Un pivote en el mundo emprendedor significa cambiar la estrategia del negocio. A veces, se cree que implica cambiar drásticamente la dirección de la empresa, pero no siempre es así. Puede representar un cambio en un aspecto puntual solamente.
De todas formas, el objetivo principal detrás de este giro de timón es contribuir a que la empresa mejore sus ingresos o sobreviva en el mercado. Su capacidad de ejecución será lo que después marque la diferencia.
Qué ejemplos de pivotes existen
- Convertir una característica de un producto en el propio producto, lo que da lugar a una oferta más sencilla y racionalizada.
- Centrarse en un segmento diferente de clientes, lo cual posicionará a la empresa en un nuevo mercado.
- Utilizar un nuevo modelo de ingresos para aumentar la monetización. Por ejemplo, una empresa puede descubrir que un modelo de ingresos basado en la publicidad puede ser más rentable que el freemium.
- Utilizar una tecnología diferente para construir un producto para mejorar su competitividad en el mercado.
Cómo saber si conviene cambiar la estrategia de la empresa
Debido a que muchas empresas han pivotado y han experimentado un éxito masivo como resultado, es fácil para caer en la falsa creencia de que pivotar es la solución mágica a cualquier problema. Sin embargo, modificar la dirección del negocio no es fácil, demanda muchos recursos y planificación, que sólo deberían utilizarse habiendo agotado todas las demás opciones. Por esta razón, es fundamental asegurarse de que no se está tomando una decisión precipitada. ¿Cómo? Estas son algunas señales:
1. La empresa vive al día
Si la compañía avanza de manera lenta a pesar de la cantidad de trabajo que le está dedicando, es posible que sea hora de pivotar. Probablemente, la estrategia de la empresa en sí no necesite pivotar, pero sí su modelo de negocio o de ingresos, su producto o su mercado.
2. Hay demasiada competencia
Una idea de negocio puede parecer única y original al principio, pero en el mundo de los negocios es fácil encontrar competidores. Dicho esto, es conveniente estar siempre informado de las últimas tendencias del mercado y saber identificar cuál es el diferencial de la empresa frente a los demás. Si el fundador no tiene en claro esto, tampoco lo tendrán los clientes, lo cual llevará a que no tengan fuertes razones para elegirte.
3. La empresa está estancada
Si pasa el tiempo y hay un progreso lento (o nulo) en el desarrollo de la empresa, es posible que se haya estancado. Esto puede ser el resultado del aburrimiento o de un equipo desmotivado, o simplemente de una estrategia ineficaz, pero sea cual sea la causa, debe considerarse un pivote o una renovación de algo.
4. Hay un único caballo de batalla que sostiene al negocio
Si sólo un aspecto de la empresa está teniendo éxito y el resto está fracasando o, al menos, avanzando lentamente, eso puede significar que la compañía deba centrarse en capitalizar lo que está funcionando y cambiar (tal vez radicalmente o deshacerse por completo) de lo que no está funcionando.
5. La respuesta del mercado es limitada
Más allá de cualquier estudio de mercado, el hecho de que alguien diga que pagaría una cantidad X por una oferta ahora no significa que la siga comprando dentro de seis meses, cuando realmente esté construido y lanzado el producto o servicio. Una respuesta tibia al primer lanzamiento de una oferta no suele ser un buen presagio y aunque es posible generar expectación con el marketing y las relaciones públicas, no se puede hacer mucho para convencer al mundo del valor de tu producto.
6. La visión actual del negocio no es la misma que la inicial
Una vez que la empresa salió al mercado y lleva un tiempo funcionando, existe la posibilidad de que sus objetivos, visión y valores cambien. Investigar un nicho y experimentarlo de primera mano son dos cosas completamente diferentes, y puede que el emprendedor se de cuenta de que hay otras vías más lucrativas para perseguir mejores a las actuales.
Cómo pivotar con eficacia
Una vez que el fundador haya decidido pivotar su empresa, debe tener en cuenta algunos factores para poder alcanzar buenos resultados. Estos son algunas recomendaciones que ayudarán a reducir los riesgos asociados a este cambio de dirección:
- Actuar con rapidez.
- Elegir nuevos objetivos que se complementen con la nueva visión del negocio.
- Pivotar no es empezar una hoja en blanco. Es importante identificar aquellos aspectos de la empresa que valen la pena rescatar.
- Escuchar a los clientes.
- Asegurarse de que el pivote representa oportunidades de crecimiento.
Con información de Endeavor