En 2022, la producción de arroz fue un 16% menor que en 2021, según datos de Claves Información Competitiva. Sin embargo, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la pandemia incrementó el consumo interno, que aumentó 3 kilos per cápita.
Con mirada global
Aunque está fuertemente ligado a la cultura oriental, el arroz tiene buena presencia en América Latina y en la Argentina en particular. De hecho, la región es la segunda en materia de producción, con un 5% de la torta. El cultivo en el país, lejos de tener un rol protagónico, tiene mucha presencia en la provincia de Corrientes (considerada la meca arrocera a nivel nacional), Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y Formosa.
La producción local está dirigida principalmente al mercado internacional. En 2022, la sequía, los incendios y la suba de los costos productivos afectó el volumen cosechado, según un informe de Claves Información Competitiva. Se proyecta una recuperación del volumen cosechado para 2023. La producción de arroz creció entre 2019 y 2021 impulsada por una mejora de los precios a nivel internacional de los arroces en general.
En 2022, la producción fue un 16% menor que en 2021. Esta merma se debe a una sequía prolongada y la baja de los espejos y vías de agua que trajo dificultades para el riego. Un tema que atraviesa al sector primario es el incremento de costos y un atraso en el precio que recibió el productor en 2021 que deja afuera del negocio a varios productores que no logran rentabilidad y no tienen asistencia financiera adecuada a sus necesidades, destaca el informe de Claves Información Competitiva sobre el sector.
Espacio para crecer
La superficie sembrada con arroz supera las 200.000 hectáreas en la actual campaña 2022/23. De acuerdo con Claves, los costos internos en constante alta, las sequías y un estancamiento de los precios locales del arroz con cáscara son las razones para que el cultivo no exprese mayores superficies.
En la Argentina, el consumo de arroz es uno de los más bajos de la región: oscila en torno a los 10 kilos por persona cada año, es decir, un volumen inferior a las 500.000 toneladas es más que suficiente para satisfacer la demanda local. Así, la exportación es el verdadero negocio de los productores, que representa ingresos de más US$ 300 millones por año.
Adecoagro es el principal player en el mundo del arroz, con un estimado de 50.000 hectáreas. También pisa fuerte Dos Hermanos -que tiene una fuerte presencia de su marca en las góndolas de los supermercados-, perteneciente a la Familia Agosti.
De acuerdo con datos de Claves, en el mercado interno el precio del arroz blanco sigue el ritmo de otros alimentos. El clima del negocio no es el más aceptable, dado que el contexto de los costos en incremento constante y los ingresos por el arroz no llegan a compensar la inversión. Este escenario no es nuevo, y año tras año hay varios productores de baja escala que dejan el sector, destaca el informe.