Tres medidas clave que deben tomar los directores financieros de cara a 2024
Adoptar estas acciones en el último mes del año prepara el escenario para una transición fluida, fomentando la resiliencia y la adaptabilidad en medio de un panorama empresarial en constante evolución.

Después de un año económicamente turbulento e impredecible, muchas organizaciones esperan “cerrar el libro” en 2023, con la vista puesta de lleno en un plan estratégico enfocado para 2024. Si bien las últimas semanas del año a menudo pueden parecer una ocurrencia tardía con fiestas navideñas y un merecido descanso a la vista, para la oficina del director financiero (CFO) no se puede soltar el pie del acelerador.

A medida que este año volátil llega a su fin, los directores financieros se encuentran en la coyuntura crítica de concluir las operaciones financieras en curso y posicionar a sus organizaciones para comenzar a trabajar cuando el calendario cambie al nuevo año.

EY descubrió recientemente que el mayor desafío de ser un CFO moderno es "encontrar tiempo para desarrollar conocimientos y experiencia a través de la exposición a experiencia externa y el acceso al liderazgo intelectual".

Si los directores financieros quieren aprovechar al máximo este último mes fundamental del año calendario, a continuación se presentan tres acciones clave para garantizar que no estén comenzando el nuevo año detrás de la curva.

 

1. Trabajo de cumplimiento de fin de año

El fin de año marca una fase crucial para que los directores financieros garanticen que todas las tareas relacionadas con el cumplimiento se manejen de manera eficiente. Este período exige una revisión exhaustiva de los registros financieros, garantizando que se alineen con los crecientes estándares regulatorios y las políticas financieras de la empresa.

Los directores financieros deben supervisar la finalización de las declaraciones de impuestos, los informes financieros, las presentaciones de los accionistas y cualquier obligación de cumplimiento restante, garantizando su precisión e integridad.

Al abordar estas obligaciones de manera oportuna y precisa, los CFOs pueden evitar “sorpresas inesperadas”.

 

2. Gestión de las relaciones de fin de año

La colaboración y el mantenimiento de vínculos sólidos con las partes interesadas clave son fundamentales para el éxito de un director financiero. La interacción con contadores, banqueros, abogados y otras partes interesadas externas clave de la empresa durante el último mes del año proporciona un puente hacia el ajetreado primer trimestre del próximo año.

Además, un diálogo proactivo con estos socios garantiza que todas las relaciones sigan siendo sólidas y que todos los canales de comunicación estén abiertos. Este enfoque proactivo solidifica las conexiones existentes y también fomenta una relación de confianza y confiabilidad, lo cual es fundamental para que los directores financieros mantengan con éxito el ecosistema financiero de su organización.

 

3. Gestión de las comunicaciones internas

La comunicación interna eficaz es la base para la alineación y la sinergia organizacional. Tanto para las empresas públicas como para las privadas, esto implica elaborar estrategias sobre la mejor manera de comunicarse con la junta directiva. Participar en debates sobre el desempeño financiero, posibles cambios estratégicos y próximos planes es crucial para mantener a la junta directiva informada y alineada con la visión de la empresa.

Las empresas públicas tienen responsabilidades adicionales, incluida la comunicación de actualizaciones sobre el desempeño de la empresa, como ganancias, y otras métricas críticas, a los accionistas públicos y a los empleados. Esto fomenta la transparencia y garantiza que los colaboradores estén bien informados y comprometidos con el recorrido de la empresa de cara al nuevo año.

 

Una transición perfecta hacia el nuevo año

En los últimos años, el creciente papel estratégico del CFO trascendió la visión histórica de los CFO como calculadores de números. Los directores financieros están dirigiendo el barco financiero con miras al crecimiento rentable, garantizando un fuerte seguimiento de todo el trabajo de cumplimiento requerido, fomentando relaciones clave y garantizando que las comunicaciones internas sean claras y estratégicas.

Adoptar estas acciones clave en el último mes del año prepara el escenario para una transición fluida hacia el nuevo año, fomentando la resiliencia y la adaptabilidad en medio de un panorama empresarial en constante evolución.

*Con información de Forbes US