La pandemia del Covid-19 impactó de manera dispar en la economía. Mientras que algunas industrias se vieron fuertemente golpeadas por el aislamiento obligatorio, otros segmentos registraron un boom en su demanda ante los nuevos hábitos generados por el coronavirus.
En ese marco, la industria aseguradora también exhibió una performance heterogénea en el último año, y en gran medida esta tendencia se replica en este 2022. Incluso, algunos especialistas sostienen que recién este año se perciben las consecuencias de la pandemia, ya que en 2020 y 2021 muchas economías mantuvieron subsidios y financiamiento para sostener su operación. En paralelo, al ser un negocio atado a las expectativas, la necesidad de dejar atrás al Covid-19 impulsó la demanda de algunas coberturas y pólizas nuevamente.
Gastón Schisano, gerente general de BBVA Seguros, considera que en este 2022 se registró una actividad comercial con mucha rotación de cartera y bajas de clientes. “Ante esta situación económica, con salarios que corren atrás de la inflación y los ajustes que debemos hacer para que la suma asegurada sea acorde, el cliente empieza a priorizar otros gastos”, sintetiza. En el medio, el ejecutivo critica la estrategia comercial de algunas firmas que optaron por ofrecer fuertes descuentos o congelamientos de precios para mantener la cartera. “Hay aseguradoras que van a tarifas ridículas y se complica la competencia”, opina.
Según él, en el portfolio de individuos se nota más este impacto, ya que las pymes comenzaron a recuperarse. “Cambió el mix de clientes, las empresas están más activas y las personas no tanto. La actividad privada se está recuperando y viene creciendo, los empleadores están tomando gente”, grafica. Y en ese sentido Schisano detalla que los ramos que registraron mayores bajas fueron los de Combinado Familiar y Riesgos Varios.
La compañía, a diferencia de otras aseguradoras asociadas a grupos financieros, tiene todo tipo de clientes, no solo aquellos pertenecientes al BBVA. De todas maneras, los usuarios del banco representan el 63% de la cartera y esa porción muestra una mayor fidelidad a la empresa. “La rotación del canal bancario es menor que en el open market, pero todos tenemos un nivel alto de movilidad de clientes”, sentencia Schisano.
Carolina Otero, CEO de Allianz, coincide en que en la última parte de 2021 y esta mitad de 2022 se comenzó a ver una recuperación en la cotización y cierre de ventas en Automóviles, pero también en la compra de coberturas con mayor protección. “Lanzamos una cobertura para Automóviles Todo Riesgo que entendemos se adecúa a la realidad de nuestro país”, explica Otero, ya que la franquicia se ajusta de manera anual en función de la suma asegurada, pero, en paralelo, se mantiene un monto fijo y claro aplicable ante un siniestro de daño parcial.
Para profundizar en los segmentos que se recuperaron, Otero también menciona a los seguros de Comercio, gracias a la vuelta a la normalidad. “Una sección donde seguimos teniendo un crecimiento sostenido con muy buenos resultados es en Agro. También han performado muy bien riesgos como Caución y Seguro Técnico, secciones que han mostrado dinamismo”, aclara.
En otro segmento, Flavio Dogliolo, gerente general de Galicia Seguros, explica que la compañía –que tiene una estrategia de negocio 100% vinculada a la banca seguros– cerró con un total de 887.007 pólizas vendidas. “Como proyecciones para este año tenemos previsto crecer un 21% en Hogar, ramo en el que somos líderes del mercado, y un 59% en Integral de Comercio”, adelanta.
Alejandro Simón, CEO del grupo Sancor Seguros, expresa que “a pesar del contexto complejo”, la compañía logró mantener la tendencia creciente en materia de pólizas vigentes y concluir 2021 con una cifra cercana a los 3 millones. “En el transcurso del año pasado y a comienzos de 2022 hemos observado distintas velocidades de recuperación con relación a los niveles de actividad prepandemia. Las actividades que tuvieron una reacción más rápida son la construcción, las industrias vinculadas al agro y los laboratorios farmacéuticos”, enumera.
¿Conciencia post pandemia?
En la industria aseguradora, las proyecciones durante 2021 eran positivas en cuanto a generar una mayor conciencia sobre los riesgos, sobre todo en ramos como el de Vida, Caución y Crédito. Sin embargo, muchos hábitos volvieron a los niveles prepandemia, y la deuda de ampliar la torta en la Argentina sigue vigente.
