Es una empresa nueva, pero que ya resuena en el sector tecnológico: Lumen Orbit, lanzada por tres ingenieros a principios de este año, se propuso mejorar Internet espacial con un diseño optimizado de satélites.
Ahora los capitales de riesgo están acudiendo en masa a la empresa con sede en Redmond, Washington, Estados Unidos, con una exitosa ronda semilla de 11 millones de dólares que proporciona una aproximación de 40 millones de dólares para la firma, según Techcrunch.
Se pensaba que era un pensamiento radical, moonshot, pero luego del día de demostración de Y Combinator, Lumen Orbit sorprendió y sumó grandes nombres a bordo. Algunos de estos inversores incluyen NFX y Soma Capital, así como Andreessen Horowitz y Sequoia como otros jugadores. Según se informa, ya hay planes en marcha para una nueva ronda de financiación.
Enviando nuestros centros de datos al espacio
¿Qué hace Lumen Orbit que sea tan atractivo? Esencialmente, la empresa quiere poner en órbita centros de datos en el espacio.
Sus defensores la promocionan como parte de la "nueva economía espacial", en la que empresas y naciones están experimentando con la idea de ubicar centros de datos más allá de la atmósfera terrestre. Por ejemplo, un plan de la eurozona llamado ASCEND (Advanced Space Cloud for European Net zero Emission and Data sovereignty) es descrito así por recursos internos:
"ASCEND es un estudio de viabilidad dirigido por Thales Alenia Space, para la Comisión Europea como parte de los programas Horizon Europe. Los objetivos del estudio son demostrar la viabilidad técnica y los beneficios medioambientales de desplegar centros de datos de gran capacidad en el espacio".
Argumentos a favor del procesamiento espacial
Una de las razones por las que los innovadores quieren construir centros de datos en el espacio es para eliminar las preocupaciones sobre la cantidad de terreno y recursos de refrigeración necesarios para estos sistemas masivos. Dado que el espacio es infinito, los constructores no tienen que preocuparse por los bienes inmuebles, y debido a las bajas temperaturas en el espacio profundo, no tienen que preocuparse por el uso de millones de galones de agua para enfriar el hardware mientras funciona.
Esencialmente, los centros de satélites utilizarían energía solar para funcionar, y la energía sobrante podría almacenarse en baterías para los momentos en los que el acceso al sol se vea comprometido.
Parece que los científicos hicieron números, y algunos de estos diseños permitirán obtener la energía necesaria para enviar los datos del satélite a la Tierra, así como todo lo necesario para las operaciones informáticas.
Almacenamientos espaciales de datos
¿Qué hay construido ahí arriba? ¿Tenemos ya centros de datos en el espacio o se trata de un cambio radical? Existen algunos proyectos emblemáticos que ilustran lo que es posible: por ejemplo, la instalación Stacked Miniaturized and Radiation Tolerant Intelligent Electronics (SMARTIE) proporciona un alto rendimiento mediante el uso de "baldosas" informáticas, cada una de las cuales ofrece más de 300 Gflops de potencia de cálculo.
Estos satélites también se encargan de tareas relacionadas con la inteligencia artificial. En gran medida, procesan datos de sensores e instrumentos. Su interior es un ordenador de placa única RAD750 endurecido contra la radiación desarrollado por BAE Systems. Su diseño, entre otros, demuestran los primeros pasos en construcciones espaciales para el almacenamiento de datos.
El precio de los centros de datos espaciales
Esencialmente, la menor necesidad de recursos en las operaciones de los satélites espaciales se traducirá en menores costos, según algunas de las personas que están dentro. "En lugar de pagar 140 millones de dólares por electricidad, se pueden pagar 10 millones por un lanzamiento y energía solar", dijo el cofundador de Lumen Orbit, Philipp Johnston, de Harvard y Columbia.
Los tres fundadores cuentan con una impresionante experiencia empresarial y académica: el director de Tecnología, Ezra Fielden trabajó en Airbus y contribuyó a la investigación de la NASA. Adi Oltean fue ingeniero principal de software en SpaceX, trabajando en Starlink.
En entrevistas, Johnson y Fielden hablaron de cómo su trabajo llevó a la idea de utilizar el espacio exterior de esta manera, para poner algunas de nuestras grandes operaciones informáticas más cerca del sol.
Puede parecer un concepto de ciencia ficción, pero los centros de datos en el espacio tienen mucho sentido por algunas razones de peso. A medida que avanzamos en estos tiempos dinámicos, intentamos averiguar qué es lo mejor para el diseño del hardware. Si podemos mejorar algunas operaciones, es probable que se haga, incluso si eso significa enviar nuestro hardware de inteligencia artificial de alta potencia al espacio. Debemos estar atentos para observar los nuevos avances de interés, y de dólares.
Nota publicada en Forbes US.