La industria de la tecnología de consumo apuesta a todo o nada a la Inteligencia Artificial. Las novedades de la feria IFA en Alemania.
Cuando termina alguna de las dos o tres ferias tecnológicas de consumo más importantes del mundo, siempre queda una idea o concepto sobrevolando en el ambiente. Este año, en la feria IFA de Berlín, la estrella fue la Inteligencia Artificial (IA), protagonista absoluta del tradicional evento europeo que se hace cada año desde 1924. Casi no se vieron productos u objetos que no puedan conectarse o con otros objetos o con nuestro celular: desde una heladera y un horno hasta nuevos wearables, autos, parlantes inteligentes, relojes. La tendencia de conectividad total (Internet of Things: IoT) se une ahora con la nube y la inteligencia de los algoritmos aplicados a los datos (big data). La mezcla de todos esos ingredientes (IoT + data + nube) genera un cóctel llamado Inteligencia Artificial.
Quedó claro durante el keynote de Samsung, cuando la empresa coreana se adelantó al resto y le mostró sus novedades a la prensa. El presidente mundial de consumo HS Kim subió al escenario con la leyenda “AI & IoT”, el título elegido para la estrategia de conectar todo en el hogar. Es decir, todos los dispositivos funcionando dentro del ecosistema “Home” para manejar la casa (desde las luces hasta el aire acondicionado) desde el celular. “Somos la única compañía que puede proveer todos los dispositivos, desde semiconductores hasta TV y relojes inteligentes. Eso hace la diferencia entre los consumidores en la casa, en la oficina o en la calle”, dijo Kim. “La cocina vuelve a ser el centro de la casa”, agregó mientras mostraba heladeras con pantallas táctiles en sus puertas, lavarropas y los nuevos modelos de pantallas de TV inteligentes. A su turno, el consejero delegado de LG se entusiasmó: “Con la IA seremos y viviremos más libres”.
La IA es el símbolo de moda en la industria tecno. Por un lado presenta nuevos y mejores métodos de interacción con el usuario, como a través de la voz humana y reconocimiento facial o mediante imágenes. Por ejemplo, cuando se mostraron las características de la cámara de fotos del Galaxy Note 9, hicieron hincapié en que su software es capaz de reconocer cuando una persona sale con los ojos cerrados y permite corregirlo usando otras imágenes.
Por otro lado, sirve para mejorar a los productos. En este caso, con los televisores 8K mostraron la función IA Upscaling, que gracias a 256 algoritmos en su procesador (el Quantum Processor 8K) permite “escalar” (hacer un “upgrade”) tras analizar y reconocer el formato del contenido que se esté ejecutando (Netflix, un pendrive, un video de celular o una señal de cable). La empresa coreana se suma así al grupo del 8K integrado por otras como Sony, LG y Sharp, que de un año a hoy ya mostraron sus pantallas.
Y, a la espera del nuevo iPhone anunciado para mediados de septiembre, en Berlín también se presentaron un par de modelos de smartphones. Los más interesantes fueron el Xperia XZ 3 de Sony, el ZTE Axon 9 Pro (que soporta 5G) y el HTC de gama media U12 Life. La crítica elogió mucho el minimalista chino Honor 8X, cuya marca pertenece al Grupo Huawei.
Por los pasillos de los enormes pabellones de Messe Berlín se vieron una gran cantidad de parlantes inteligentes, la nueva categoría de la industria hasta ahora liderada por el Echo de Amazon. Google ocupa el segundo puesto con su Home Assistant y Apple HomePod; Lenovo y Sonos van atrás, pero ganando terreno. También LG, Bose, Sony y Bang & Olufsen con sus futuristas BeoSound 1 y 2. Y varias marcas más desconocidas, asiáticas y europeas. El mercado es grande y todos quieren vender el suyo. “En pocos años no se venderá un solo parlante que no sea inteligente”, dijo un ejecutivo de una empresa asiática mientras recorría la feria.
La industria ya está navegando a velocidad crucero hacia el futuro con la Inteligencia Artificial como mascarón de proa. Ahora le falta encontrar, tal vez, su misión más difícil: que tanta conectividad se vuelva útil para cambiar realmente el día a día de la gente.