No queda muy claro si es entusiasmo, adrenalina o las dos cosas; y no se sabe si es por el pase de Argentina a cuartos o por las buenas nuevas en los negocios; pero en las oficinas de Nike -que en los papeles no es Nike, sino Southbay- solo hay sonrisas. Apenas unas horas antes de la inauguración de su nuevo local en Unicenter, Jeffrey Mitchell, Gerente General, y Federico Tórtora, Director Comercial, dejan en claro que este reboot de la marca en la Argentina trajo un nuevo aire. “Fue una bocanada de aire fresco, porque el que llega es un grupo que invierte y que le gusta crecer”, dice Mitchell.
Luego de algunos amagues y de idas y vueltas, el pasado 15 de septiembre se concretó la salida de Nike del país, que al parecer no es tal. “Nike no se fue”, dice Mitchell, “hubo un cambio de accionistas: las acciones de Nike pasaron a ser del grupo Regency, y Nike Argentina ahora se llama Southbay SRL”.
La nueva sociedad es una subsidiaria de Regency, un gigante que opera en 13 países de Centroamérica y el Caribe desde hace 42 años, con marcas como Converse, Guess, Inditex y Forever21, entre otras. “Es un grupo que entiende lo que hace y que está aportando un montón. Conocen Latinoamérica y hablan nuestro mismo idioma, por lo que no hay un choque, sino una sinergia”, dicen.
La apertura del nuevo Nike Unicenter es la primera de varias noticias que Southbay/ Nike espera dar en el corto plazo. El local demandó una inversión de US$ 2,5 millones y fue planificado bajo un concepto llamado Rise, presente sólo en 6 tiendas de Latinoamérica, dos de las cuales están en la Argentina (la otra es en el Abasto). Tiene 1200 metros cuadrados y emplea a 50 personas. “Buscamos potenciar la omnicanalidad y las relaciones 1 a 1 con el consumidor”, dice Tórtora.
Mitchell y Tórtora llegan a Southbay tras 17 y 19 años en Nike, respectivamente. Ambos coinciden en que Regency tuvo especial cuidado en mantener a toda la cúpula, que ya conocía la operatoria de la marca en el país. “Sigue siendo Nike: mismas oficinas, mismos locales, mismos empleados, mismos consumidores”, coinciden. Hoy Southbay emplea a alrededor de 510 personas en la Argentina, y también maneja las operaciones de la marca en Uruguay.
-¿Ustedes aseguran que no habrá cambios para el consumidor? ¿Los fans de Nike van a tener los mismos lanzamientos y precios que hasta ahora?
Tórtora: Hoy inauguramos un Rise, que es el último concepto que tiene Nike en el mundo. Si mañana la marca evoluciona hacia otro concepto, iremos hacia ese lugar. Si Nike lanza el último botín de fútbol, vamos a tener ese botín. Es importante aclarar que por tratarse de un concepto de distribución distinto, no estamos relegados ni mucho menos. En cuanto a los precios, transitar este nuevo camino no nos hizo ver cambios en los valores.
La omnicanalidad como objetivo
Comprar en un Nike Rise supone un intercambio personalizado, pero también tecnológico: cada vendedor está equipado con un iPhone con el que chequea el stock en el momento frente al cliente, que casi al instante recibe el producto desde el depósito, en una coreografía sincronizada a la perfección. Todo rodeado de luces, pantallas, logos, pisos de goma reciclados con el programa Nike Grind y esas zapatillas que parecen nunca agotar su magnetismo con los consumidores argentinos, con las líneas Jordan y Dunk a la cabeza.
Un nuevo local también supone el desafío de poder satisfacer las expectativas de los consumidores, más aún en un contexto en el que hablar de productos importados puede generar cierta incomodidad. “Vivir en la Argentina implica tener que tener muchas más charlas con todos los interlocutores para poder tener un flujo de abastecimiento como el que necesitamos”, dice Mitchell. “No es nada nuevo, es algo que venimos haciendo desde hace muchos años, pero la coyuntura de hoy es más compleja. A veces se genera un cuello de botella, pero después se afloja”, agrega. Y eso también se logra con sus tres socios industriales en el país: el Grupo Dass para calzado, RA Intertrading para indumentaria y Derwill para accesorios, que además exportan para toda América Latina.
La producción local, se sabe, resulta indispensable para todas las marcas deportivas. “Buscamos que el abastecimiento sea un tema desde los depósitos de los locales hacia atrás, porque el cliente no se tiene que dar cuenta de eso”, dice Mitchell. “La inauguración de este local y los planes futuros miran hacia adelante y son el fiel ejemplo de hacia dónde vamos”, dice Tórtora, “si no pudiéramos garantizar el abastecimiento no habría inversiones”. “El oxígeno que nos dio el grupo es ese: el de la inversión y el crecimiento, y nosotros vamos detrás de eso para potenciar la marca”, agrega Mitchell.
-¿Cuándo Nike va a tener su propio e-commerce?
Tórtora: Estoy con ese proyecto desde hace años. Sí, Nike se merece el e-commerce y estos cambios pusieron ese proyecto en pausa, pero en breve vamos a poder dar esa noticia. No existe omnicanalidad sin un e-commerce atrás. Eso va a suceder en el corto plazo. A los consumidores más jóvenes les interesa también la app y el metaverso.
-¿Está prevista alguna inversión en ese sentido?
Tórtora: A mí me gusta decir que tenemos que aprender a gatear antes de caminar y de correr. Vamos a ir hacia allí, pero primero vamos a tener nuestro e-commerce. Tenemos nike.com y snkrs.com, y de acá a un año vamos a tener muy buenas noticias para ese público también.