Hugo Sigman lo hizo de nuevo. Cuando en marzo recibió al Presidente Alberto Fernández para cortar las cintas de su flamante planta de biosimilares en Garín, aseguró que invertía en la Argentina como un acto de rebeldía. Sin embargo, seguramente jamás imaginó que ese espacio sería un eslabón central en la fabricación de la vacuna contra el Covid-19 para toda América Latina. Ayer, se conoció oficialmente que mAbxience, una de las patas biotecnológicas del Grupo Insud, líder europeo en la provisión de materias primas para la industria farmacéutica y con amplia presencia en la Argentina, se ocupará inicialmente de la producción de 200 millones de dosis de la vacuna desarrollada por el laboratorio de la Universidad de Oxford y el gigante anglosueco AstraZeneca. La cadena se completa con un aporte de la Fundación Carlos Slim que pone todo el riesgo en esta empresa sobre sus hombros y el laboratorio mexicano Liomont que se ocupará del envasado final.
El pasado abril, cuando la pandemia del coronavirus ya comenzaba a inquietar a esta región del globo, Sigman y el propio Slim compartieron un Zoom, junto a un número reducido de empresarios, para analizar las consecuencias que podía acarrear toda la situación para sus países. ¿Ese encuentro habrá sido un primer paso para desembocar en la decisión conocida ayer? Más allá de si efectivamente haya influido, el timing de Sigman es elocuente. Invirtió US$ 40 millones en el final del mandato de Mauricio Macri para levantar una planta única en su tipo y solo seis meses después de su inauguración logra sellar un contrato que, en principio y solo de mínima, lo involucra en un negocio de al menos US$ 450 millones para el primer semestre de 2021.
Según se conoció oficialmente, la producción abastecerá a los mercados de América Latina con la excepción de Brasil y un estimado inicial de producción que oscila entre 150 y 250 millones de dosis con un costo de al menos US$ 3 a partir de los próximos meses. Autoridades del Grupo Insud adelantaron que tienen la capacidad de producir 22 millones de dosis mensuales, pero en una segunda etapa podría elevar ese número hasta las 50 millones.
¿Quién es quién?
AstraZeneca es un gigante listado en la Bolsa de Nueva York con una valuación que ayer saltó 5% hasta los casi US$ 150.000 millones, colándose entre los cinco mayores laboratorios del Planeta. Mientras tanto, el papel de mAbxiencie se reduce a una planta en León, España, y sus operaciones en la Argentina desde 2008. Las empresas del Grupo Insud, fundado por Sigman de la mano de su esposa, Silvia Gold, en 1977, no están listadas en ningún mercado de valores, pero agrupa sociedades a ambos lados del Atlántico y suma 6000 colaboradores, 150 de los cuales se ocuparán de hacer realidad la esperada vacuna en la planta de Garín.
Durante la pandemia de influenza A/H1N1 de 2009 se hizo evidente la falta de disponibilidad de vacunas para prevenir la infección en la Argentina. Y en ese contexto, Sigman también aportó una solución. Montó un consorcio y presentó una iniciativa privada al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que mediante un decreto declaró de interés nacional la apuesta del magnate argentino. El consorcio adoptó el nombre de Sinergium Biotech y estuvo conformado por dos empresas donde Sigman ya tenía participación, Biogénesis Bagó y Elea, y sumó a la suiza Novartis para la transferencia de tecnología. En ese momento, habrían invertido US$80 millones en levantar una nueva nave industrial para producir 30 millones de dosis y, ahora, esa planta acaba de sumar un nuevo vecino en el predio de Garín: la nueva usina de mAbxience.