diferenciarnos, de comunicar la calidad de nuestros productos y de mostrar innovación. Es parte de mostrar que la yerba mate puede ser gourmet y puede disfrutarse de muchas formas. No es necesario tomar el mismo mate todos los días”, explican. Por eso, están trabajando para ofrecer una línea con packaging 100% compostable y en convertir todos sus packagings a líneas más ecológicas.
“Hoy podemos decir que abandonar nuestros trabajos para dedicarnos a esto fue una buena decisión. Multiplicamos las ventas y los puntos de venta, y sentimos que la marca está muy instalada”, dicen, y se atreven a pensar en grande: “Nuestro sueño es llevar la yerba mate al mundo y convertirla en el nuevo té”
