A diferencia de otros años, en 2025  el diseño de viviendas refleja más que nunca los cambios en las maneras de vivir nacidos durante la pandemia que se sumarán a los beneficios de nuevo modelos de financiación y a cierta estabilidad económica, y a la tendencia de una mayor sustentabilidad tanto para proteger el medio ambiente como para acelerar la construcción.

Personalidad y confort marcarán los desarrollos arquitectónicos este año. "A lo largo del tiempo, vemos cambios en la forma de habitar que cobraron más fuerza durante la epidemia de Covid. Estas transformaciones se volvieron más explícitas de ahora en más. Las personas precisan que su ámbito inmediato le ofrezca mayor confort", señala Fernanda Smith, gerente de Marketing y Producto de HÄFELE Argentina.

En cierto modo, la pandemia generó una revalorización del espacio propio donde se resuelvan las necesidades del día a día de todos los integrantes de la familia.  

"Asimismo, el 2025 demandará más eficiencia en función a los costos. A veces la inflación "tapaba" algunas ineficiencias. Ahora se deberá trabajar mucho en los procesos, el diseño y la tecnología", considera Martín Piantoni, CEO de Alton Desarrollos.  

La comodidad pasa también por el orden. Esto se traduce en más almacenamiento. Aprovechar hasta el último rincón para crear armarios o lugares de guardado. Por ello los mudroom ganan terreno.  "En un principio y sobre todo en Europa, eran los espacios previos al ingreso a la casa donde se dejaba lo que se traía de la calle: sobretodos, botas, paraguas, etc. Hoy por hoy, es como un mueble organizador. Incluso, este verano se los ubicó cerca de las piscinas para guardar toallas, lonetas, sillas plegables, y otras cosas relacionadas con la pileta", cuenta Smith.

Biofilia

En ese sentido, el diseño biofílico cobró fuerza. La gente demanda conectarse  con el entorno utilizando de modo directo o indirecto la naturaleza. 

"Los proyectos arquitectónicos deben estar mucho más cruzados con el hábitat. Emplear la vegetación para protegerse de las orientaciones adversas en cuento al viento o del sol. De la misma manera, reciclar el agua de lluvia para ser reutilizada en los sistemas propios de un edificio", explica Alejandro Borrachia, decano de la Escuela Superior de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Morón [UM].  

Es importante recordar que al maximizar la entrada de luz solar y al facilita la circulación de aire fresco se  reduce la dependencia de iluminación artificial y de la climatización artificial.

Sin duda, la biofilia es fundamental en el contexto pospandémico. Se busca cada vez más crear ambientes saludables y armoniosos. Por eso, para un grupo cada vez mayor de personas existe una necesidad imperiosa de zonas  verdes, ventilación cruzada o ventanas bien orientadas. Integrando el adentro con el afuera de una vivienda se intenta recupera la vida al aire libre. 

"Muchos diseñadores, estudiosos de los comportamientos sociales, manifiestan que el límite entre lo interno y lo externo sea lo más suave posible. Se lo reduzca a su mínima expresión. Esa integración se daría tanto por medio de amplios ventanales como por la incorporación de una huerta en la cocina", recalca  la gerenta HÄFELE.

De algún modo, esa tendencia ya se observó en exhibiciones como las casas FAO,  Dir y Dar.  "Existe sin embargo la idea de no "coser" la arquitectura externa con la interna a cualquier precio. Más bien, hacerlo de manera benévola. No realizarlo, por ejemplo, en un lugar donde tengas que bajar todas las cortinas en verano y prender el aire acondicionado. Es preciso fijarse en el daño contraproducente que  se puede ocasionar así", afirma Borrachia quien es además titular del estudio de arquitectura del mismo nombre.  Esta visión permite jugar con protecciones solares móviles y vegetales, entre otros elementos. 

"Tiempo atrás, los espacios exteriores no "calificaban" tanto desde el punto del promotor inmobiliario. Después de la Pandemia, existe una mirada valorizadora de un balcón un poco más grande de lo convencional, de un terraza o un pequeño patio", acota el decano de UM.    

Sustentabilidad

Una necesidad ineludible es ya la protección medioambiental. El empleo de insumos que cuiden el ambiente es otra tendencia de larga data que continuará afianzando en 2025. "Las nuevas generaciones cuestionan sobre todo la proveniencia de los materiales, cuál es su vida útil e incluso que "sucede después" con ellos", marca Fernanda Smith.

En tal sentido, una de las tendencias más extendidas este año es emplear materiales sustentables y reutilizar otros como la piedra y la madera. 

"Generalmente, la construcción en seco es ecológica y permite además contar con obras más limpias. Si le sumamos aberturas de PVC, se logra una mayor aislación térmica y ahorro de energía", enfatiza Piantoni, de Alton Desarrollos. 

Un párrafo aparte merece la automatización. "De ahora en más, los edificios no deberían estar preparados tanto para incorporar grupos electrógenos a gas, sino con equipos de recuperación de energía con batería de litio, o con dispositivos capaces de conectarse a paneles solares en caso de corte de luz", subraya Piantoni.  

Entonces, los nuevos  emprendimientos edilicios deberían potenciar las capacidades de absorber, almacenar y generar energía propia, así como administrarse en función de datos. Estas cualidades permiten ser más eficientes, y reducir costos y su huella de carbono.

Por otra parte, la arquitectura modular y prefabricada continuará avanzando a paso veloz este año. "Se buscará cada vez más proyectos que resuelvan de manera efectiva y rápida cuestiones que no se pueden resolver con los métodos convencionales de construcción", puntualiza Alejandro.

Incluso, se reclamará de ahora en más que la duración de la obra esté atada a los plazos  de la financiación.  "Los tiempos de edificación se deben acelerar. Desde el inicio de obras de 1.500m2 a 4.000m2 debe contarse 24 meses. Se permitirá ir en línea con las líneas de crédito como los préstamos divisibles", explica Piantoni.    

Igualmente, los métodos modulares y prefabricados  ofrecen flexibilidad en el diseño. Permiten adaptarlo a diversas necesidades desde una vivienda hasta una oficina o espacios comerciales.

"Cada  vez más gente, nos pide en el estudio una casa que se pueda transportar.  Así, estar un tiempo en un terreno y después llevarla a otro lugar. Esto demanda el empleo de materiales más livianos. Es un cambio en la lógica de la materialidad", afirma Alejandro Borrachia.

Este enfoque constructivo implica disminución de tiempos y costos, pero no de calidad y precisión pues se las produce en fábricas. Por eso ofrecen una mayor control y sostenibilidad.

A nivel mundial el co-housing, co-living o covivienda y build to rent, son conceptos de vivienda colectiva que tendrá mucho empuje en 2025. Aunque no se lo comience a observar tanto este año a nivel local

El co-housing  está en línea con la aplicación de la economía circular en la  arquitectura. Generar  espacios flexibles capaces de permitir diversos usos  a lo largo de su vida útil. 

Un párrafo merece la impresión 3D. Muy posiblemente,  este año será el vehículo para crear objetos tridimensionales en forma automatizada. Y así generar desde un hormigón a productos orgánicos y biodegradables.