La segunda ola de Covid-19 ya comenzó a impactar en los números de abril. El aumento de casos y la tensión del sistema sanitario obligó no sólo al Gobierno a tomar medidas, sino también a las empresas, que tuvieron que hacer un breve stop obligado para rever los procesos de producción. Toda esta coyuntura generó que la fabricación nacional de vehículos alcanzara en abril las 29.315 unidades, con una baja del 32,1% respecto de marzo.
Estos datos fueron entregados por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). En el acumulado del primer cuatrimestre, el rubro produjo 118.592 vehículos, es decir, un 79,7% más respecto de las 65.980 unidades del mismo período de 2020. Cabe destacar que abril de 2020 quedó en los registros como "el primer y único mes en que las empresas produjeron cero unidades"; ponderó ADEFA en el documento.
En lo que respecta a las ventas mayoristas, el sector comercializó a la red de concesionarios 29.876 unidades durante el mes pasado, con una merma de 7,7% respecto de marzo. A su vez, se dio un avance de 297,7% frente al nivel del mismo período del año pasado, cuando todo se paralizó por la pandemia.
El primer cuatrimestre dejó un saldo total de 116.214 unidades que se comercializaron a los concesionarios, es decir, un 46,5% por sobre las 79.352 unidades que se entregaron entre enero y abril de 2020.
Las terminales automotrices, por su parte, exportaron 15.848 vehículos en abril, lo cual representó una disminución de 29,2% en su comparación mensual, mientras que creció 564,2% respecto del escaso volumen registrado en abril 2020. A lo largo de los primeros cuatro meses, las terminales exportaron 65.221 unidades, un 51,3% más respecto de las 43.120 unidades de 2020.
"El sector venía registrando interesantes mejoras en la cadencia de producción, pero en abril se presentaron algunos inconvenientes que afectaron la actividad", consideró el presidente de ADEFA, Daniel Herrero.
Por otro lado, la entidad consideró también que "el comportamiento de abril se dio debido a que varias asociadas se vieron obligadas a reducir el ritmo de producción por la reorganización de los equipos de trabajo ante el incremento de los contagios de Covid-19 y por paradas para adecuar sus líneas de producción".
Paralelamente, Herrero afirmó que "algunas terminales debieran interrumpir sus actividades de manera involuntaria por conflictos ajenos al sector como el paro del puerto de Buenos Aires y el de transportistas en pasos fronterizos que impactaron en la logística de piezas y productos terminados durante el mes".
Herrero destacó la importancia de "continuar trabajando en conjunto con el Gobierno y el resto de la cadena de valor en la visión del sector al 2030 y el envío de los proyectos de ley al Congreso en las próximas semanas para continuar enfocados en el fortalecimiento del sector de cada a futuro".