El ecosistema fintech en Argentina y el resto de América Latina está en pleno crecimiento. Gracias al avance de la tecnología y a la necesidad de la sociedad de adentrarse en el mundo del dinero digital, las compañías de esta clase son cada vez más y requieren de una mayor infraestructura.
Geopagos tiene la solución. Con un volumen de transacciones anuales de más de cien millones, más de un millón de usuarios alcanzados por sus soluciones y más de treinta socios, entre los cuales se destacan verdaderos gigantes de la industria como Ualá, Naranja X, Getnet y Banco Azteca, la compañía argentina apunta a convertirse en una de las más importantes del sector.
En diálogo con Forbes Argentina, Sebastián Núñez Castro, actual director ejecutivo de Geopagos, habló acerca de los inicios de la empresa, su presente y su futuro.
-¿Cuándo nace Geopagos y con qué propósito?
-Nuestra historia empieza en 2012, en el Apple Store de la Quinta Avenida. La tienda estaba colapsada de gente y Julián Lisenberg, uno de los cofundadores de Geopagos, no quería esperar para comprarse su computadora. Justo cuando se estaba por ir, se acercó un vendedor que no solo le mostró en una aplicación que tenía en su iPhone las opciones de computadoras, sino que también finalizó la compra allí mismo de manera muy práctica. Simplemente tomó la tarjeta de crédito y la deslizó en la parte trasera del mismo teléfono y compra hecha.
Al volver a la Argentina, nos juntamos con Julián, Fernando Tauscher y Raúl Oyarzún y comenzamos a investigar la posibilidad de crear una plataforma con la capacidad de replicar estas prestaciones. Nuestro principal motor fueron las ganas de querer cambiar la experiencia de compra de los usuarios en una región en donde el rey era el efectivo, y aún hoy lo sigue siendo.
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Después de estudiar varios modelos de negocios, y encantados con la posibilidad de ampliar la accesibilidad para todos, a partir de la digitalización de la industria de pagos, decidimos enfocarnos en posicionarnos como socio tecnológico para ayudar a todo aquel que quiera lanzar y hacer crecer su negocio de adquirencia. Sabíamos que en el futuro las adquirencias monopólicas se iban a terminar y con ello iba a emerger una nueva industria de pagos. Como habilitadores, logramos impactar a más clientes, pero sin olvidarnos que nuestro negocio es B2B2C, entonces siempre mantenemos al cliente final en el centro.
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En 2013, abrimos la puerta de Geopagos y, desde entonces, creamos plataformas y redes de pagos digitales para América Latina que transforman la experiencia de compra y venta, combinando las mejores tecnologías globales con nuestro conocimiento regional. Lo hacemos porque creemos en el potencial de los pagos digitales, para que todos puedan hacer crecer sus negocios. Ese es nuestro propósito.
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-¿Cómo fue el crecimiento de Geopagos durante estos años y qué modelo de negocios lo acompañó?
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-Empezamos de a poco para poder acompañar a nuestros primeros clientes como ellos necesitaban y en el camino poder ir aprendiendo juntos. Eso nos llevó en diversas oportunidades a modificar la oferta de valor y reinventarnos para seguir acompañando el movimiento de la industria. Esto también nos permitió que, con los conocimientos aprendidos, podamos llegar a más clientes, más mercado y más industrias. Hoy estamos presentes en más de 15 países, con 32 clientes, impactando en 100 millones de transacciones por año.
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Al principio, apostamos por un modelo end to end en el que no sólo les ofrecemos los productos a nuestros clientes, sino que también los acompañamos y los ayudamos a potenciar sus ventas y a que cada vez puedan tener más usuarios activos que utilicen las soluciones; en la modalidad de marca blanca, en la cual todos nuestros clientes cuentan con una solución adaptada en look and feel a su marca, y con las herramientas necesarias para que ellos mismos puedan configurar como quieren que su negocio opere y poder seguirlo en tiempo real.
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En los primeros tiempos, comenzamos con el producto de mPOS y solo venta presente, y con el pasar del tiempo, en base a las necesidades crecientes de la industria, fuimos incluyendo otros medios de pago, como el ecommerce y el QR que nos posibilita hoy posicionarnos como una herramienta omnicanal.
Con los cambios del mercado y nuevos jugadores ingresando a competir, adaptamos la oferta de valor con herramientas flexibles, modulares y que se adaptan a cada mercado. Con nuestro conocimiento y la infraestructura con la que ya contamos, ofrecemos un time to market único para poder impactar en cada mercado en el que estamos.
-¿Cómo se proyectan en los próximos cinco años?
-En cinco años nos vemos posicionándonos como referentes en la región de América Latina en la creación de soluciones digitales de pago. Vamos a seguir aportando al objetivo mayor, que es la inclusión financiera, porque en tanto haya mayor inclusión financiera todos progresamos, y los pagos digitales se van a convertir en la necesidad primordial para que ningún comercio pierda una venta. La batalla contra el efectivo abre una enorme oportunidad para todos; sobre todo en América Latina, donde el efectivo sigue dominando los pagos, siendo dos tercios del total.
Para nosotros, el objetivo es simple: más usuarios, más transacciones, más volumen y más inclusión. Para lograr esto, nos planteamos cuatro vías de crecimiento claras:
- Ampliar la infraestructura: hacer crecer nuestra red a través de más conexiones y más soluciones.
- Generación de nuevos productos: llegar a más clientes generando productos adaptados a las necesidades de los diferentes segmentos, ya sea diversificando la oferta de hardware como de soluciones sin dispositivos.
- Penetración de ecommerce: hacer crecer los pagos online con soluciones que todos puedan usar.
- Expansión de mercado y clientes: continuar generando oportunidades de negocio en los mercados en los cuales actualmente tenemos presencia; como así también desembarcar en Brasil y luego en otros mercados.
