En medio de una guerra de semiconductores, repleta de participantes de todas partes del mundo, Samsung Electronics planea incrementar la capacidad de producción de chips en su planta más grande durante el 2023.
Si bien se cree que el próximo año habrá una fuerte desaceleración económica que atente contra la demanda de procesadores, la tecnológica coreana confía en el potencial de la industria e invierte para ganar participación en el mercado.
Concretamente, el plan es expandir la fábrica de P3 en Pyeongtaek, ubicada en Corea del Sur, agregando capacidad de obleas de 12 pulgadas para chips de memora DRAM, tal como informó el Diario Económico de Seúl citando fuentes de la industria no identificadas.
A su vez, Samsung ampliará la planta con capacidad adicional de chips de 4 nanómetros, que se fabricarán de acuerdo a los diseños de los clientes. Al mismo tiempo, planea agregar al menos 10 máquinas ultravioleta extremas.
Ya en octubre, la empresa asiática había comentado que no estaba considerando reducir la producción a pesar de las proyecciones de recesión.
Planeamos respaldar nuestros planes originales de inversión en infraestructura, dijo en aquel entonces Han Jin-man, vicepresidente ejecutivo de negocios de memoria de Samsung.
Por su parte, Micron Technology, uno de los rivales de Samsung, anunció la semana pasada que ajustaría sus inversiones de los US$ 12.000 millones originales a cerca de US$ 7.500 millones en su año fiscal 2023. Mientras, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) recortó su presupuesto de inversión anual en un 10%.
Según Greg Roh, jefe de investigación en Hyundai Motor Securities, la recesión de la industria de chips se sumará a las dificultades de las empresas de chips número 2 e inferiores, y tendrá un impacto positivo en el control del mercado de las principales empresas como Samsung.