Alphabet, la matriz de Google, es una de las empresas más grandes, importantes, influyentes e innovadoras del ámbito tecnológico en la actualidad, pero podría estar quedándose atrás en la ambiciosa carrera de la inteligencia artificial (IA).
En detalle, Luke Sernau, ingeniero de software de la compañía, publicó un documento en el que relató que existe un participante de esta industria que está logrando avances rápidos e inesperados que van más allá de las capacidades de Alphabet.
Hemos mirado mucho sobre nuestros hombros en OpenAI. ¿Quién cruzará el próximo hito? ¿Cuál será el próximo movimiento?, se cuestionó Sernau en su análisis.
Pero la verdad incómoda es que no estamos posicionados para ganar esta carrera armamentista y OpenAI tampoco. Mientras nos peleamos, una tercera facción ha estado comiendo nuestro almuerzo en silencio. Estoy hablando, por supuesto, de código abierto, sostuvo.
Aunque ChatGPT, de OpenAI, marcó un antes y un después en el campo de la IA generativa, y obligó a Google a anunciar su propia apuesta, Bard, lo cierto es que los desarrolladores independientes pueden crear soluciones más potentes y económicas.
No tenemos salsa secreta. Nuestra mejor esperanza es aprender y colaborar con lo que otros están haciendo fuera de Google, comentó Sernau, quien se mostró preocupado porque sus clientes no estarían dispuestos a pagar por modelos que se pueden conseguir de forma gratuita.
Por su parte, Sundar Pichai, director ejecutivo de Alphabet, declaró en la reciente llamada para accionistas: Nuestras inversiones y avances en IA durante la última década nos han posicionado bien.
De todas formas, el ingeniero detrás del estudio dijo que la empresa debería enfocarse en modelos de IA más pequeños y ágiles, ya que los modelos gigantes la están ralentizando. A la larga, los mejores modelos son los que se pueden repetir rápidamente, concluyó.