Se llama Rodolfo Cámara pero todos lo conocen como Rodo. Es que el fundador de The Food Truck Store se convirtió además en influencer de hamburguesas, con casi 35.000 seguidores en su Instagram. El emprendedor se enorgullece con los números que maneja su negocio: produce 20.000 medallones de hamburguesas por semana, 15 toneladas de papas fritas por mes y 6 toneladas de panceta. Tiene dos locales en el país -ubicados en Recoleta y Palermo-, proyecta una nueva apertura en Belgrano y en 2021 abrió una franquicia en Miami.
Sin embargo, el camino no fue fácil y tuvo que repensarse varias veces para lograr el objetivo. Cuando tenía 21 años, Cámara empezó a trabajar en Panini, el restaurante familiar que fundó su padre hace más de dos décadas. Con la pandemia, el negocio tuvo que bajar sus persianas definitivamente, pero la herencia gastronómica hizo fuerza.
En 2014, padre e hijo recibían pedidos de caterings y con ese puntapié decidieron crear The Food Truck Store para hacer eventos en lugares abiertos con comida típica de feria como panchos, hamburguesas, lomitos, langostinos, papas fritas y choclos, entre otros. “En ese momento, los food trucks eran una tendencia incipiente. Invertimos US$ 5.000 en un trailer, lo armamos como un proyecto padre e hijo y nos tomó seis meses”, rememora el emprendedor, que tuvo su debut en un Holi Festival y luego no paró de girar por ferias itinerantes.
Cámara fue fundador y presidente de la Asociación Argentina de Gastronomía Móvil hasta 2018. “Hicimos la ley para estar en la vía pública junto al Gobierno de la Ciudad, llegamos a tener 150 miembros, pero los requerimientos eran muy complejos, por eso no se ven food trucks en la calle”, asegura. Así, decidieron poner el food truck dentro de un local para vender en la semana y sacarlo a las ferias los fines de semana. El primero abrió sus puertas en 2015 en Recoleta. “Eso lo hicimos tres años consecutivos hasta que la moda de los food trucks pasó. El mercado se empezó a saturar y dejó de ser negocio”, cuenta.
En ese momento, Cámara estaba haciendo un posgrado en el IAE y cursó con quien en ese momento tenía la posición de gerente de Expansión de Freddo. “Me propuso abrir un food truck de Freddo en Miami, lo hicimos y cuando volví a la Argentina quise vender el fondo de comercio con la intención de irme a vivir afuera, pero con el nivel de venta que tenía no me daban nada”, describe.
De ese viaje se trajo una experiencia que le valió de inspiración: en una escapada a Nueva York probó una hamburguesa que ese año ganó el reconocimiento a la mejor del país. Así, decidió apuntar a ese mercado: replicar algo de lo que conoció desgustando hamburguesas en los Estados Unidos.
“Mi viejo tenía una picadora de carne comprada en un remate y empezamos a probar blends para dar con el sabor que queríamos”, cuenta. Cambiaron toda la carta y a la semana del debut invitó al influencer Burger Kid para darle difusión. De esa relación, en 2018 surgió la posibilidad de hacer un documental de hamburguesas en los Estados Unidos, que fue sponsoreado por la marca Hellman's. “Hamburgueseros” recorrió nueve ciudades durante 24 días en los que degustaron más de 40 variedades en el país que es considerado la meca de la hamburguesa, un producto que tiene 127 años de historia. “El documental nos dio mucho posicionamiento como marca y fue pensado para hacer crecer el negocio”, asegura Cámara.
El Covid-19 lo agarró justo con una apertura proyectada para el 26 de marzo de 2020, pero tuvo que dar marcha atrás para buscarle la vuelta al negocio (el local finalmente abrió en agosto de ese año). “Un día antes del aislamiento, decidimos vender todo lo que teníamos en stock para que la gente cocine las hamburguesas en su casa. Hicimos tres packs: una bacon cheeseburger, una doble bacon cheeseburguer y una fried onion, que es un estilo de Oklahoma. Cerramos la cocina sin mercadería: vendimos 150 packs”, asegura el ejecutivo, sobre una modalidad que sigue estando disponible.
A sus dos locales en el país, en septiembre de 2021 sumó una franquicia en Miami, que ya vende 6.000 hamburguesas por mes. “Allá hay mucha competencia, pero nos está yendo muy bien”, destaca. Allí hicieron una transferencia de todo el knowhow para que puedan hacer los productos -hamburguesas y panes- con elaboración propia. Además The Food Truck Store proyecta abrir un tercer local en el país, en Belgrano, y un nuevo centro de producción para abastecer los locales.
Con 50 empleados, la empresa invirtió para incorporar tecnología y máquinas que ayuden a incrementar el volumen de la fábrica. “Queremos empezar a dar franquicias y necesitamos tener la producción concentrada”, adelanta quien además busca poner en el mercado de salsas para hamburguesas una con su marca.
Cámara se convirtió en un referente del mundo hamburguesero en redes sociales. De hecho, tiene un canal de YouTube, con diferentes programas, como Academia de Hamburguesas, donde cocina con famosos y con gente reconocida del ambiente, y Roadtrip, donde recorre la Costa Atlántica con el panadero de la marca. “Para el Día de la Hamburguesa, a fines de mayo, armamos el Burgerpalusa, un festival que vendió más de 500 entradas. Me interesa mucho hacer comunidad”, cuenta el emprendedor que también va a hacer la segunda temporada del documental Hamburgueseros.
“De acá a fin de año vamos a estar produciendo 35.000 medallones por mes y esperamos facturar $ 65 millones por mes”, asegura el emprendedor, que destaca el rol de las apps de delivery que representan el 36% de las ventas. A Cámara le tocó ver a su padre cerrar un negocio en plena pandemia. Y aunque se sumó a su equipo, liderando la puesta en marca del centro de producción, conoce de primera mano cómo los vaivenes de la economía argentina afectan a los negocios.
“El problema más grande es la falta de reglas claras y tener que cambiar mes a mes los precios. Este año la carne aumentó un 50% y perdemos rentabilidad mes a mes”, asegura. Y añade: “Una hamburguesa en la Argentina está en promedio US$ 6,5 y hace cinco años estaba US$ 12. Debería estar 30% más cara de lo que está, pero no podemos aumentar tanto los precios porque nadie compra”.