Juan José Debuchy tiene 36 años y no para. Al frente de Humber, la firma que fundó en 2016, busca revolucionar la logística del agro con una app que conecta a camioneros con dadores de carga. Y lo está logrando: el último año, facturó US$ 10 millones, cifra que equivale a un crecimiento del 100% con respecto a 2020.
Humber conecta a camioneros con dadores de carga a través de una plataforma digital que aporta condiciones claras para todas las partes que participan, usando tecnología para simplificar procesos, y que estos sean ordenados y transparentes. “La idea inicial de Humber fue muy intuitiva: ¿Por qué no conectamos al camionero que tiene su camión vacío durante un tiempo o un tramo determinado con un dador de carga que puede aprovechar esa disponibilidad? La idea funcionó y el servicio creció y agregó valor: entendimos la dinámica y desarrollamos tecnología y procesos para responder a las necesidades”, comparte Debuchy en diálogo con Forbes Argentina.
Hoy, con 25 empleados y cinco oficinas en distintos puntos del país, Humber brinda un servicio, donde, en palabras de Debuchy, “el dador de cargas se queda tranquilo de que le damos el transporte en tiempo y forma, con una facturación adecuada y una tarifa establecida. Y al camionero le aseguramos que va a tener una mano para hacer la facturación, para contar con toda la documentación correspondiente y que puede pedirnos ayuda para financiar el combustible, todo de una forma simple y directa, sin intermediarios. Logramos que los dos extremos de la transacción -el que da la carga y el que la transporta- tengan menos trabas y se puedan dedicar al foco de su negocio”.
Los inicios del negocio
Debuchy, criado en Trenque Lauquen, es Ingeniero Agrónomo, egresado de la Universidad de Buenos Aires. Antes de fundar Humber, trabajó seis años en un pool de siembra como responsable del alquiler de los campos y la contratación de la logística, en donde descubrió el problema logístico en el sector. “En el mundo emprendedor, tuve una experiencia en el desarrollo de biodiesel a partir de desechos. Lo hice en un laboratorio casero y llegué a producir en muy baja escala, pero falló el modelo de negocio para escalarlo. Fue un fracaso pero aprendí mucho”, recuerda Debuchy.
Pero su experiencia en el sector le abrió una puerta: “Noté que el sistema de contratación de transporte de carga en el sector agropecuario se convertía en un cuello de botella en donde todo era muy informal. Fue esa inquietud lo que me llevó a fundar Humber y a abocarme al desarrollo de una start-up que vinculara la tecnología que ya se aplicaba en otros sectores con este problema logístico particular”, dice.
Humber comenzó a gestarse con una inversión inicial de US$ 40.000. Luego llegaron dos rondas de inversión posteriores que aportaron en total US$ 800.000 cuando el proyecto comenzó a rodar.
-¿Cómo recordás los primeros tiempos del emprendimiento?
Difíciles. Aunque siempre estuvo el entusiasmo emprendedor y el convencimiento de que lo que hacíamos tenía valor, la realidad es que pasar de la idea al desarrollo significa un golpe de realidad muy grande. Hay que arremangarse y acercarse a los problemas y a las personas que son parte del negocio, que en este caso son productores y camioneros. Los conocíamos desde adentro, habíamos trabajado con ellos, pero ahora nos tocaba darle una vuelta más. El esfuerzo dio sus frutos: el 86% de las empresas que usó la plataforma la calificó con 8, 9 o 10 puntos, mientras que 7 de cada 10 camioneros llegan a Humber por recomendación de un colega.
-¿Cuáles fueron las principales trabas que encontraste y cómo las superaste?
Ese choque de realidad que mencionaba fue grande. Al principio pensábamos, por ejemplo, que podíamos centralizar todo de forma digital. Luego fuimos entendiendo que la presencia local es importante y por eso hoy tenemos oficinas en cinco puntos de la Argentina. La logística del agro tiene particularidades como problemas de infraestructura, cierta dependencia climática e informalidad. Entendemos que Humber encabeza la modernización del transporte de carga en el sector del agro y ser punta de lanza no es fácil. Pero confiamos en nuestra propuesta de valor y en nuestra experiencia: nuestro propósito es seguir haciendo más eficiente, simple y digital a la logística del agro.
-¿Cuál sería, si tuviera que elegir uno, aquel momento de inspiración que te ayudó a motorizar el negocio?
Cuando trabajaba en el pool de siembra me encontré con que la logística era un dolor de cabeza: no era fácil conseguir camiones y cuando los conseguíamos sabíamos que había riesgo de que no se presentaran, o se presentaran otros camiones distintos de los que habían sido confirmados, haciendo difícil tener armada previamente las cartas de porte (el papel administrativo necesario para el transporte).
