Mariano Wechsler y Diego Jolodenco se conocen hace muchos años. Juntos suman décadas de trabajo dentro de la industria tecnológica argentina y, durante todo ese tiempo, también han enseñado a cientos de personas a programar. Sin embargo, nunca habían podido trabajar juntos hasta finales de 2021 cuando lanzaron Teamcubation, una startup que genera un vínculo entre la academia donde estudian los futuros desarrolladores y las compañías que necesitan emplearlos.
“El problema que vimos es bastante antiguo y se relaciona con no conseguir un primer empleo por no tener experiencia pero no tener experiencia por no conseguir un primer empleo”, explica Jolodenco a Forbes Argentina. Y agrega: “En un mercado que está tan demandado como el software developers, veíamos un montón de compañías que decían no conseguir gente cuando nosotros sabíamos que de un solo instituto capaz salían 400 o 500 personas por mes capacitadas. La respuesta siempre era la misma: que no tenían experiencia. Lo que nos dimos cuenta es que faltaba un engranaje en el medio que vincule la academia y el trabajo. Así nace Teamcubation”.
Las operaciones de la startup empezaron en octubre de 2021 pero el inicio de entrenamiento a juniors fue en marzo de 2022. Por lo tanto, los primeros resultados los tuvieron entre agosto del 2022 y marzo de 2023. “Hasta ahora llevamos entrenados y con el proceso finalizado a 27 juniors que están integrados a los equipos de nuestros clientes y actualmente tenemos otros 72 en pleno proceso”, indica Wechsler que además afirma que el plan de Teamcubation es llegar a entrenar a 30.000 programadores por año en los próximos 5 años.
Entre los clientes más destacados de Teamcubation, se encuentran Mercado Libre, Agrotoken, Byma y IOVlabs. Para todos ellos el modelo es el mismo: pagan un fee mensual a Teamcubation durante seis meses y al final del proceso reciben el software desarrollado y tres empleados que ya cuentan con experiencia para integrarse a sus equipos.
“Los juniors tienen muchas características que son espectaculares. La primera es que son vastos porque hay muchos yendo a aprender. La segunda es que son diversos en un montón de aspectos, incluso en experiencias laborales previas. Hay mucha gente que viene de otras industrias y aprendió a programar, como casos que hemos tenido de un contador de 43 años o una matemática de 23”, destaca Wechsler. Y continúa: “También tienen mucho agradecimiento por quienes les dan sus primeras oportunidades. Por lo tanto, rotan mucho menos y tienen mayor compromiso con la empresa. Todas esas características hacen que sea tentador para las empresas”.
Con los beneficios establecidos para empresas y juniors queda una tercera pata para analizar: los seniors que trabajan para Teamcubation. “Es gente que por lo general quiere ser el senior que les hubiese gustado tener cuando eran junior y los senior no les daban bola. Es gente que quiere transmitir su conocimiento y acompañar este proceso”, dice Jolodenco. “Nosotros definimos qué tipo de senior necesita un determinado proyecto en relación a la tecnología requerida. Ahí le hacemos una oferta de laburo que tiene dos focos: desarrollar el software, que es lo que le gusta hacer, y ayudar a que los juniors aprendan a laburar”.
Las operaciones de Teamcubation
Para comenzar con la startup, los fundadores de Teamcubation realizaron una ronda de inversión que fue liderada por fondos como Alaya, FJ Labs, Mr. Pink y Opera Ventures, entre otros. En total levantaron un millón de dólares y aunque aún no está cerrada no es seguro que la continúen ya que actualmente se encuentran en break even. De hecho la estimación de facturación para el año es de US$ 2.000.000.
Por otro lado y con el objetivo de cumplir las metas planteadas, desde la empresa se proponen desembarcar en países como España, Israel, Canadá y Estados Unidos, además de continuar con el crecimiento regional. “Ampliaremos las operaciones en ciudades de varios países a nivel global que enfrentan el mismo problemas y desafíos. Las compañías dicen no encontrar talento, mientras que a metros de sus oficinas hay cientos de personas aprendiendo a programar pero sin experiencia laboral”, aseguran los fundadores.
Solucionar una problemática nacional
Según datos de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), el empleo en la industria IT pasó de 20.000 puestos de trabajo en 2004 a más de 140.000 este año, un crecimiento exponencial que deja entre 10.000 y 15.000 plazas sin cubrir anualmente. Por otro lado, el ente, a través del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI), publicó recientemente un informe de salarios y empleo para el cual participaron 231 pequeñas, medianas y grandes empresas que informaron salarios para 23.500 colaboradores de todo el país.
El estudio revela que a enero de 2023, la mediana salarial de las personas que se dedican al rubro IT fue de $347.000. Además, para julio del 2023 las empresas de la industria tecnológica proyectaron -en marzo- que la mediana salarial para el rubro IT alcanzará los $515.000, lo que supone un aumento del 48% en el primer semestre de este año, un valor similar a las expectativas inflacionarias del mercado a ese mes (45%, BCRA).
En ese contexto, otra problemática que surge es que empresas del exterior buscan talento en la Argentina por su calidad y precio. “Una de las cosas que nos gusta es que somos una parte innovadora que no existía en la industria para resolver ese problema. Nos podemos quedar pensando en que la vida es injusta porque vienen de afuera con dólares a llevarse el talento o nos ponemos a trabajar para encontrar una solución”, destaca Wechsler. Y finaliza: “No lo va a resolver la academia ni el Estado sino todos juntos. Creemos que somos una especie de consolidador para que toda la gente que estudió, que son un montón, ocupe los puestos que hoy están disponibles. Y es cierto que en algún momento quizás se los lleven también de afuera, por eso tenemos que desarrollar un flujo constante de desarrollo de gente porque lo que es real es que el talento argentino es increíble y hay muestras de eso en todo el mundo”.
