1. Su tiempo vale más que su dinero
No es ningún secreto que todo empleado odia que su jefe le haga quedarse en la oficina hasta las tantas o le bombardee con emails y llamadas por las noches o durante los fines de semana. Pero cuando hablamos de empleados millennials, el respeto por su tiempo libre debe ir un paso más allá.
2. Necesitan saber qué pasa con la compañía
Ningún millennial se dejará la piel ni se comprometerá al 100% con una compañía si siente que ésta no confía en él o no está seguro de qué será de ella en los próximos seis meses. La mejor forma de retener el talento y asegurarse de que lo da todo en el trabajo es lograr que los empleados se sientan parte de algo, y para ello el primer paso es ser transparente e informarles o incluso consultarles las decisiones más importantes de la empresa.
3. Quieren aprender algo
Atrás quedaron los días en que uno salía de la facultad, empezaba a trabajar en una empresa y no abandonaba su puesto hasta la fiesta de jubilación. ¿Cómo retener a este talento escurridizo? Lo primero y principal es asegurarse de que aprenden cosas nuevas. Esto es algo bueno tanto para los empleados como la propia compañía, que contará con trabajadores cada vez más formado y con capacidades más amplias.
4. No se sienten identificados con el concepto de oficina tradicional
Si no quieres que tus empleados millennials se desinflen como globos de helio al mes y medio de empezar a trabajar, ya puedes ir eliminando los cubículos y los despachos cerrados. Piensa en mesas grandes y espacios abiertos que den impulso a la innovación, transparencia, comunicación e interacción.
Debes tomar en cuenta que su idea de empresa perfecta sea probablemente Google o Apple, cuyas oficinas cuentan con minigolf, metegol y sala de siestas. Al menos, derribar paredes es lo más barato en una reforma.
5. La clave es un elogio y un aumento
Muy a menudo los empresarios están convencidos de que sus equipos siempre lo darán todo en el trabajo para lograr el éxito. Y lo cierto es que muchos lo hacen? al principio. Pero si tus empleados millennial trabajan duro y ven cómo su compromiso y sacrificio no son agradecidos ni recompensados, pasarán a enarbolar la bandera del mínimo esfuerzo. ¿Cuál debe ser tu respuesta? Dos palabras clave: un elogio y un aumento. Es lo que merecen los mejores talentos.
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*Nota publicada en Forbes España
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