“Hay muchas ganas de dar vuelta la página en la economía y también a nivel personal”, analiza Juan Martín Devoto, gerente general de Insur, compañía especializada en seguros de crédito y caución. Como una empresa orientada al B2B, el interés por los productos del grupo tuvo distintas etapas a lo largo de los últimos años. “El agro sigue siendo un rubro con una actividad normal. En tanto, este año se disparó el turismo, el sector gastronómico, todo lo que está relacionado con el ocio y las experiencias”, enumera Devoto para hablar de la recuperación económica.
Asimismo, la menor siniestralidad favoreció al mercado asegurador en este tipo de ramos. Ahora, de cara a 2022, los siniestros volvieron a niveles prepandemia, por lo que en el segmento de crédito Devoto afirma que las proyecciones no son buenas. Además, el ejecutivo hace referencia a la escasa conciencia aseguradora que existe en la Argentina para este tipo de coberturas.
Mauricio Zanatta, CEO de Prudential, destaca que la compañía terminó 2021 con una participación del 4,62% en el mercado de seguros de personas, destacándose en el rubro Vida Individual, con un 14,53%. “A fin de 2021, contábamos con un stock total de pólizas de 42.602 en nuestra unidad de Vida Individual y 2.609 en Vida Colectivo, alcanzando un total de 1.182.619 vidas protegidas en Argentina”, detalla el ejecutivo a la hora de hablar de la performance del grupo. Según él, los asegurados cambiaron la percepción del seguro de vida gracias al lanzamiento de Vitality, una de las últimas innovaciones de la empresa. “Vitality les permite a nuestros clientes tangibilizar el uso del seguro, que antes estaba asociado a un siniestro. Hoy esto permite, por un lado, mejorar sus indicadores vitales y, por el otro, obtener recompensas por eso”, expresa.
Ahora, para la segunda parte de 2022, el ejecutivo estima que las proyecciones se encuentran delimitadas por lo que suceda tanto en el orden macro como microeconómico que, por el momento, es inestable. “Las mejoras en los niveles de empleo registradas en los últimos meses nos permitirían avizorar una mejor performance de los seguros de vida obligatorios, pero la incertidumbre general golpea de lleno a los seguros de vida individuales, cuya demanda está atada a la economía en general”, dice Zanatta.
Asimismo, en esta era de nueva normalidad, el ejecutivo de Prudential cree que se mantiene el mayor interés por los productos de vida, a pesar de que el entorno económico no es el propicio para el desarrollo de este tipo de ramos. “Se debe trabajar para dotar a nuestro país de reglas de juego claras y estables, que favorezcan una baja consistente de la inflación y la creación de un clima de negocios orientado a la inversión”, concluye el ejecutivo, quien a su vez adelanta que la empresa está evaluando ampliar sus canales de distribución tanto para Vida Individual como para seguros masivos.
Irene Capusselli, gerente general de Orígenes Seguros de Retiro, informa que el primer semestre del ejercicio 2021-2022 arrojó un cumplimiento por sobre los objetivos del grupo de más del 30% del negocio colectivo, su segmento más fuerte. “Esto muestra que el segmento del Seguro de Retiro Colectivo se encuentra en un momento de gran demanda. La pandemia impulsó y forzó una nueva mirada de las empresas para con sus empleados, fortaleciendo la necesidad e importancia de buscar mejoras económicas y un mayor reconocimiento al trabajo de cada uno”, considera. Para este año, en la compañía apuestan por mantener el contacto directo con la cartera de clientes y a su vez complementarlo con una fuerte estrategia digital. “Las ramas de Seguros de Retiro, tanto Colectivo como Individual, han mostrado una muy buena performance estos últimos años, sin que la pandemia afectara nuestro crecimiento, sino que le dio un gran impulso dadas las nuevas necesidades enfrentadas”, sostiene Capusselli.
Por su parte, en el caso de Life Seguros, del mismo grupo, Juan Manuel Lladó, CEO de esta compañía, valora que en 2021 se logró un crecimiento del 69% frente al año anterior, con más de $ 3.500 millones de prima nueva anualizada. “Para 2022 se refuerza el crecimiento en prima que venimos registrando con el impacto de la fusión y del lanzamiento al mercado de la nueva marca Life”, anticipa el ejecutivo.
Digitalización asegurada
La irrupción de las insurtechs significó un antes y un después para los jugadores tradicionales. Y, en el medio, el Covid-19 y el aislamiento aceleraron una tendencia que se podría haber demorado, estiman, entre cinco y diez años más. Ahora, con pólizas digitales, emisiones 100% online y hasta inspecciones virtuales, en la industria aseguradora creen que la tecnología llegó para quedarse.
