Michroma, una startup fundada en 2019 en Rosario y dedicada a la producción de ingredientes mediante fermentación de precisión, anunció el cierre de su ronda de inversión Seed por US$ 6,4 millones, tal como dio a conocer a través de un comunicado. La ronda impulsará la comercialización de colorantes naturales sostenibles, potenciará las capacidades de investigación y desarrollo y ampliará la plataforma de ingredientes de Michroma. La compañía elimina el petróleo -el ingrediente base de los colorantes tradicionales- de la cadena de valor de los ingredientes alimentarios.
La ronda de 6,4 millones de dólares fue liderada por Supply Change Capital, un fondo de capital emprendedor de foodtech respaldado por 301 INC, la unidad de capital de riesgo corporativo de General Mills. Entre los nuevos inversores se encuentran Be8 Ventures, que cuenta con el capital de Dr. Oetker, una empresa internacional de alimentación con sedes en más de 40 países; y CJ CheilJedang, un conglomerado coreano de 23.000 millones de dólares, el principal proveedor mundial de bioproductos generados mediante fermentación.
"Vemos un potencial de mercado y de consumo muy atractivo para que la plataforma fúngica de Michroma desarrolle ingredientes naturales de última generación, desde colorantes a sabores, que sean más sanos y sostenibles, al mismo tiempo que maximizan la eficiencia de la producción. Nos entusiasma la velocidad y la habilidad con la que están aumentando sus capacidades. Además, en vista de la disrupción de las cadenas de suministro a nivel mundial de hoy en día, creemos que Michroma está sentando las bases para los ingredientes sostenibles del futuro", dijo Noramay Cadena, directora General de Supply Change Capital y miembro del Directorio de Michroma.
"Estamos en condiciones de satisfacer la demanda de los consumidores por alimentos más saludables y sostenibles sin ingredientes derivados del petróleo", afirmó Ricky Cassini, CEO y cofundador de Michroma. A diferencia de las opciones naturales inestables disponibles hoy en día, tales como las betalaínas, el ácido carmínico y las antocianinas, Michroma está produciendo colorantes naturales de mejor rendimiento alimentados por hongos. Esta próxima etapa de desarrollo nos ayudará a industrializar nuestra plataforma fúngica y permitirá la transición del mundo a los colores naturales.
El enfoque novedoso de Michroma se centra en la creación de biofábricas fúngicas para producir moléculas pequeñas, como los colores, de manera más eficiente. "Aprovechamos el poder y la versatilidad de los hongos filamentosos con nuestra plataforma de synbio. Combinando una cepa única de hongos con fermentación de precisión, somos capaces de producir moléculas complejas de alto valor con rendimientos elevados nunca antes vistos en la industria de la biotecnología", explicó Mauricio Braia, CSO y cofundador de Michroma.
Michroma es pionera en el avance disruptivo en la industria de ingredientes con colorantes de alto rendimiento elaborados a partir de hongos mediante la fermentación de precisión. Impulsada por la creciente demanda del mercado por ingredientes más saludables y sostenibles, Michroma comenzó desarrollando un novedoso colorante rojo llamado Red+, resistente a la temperatura y estable en todo el espectro de pH de los alimentos. Estas características permiten que los colores sobrevivan a procesos como la pasteurización, la cocción y la extrusión, que se encuentran entre los procesos más intensivos para los colorantes naturales. El portfolio de productos de la empresa empieza con los colores cálidos, los cuales representan el 90% del mercado alimentario, e incluye otros colores y sabores novedosos que se venderán combinados, lo que permitirá ofrecer soluciones integradas a las empresas.
El mercado de los colorantes alimentarios, con un valor estimado de 2.600 millones de dólares, tiene una marcada tendencia hacia los ingredientes naturales. Según una encuesta, el 92% de las personas están preocupadas por los efectos de los colorantes artificiales sobre su salud; los grandes productores de alimentos (BurgerKing, Nestlé, Kraft, Mars, General Mills, etc.) tomaron nota y están dejando de utilizar los colorantes artificiales para satisfacer la demanda de ingredientes naturales por parte de los consumidores.
Las principales investigaciones resaltan los efectos perjudiciales del consumo de colorantes artificiales, por lo que la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de California (OEHHA) concluyó en 2021 que los colorantes alimentarios artificiales repercuten en el comportamiento neurológico de los niños. Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) recibió una petición del Centro para la Ciencia en el Interés Público junto a otras 23 organizaciones y científicos destacados para prohibir el uso del colorante Rojo No.3 en los alimentos.
Entre los nuevos inversores de Michroma se encuentran FEN Ventures, Boro Capital, The Mills Fabrica, Portfolia's Food & Ag Tech Fund, New Luna Ventures, Siddhi Capital, Groundswell Ventures y HackCapital. Participaron también de la ronda los inversores ángeles Allen Miner, Jun Ueki y Steve Zurcher del Keiretsu Japan Forum, Guillermo Rosental, Franco Goytia, Pablo Pla, y Mat Travizano. A su vez, IndieBio de SOSV y GRIDX invirtieron nuevamente en Michroma.
Tras prototipar con las principales empresas de alimentos del mundo, Michroma se encuentra negociando acuerdos de distribución del Red+ con proveedores de ingredientes para su distribución mundial. Mientras la empresa continúa su camino hacia la escala industrial, presentará las peticiones correspondientes de aditivos colorantes ante la FDA y la EFSA.
Antes de crear Michroma, Cassini y Braia fueron parte de los 20 seleccionados entre 800 proyectos por GridX (una company builder de startups de base científica ubicada en Buenos Aires) para ser parte de su programa de intervención de cuatro meses de transformación de proyectos en startups. Luego del proceso, fueron elegidos entre los 10 mejores y recibieron una inversión de parte de GridX de US$ 200.000.
En Junio de 2019, los fundadores viajaron a San Francisco para presentar la idea de negocio al ecosistema emprendedor de Silicon Valley. Allí entraron en contacto con Indiebio, la aceleradora de biotecnología más grande del mundo a quien le interesó el proyecto y los invitó a su programa de aceleración. Esto los llevó a mudarse a San Francisco para ser parte de este programa y recibir su inversión de US$ 250.000.