En la historia de Banco del Sol, el banco digital del Grupo Sancor Seguros, quedará escrito que nació en plena pandemia. El gerente general, Sebastián Pujato, cuenta que el lanzamiento fue el 20 de agosto, unos meses después de lo previsto por la incertidumbre que generó el brote de Covid. Nos puso sobre la mesa un montón de preguntas que antes no nos planteábamos, como si tenemos la capacidad para operar 100% remoto, cómo adaptar los puestos de trabajo y si habría demanda o no, cuenta el ejecutivo, que trabajó en Grupo Techint y Banco Galicia.
Pero el sistema vivió un proceso de digitalización inédito. ¿Ayudó eso?
Sí, muchísimo. La pandemia llevó a un montón de personas que quizás antes no usaban el celular para nada a que tengan que resolver un montón de cosas usando la tecnología. El espectro de oportunidades para la diaria de cualquier familia a través del celular se incrementó.
Además, como empresa nueva, nunca habías operado en no pandemia. ¿Fue una ventaja?
Te diría que nosotros sabemos operar en pandemia. Pero, además, la otra gran realidad (y esto es para cualquiera que esté en un proyecto que al final del día es una startup) no tenés tiempo de pensar en otra cosa que en cómo resolvés el millón de temas de los que tenés que ocuparte para sacar adelante el proyecto. Arrancar a operar en el mercado y todas las cosas que tenés que readaptar de lo que pensaste que podía funcionar y eventualmente no te funcionaron, más todos los productos y servicios que querés seguir incorporando.
¿Tuvieron que hacer cambios o ajustes de lo que se habían imaginado?
Del origen tuvimos que cambiar algo porque el contexto la verdad nos agarró con una pandemia en marcha y un impacto en la economía. Nuestra decisión inicial fue, poniéndonos en la cabeza del cliente, querer darle una prestación que no tenga costos. Hoy sos cliente de Banco del Sol y no pagás. Pusimos a disposición de los clientes un banco que no cuesta plata; al contrario, te hace ganar plata a través de la caja de ahorro, que te paga una tasa de interés. Lo mutamos muy rápidamente a medida que avanzaba la pandemia y empezábamos a ver el efecto en la economía y en los bolsillos de los potenciales clientes. Esa propuesta de valor pasó a ser estructural.
¿No les vas a poder volver a cobrar?
No es que no voy a poder. No voy a querer, porque la verdad me funcionó bien. Estamos ofreciendo algo que es diferencial. Lo adoptamos para siempre. Y lo otro, que es un poco más puertas adentro, es cuál va a ser nuestra forma de trabajo a futuro. Yo soy de los que disfrutan de estar con el equipo. Me parece que como cultura del banco que estamos construyendo la presencialidad era uno de los pilares. Tuvimos que aprender a lograr eso a distancia. A futuro, creo que será un híbrido.
La motivación en la startup es un tema clave. ¿Cómo lo transmiten?
Te diría que en nuestro caso particular el proyecto per sé, lanzar un banco, es tan atractivo que ya eso motiva, no importa dónde tengas que estar trabajando.
¿Y cómo mantenés esa energía?
El rol de líder es en muchos aspectos un rol solitario. Si bien tenés un consultor, que puede llegar a ser el accionista, al final del día tomamos decisiones en soledad. Tenemos que tener dos características muy reforzadas: calma y coraje. Calma para que no te abrume la realidad y poder transmitírsela a tu equipo, porque vos sos el faro que está iluminando el camino de un montón de personas. Pero también el coraje de tomar decisiones que a veces son duras. Son características que quizás en épocas no tan complejas no necesitás tanto.