Esta es la época del año en la que muchos propietarios de pymes se hacen una pregunta muy importante: ¿Cómo puedo preparar mi negocio para un mayor crecimiento y rentabilidad en este primer trimestre y durante el resto del año?.
Si bien tiene múltiples facetas, la respuesta es simple: hay que aprender a administrar la pyme como una gran empresa. Específicamente, eso significa tener claro el flujo de efectivo, establecer objetivos de crecimiento medibles y alcanzables y mantenerse disciplinado para hacer lo que sea necesario para lograr esos objetivos.
Tener claro el flujo de caja
La mayoría de los propietarios de pymes, incluido yo mismo, usan muchos sombreros. Por ejemplo, hago toda mi propia facturación, lo que me permite estar al tanto de mi flujo de caja mensual. Sí, tengo un equipo de contadores que revisa mis cuentas y me ayuda a cerrar mis libros cada trimestre, pero cuando se trata de controlar mis ingresos, soy bastante autosuficiente.
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Asegurarse de que tu negocio continúe creciendo y sea más rentable también requerirá que tengas una buena comprensión de tus propios ingresos. Si bien podés subcontratar esta tarea a otra persona, aún debés asegurarte de tener claros tus números todos los meses.
Comprender tu flujo de efectivo (y tus gastos) es clave para mantener un fuerte crecimiento. Si tus ingresos aumentan cada mes, sabrás que lo que estás haciendo está funcionando. Pero si se estabilizan, o si tus gastos comienzan a aumentar en relación con lo que ingresa, podés actuar rápidamente para corregir la situación.
Establecer metas para el crecimiento
Mantenerte al tanto de tu flujo de efectivo es fundamental para lograr el siguiente paso: definir objetivos de crecimiento. Mirá cuáles fueron tus ingresos el año pasado, luego establecé objetivos medibles y alcanzables para aumentarlos en un múltiplo este año. Para ayudarte a visualizar cómo podés hacer eso, permitime compartir las metas y los objetivos que me he fijado para este año.
En última instancia, sé que quiero duplicar los ingresos del año pasado. Para hacer eso, por supuesto, quiero retener tantos clientes como sea posible del año pasado. También quiero ayudar a diez nuevos clientes de coaching netos a tener éxito en sus negocios este año, unirme a las juntas corporativas de dos grandes empresas, ayudar a dos empresarios a salir de sus negocios y enseñar a mil personas a través de tres seminarios.
También establecí una meta sobre la cantidad de ingresos que quiero que genere cada iniciativa. Luego, escribí mis objetivos en la pizarra de mi oficina para poder verlos todos los días. También los publiqué en LinkedIn, lo que se suma al factor de responsabilidad.
Mantenerse disciplinado
Establecer estos objetivos y hacer un seguimiento de mi progreso me ayuda a mantenerme disciplinado, que es la pieza final del rompecabezas. Ver mi pizarra todos los días me impulsa a tomar las medidas necesarias de manera constante para lograr mis objetivos específicos.
Esto es especialmente cierto si estás luchando por motivarte. Por ejemplo, ver tus objetivos en blanco y negro todos los días podría impulsarte a aumentar tu presencia en las redes sociales. Podrías obligarte a crear una cantidad de ofertas de productos o servicios nuevos o tomar el teléfono para hacer muchas más llamadas de ventas.
Y te diré: estos pasos funcionan. Para la tercera semana de enero, ya había recorrido el 80% del camino hacia mi objetivo de ingresos del primer trimestre. Por lo tanto, considerá tu base de clientes y tus flujos de ingresos actuales. Luego, establecé metas concretas y específicas para aumentar el crecimiento y la rentabilidad de manera significativa este año.
Recordá revisar tus números todos los meses también. Eso es parte de mantenerte disciplinado y te ayudará a ver si estás en peligro de no alcanzar uno de tus objetivos para que puedas tomar medidas tempranas para corregir el problema.
*Con información de Forbes US