Cuando nos tocaba conseguir camiones de urgencia negociábamos tarifas sin saber si el servicio era adecuado y, para colmo, después nos tocaba el seguimiento administrativo. Rápidamente entendí que tampoco era fácil del otro lado, el de los camioneros: la demanda se concentra en las temporadas de cosecha, las cargas se distribuyen en una Argentina inmensa y la planificación se cruza con el clima: una lluvia en medio de la cosecha puede demorar la carga desde una hora hasta varios días.
Sumémosle a esto problemas de infraestructura y algunas cuestiones culturales que hacen que muchos proveedores sean desordenados o informales en los procesos administrativos. El problema era clarísimo, el tema era la solución y ya desde hace unos años estaban consolidándose la economía de las plataformas, desde donde nos inspiramos para crear Humber. Para hacer una comparación, no somos AirBnB, que incorpora actores nuevos a la cadena, sino más bien Booking, que despliega la oferta de forma digital: los camioneros y dadores de carga ahora tienen la posibilidad de contratar servicios a través de una única plataforma.
-¿Dónde opera Humber? ¿A través de qué canales?
En la Argentina, en donde tenemos cinco oficinas en diferentes puntos del país: Urdinarrain (Entre Ríos), Pampa del Infierno (Chaco), Alejandro Roca (Córdoba) y San Antonio de Areco y Trenque Lauquen (Provincia de Buenos Aires). A través de nuestra plataforma, podemos estar en cualquier punto del país. Hemos facilitado viajes en Vaca Muerta y en Jujuy.
“Somos parte de la cultura de campo, que es solucionar problemas pase lo que pase. Y trabajamos con valores en los que creemos: transparencia en las condiciones de contratación, el cuidado de las personas en nuestro vínculo con transportistas, y la mejora continua para estar siempre innovando y pensando en lo que viene.”
-¿Analizás abrir operaciones en otros mercados?
Sí, llegar a otros países del Cono Sur forma parte de nuestro plan de negocios a mediano y largo plazo. Sabemos que la realidad del sector agropecuario en países como Paraguay, Bolivia, Uruguay y hasta Brasil no es tan diferente: nuestra solución puede adaptarse a esos mercados solo hay que entender la particularidades de cada lugar para adaptar nuestra solución a las necesidades específicas. Queremos primero consolidar nuestra solución en la Argentina antes de ir por la regionalización: el timing de cuándo y a dónde es algo que tenemos que terminar de definir y va a depender del crecimiento que logremos en Argentina.
-¿Dónde seguirán puestas las fichas para este año?
Uno de los proyectos principales es la medición de huella de carbono de cada viaje. Lo que queremos es entender el impacto que generamos y así poder tomar decisiones para mitigar el impacto. Creemos que el campo, un sector fundamental para la economía argentina, puede hacer un aporte concreto para el cambio climático. Desde Humber tratamos también de reducir los viajes con carga vacía. La idea es que un transportista vaya de una ciudad a la otra transportando la cosecha y que vuelva llevando materiales, por ejemplo, algo que es mucho más fácil con una aplicación geolocalizada como la nuestra. Así gana el transportista, que cobra más; gana el productor, que reduce costos; y gana la sociedad en general ya que hay menos circulante de camiones vacíos y menos huella de carbono.
- ¿Qué proyección de crecimiento tenés con Humber?
El año pasado crecimos el 100% en facturación y nos gustaría mantener esta tasa, que es una meta alta. Todavía hay espacio para crecer en el mercado local y la expansión internacional que mencionaba está de cara al futuro. La simplificación de la contratación del servicio de transporte continuará en el proceso de la digitalización y sabemos que nuestra solución es muy bien valorada. Para el futuro, queremos seguir fortaleciendo la comunidad de camioneros, que son un eje del negocio y, a su vez, queremos convertirnos en la opción más sustentable para el transporte de carga en el agro en nuestro país y en la región.
-¿Con quiénes competís?
Desde que comenzamos nosotros surgieron otras plataformas que imitaron nuestro modelo, pero ninguna está tan especializada en el campo como nosotros. La realidad es que en muchos puntos del país el sector se sigue manejando como hace 60 años: si alguien necesita un camión, llama a una persona por teléfono y esa persona llama a otra para conseguir camiones. Eso es una pérdida de tiempo enorme y de dinero. Por esta razón, estamos impulsando un cambio de paradigma y lo estamos haciendo en conjunto con camioneros y dadores de carga.