Es que la demanda de los usuarios va en ese sentido y la omnicanalidad es clave a la hora de ofrecer una cobertura. La atención, consideran, debe ser igual ya sea a través del canal online o de la mano de un productor asesor de seguros. La respuesta en caso de un siniestro también debe ser la misma. Y es ahí donde las compañías todavía encuentran trabas para desarrollar un mercado que sea completamente remoto. “La tecnología no dinamita las herramientas viejas, sino que las facilita. La industria aseguradora es de personas, pero ahora hay más herramientas para hacer más fácil ese acercamiento”, sostiene Devoto, de Insur, en un segmento en el que el contacto cara a cara todavía resulta fundamental.
En cambio, en los productos que apuntan a los individuos, las contrataciones virtuales aparecen como un gran atractivo por su conveniencia y practicidad. “La industria aseguradora viene más lenta que la financiera, pero ayudamos a los canales tradicionales para que la digitalización sea una socia”, explica Schisano, de BBVA Seguros, sobre cómo lograr que la implementación de las herramientas digitales sea orgánica.
“Uno de los grandes desafíos que tenemos por delante es continuar con un fuerte crecimiento en la oferta de productos a los que se acceda 100% online y en la que no solo la emisión sino toda la interacción con el cliente pueda hacerse de manera digital –adelanta Capusselli, de Orígenes–. La venta de seguros en directo a través de canales digitales y telefónicos son los que mejor performaron en 2021, apalancando la recuperación de la venta en sucursales que se vio afectada por el aislamiento obligatorio, y la posterior vuelta paulatina a la presencialidad en los trámites”, dice Lladó, de Life Seguros, como una muestra de los hábitos que adoptaron los usuarios.
Según Jonathan Rodríguez Brun, director general de Covery, la pandemia influyó desde varios aspectos en la digitalización de la industria aseguradora. Para él, en primer lugar aceleró la transformación que muchos jugadores estaban empezando a encarar de manera incipiente. Además, brindó skills para la fuerza comercial, que les permitió concretar nuevos negocios de la mano de canales digitales.
“Las aseguradoras tienen claro por dónde va la cosa. La cuestión (y no solo es particular a la actividad aseguradora) es el cuello de botella que se produce en el área de tecnología ante tantos pedidos de adaptación postpandemia más las consecuencias que dejó esta época de nueva normalidad”, estima Rodríguez Brun. En esa línea, las insurtechs tienen mucho para aportar, considera. “No solo desde el know how y el recorrido de una solución específica, sino la velocidad con las que las startups nos movemos, lo cual facilita mucho a las aseguradoras para transitar este camino más velozmente y a menor costo que si tuvieran que hacerlo ellas mismas”, opina el director de Covery sobre las ventajas de asociarse con este tipo de jugadores.
La inflación, el mayor riesgo
En 2021 la inflación, según datos del Indec, llegó al 50,9%. Y en este 2022 las consultoras privadas ya estiman que el IPC superará el 65%, de acuerdo con el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elaborado por el BCRA. Ante ese escenario, la caída de poder adquisitivo aceleró la baja de pólizas, y muchas empresas optaron por ofrecer descuentos y promociones que pusieron en jaque a la rentabilidad del sector asegurador.
Otero, de Allianz, reconoce que la alta inflación tiene impactos negativos en la sustentabilidad de la industria ya que según ella afecta, en primera instancia, el potencial de crecimiento y desarrollo de los rubros asegurados. “Mirando los resultados de la compañía, si bien la alta inflación y su volatilidad afectan el resultado técnico y su predictibilidad, nuestra política de inversiones (basada en la gestión de moneda y duración de activos y pasivos) nos permite mitigar el impacto a partir de una mayor rentabilidad en la cartera de inversiones”, aclara.
Simón, de Sancor Seguros, sostiene que la inflación continúa siendo uno de los temas más preocupantes en materia económica, pues provoca un aumento de costos que se traslada a los resultados de cualquier actividad y termina afectando la competitividad. “De más está decir que impacta de manera significativa sobre los diferentes componentes del costo siniestral, fundamentalmente en los vinculados a daños materiales del ramo automotor, donde la variable repuestos (que tiene un peso importante) se encuentra prácticamente dolarizada”, agrega.
Esto, según él, obliga a tener que revisar continuamente los cuadros tarifarios con la finalidad de compensar dichos aumentos y mantener la siniestralidad dentro de valores razonables, sin descuidar la calidad del servicio ante los asegurados. Por eso, en este contexto de incertidumbre, que resulta “poco saludable para la sustentabilidad de la industria”, Simón cree que las aseguradoras deben fijar tarifas técnicas suficientes que permitan garantizar la capacidad de respuesta al momento del siniestro.