Tras un período turbulento de contratiempos, que incluyó accidentes, una pandemia global, problemas en la cadena de suministro y una reciente huelga laboral, Boeing reactivó oficialmente la producción del 737 MAX. Aunque la recuperación será gradual, este paso es crucial para la industria de la aviación. ¿Por qué? Porque la flota global de aviones comerciales nunca fue tan antigua, y las aerolíneas enfrentan la presión de modernizarse.
Esto no solo entusiasma a los accionistas de Boeing, sino que también es un indicador positivo para toda la industria, que se perfila para un 2025 histórico. Con cifras récord de pasajeros previstas y aerolíneas optimistas sobre sus perspectivas financieras, los vientos son favorables.
Una flota envejecida en un contexto de demanda creciente
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la edad promedio de la flota mundial de aviones comerciales es ahora de 14,8 años, la más alta registrada. Comparado con el promedio histórico de 13,6 años, queda claro que las aerolíneas están operando aviones más antiguos por más tiempo. Estos aviones requieren más mantenimiento, combustible y reparaciones, lo que afecta las finanzas de las empresas.
¿El lado positivo? Esto representa una gran oportunidad para la entrega de nuevos aviones, y la reactivación de la producción de Boeing llega en un momento ideal. La IATA estima que se entregarán 1.254 nuevos aviones este año, con una proyección de 1.802 entregas en 2025, acercándose al récord de 1.813 aviones entregados en 2018.
El camino accidentado de Boeing hacia la recuperación
El regreso de Boeing a la plena producción no fue sencillo. Una reciente huelga de trabajadores paralizó operaciones durante más de 12 semanas. Además, los reguladores estadounidenses limitaron la producción a 38 aviones por mes tras un incidente en un vuelo de Alaska Air este año.
Sin embargo, Boeing demuestra resiliencia. Con la producción en marcha, analistas de Jefferies predicen un promedio de 29 entregas mensuales del 737 MAX en 2025. Aunque está por debajo del objetivo de 56 por mes, muestra un progreso sólido.
Los ejecutivos de aerolíneas están atentos. El CEO de Alaska Air, Ben Minicucci, reconoció que, aunque la recuperación de Boeing aún está en proceso, observa "una tendencia de mejora" bajo el nuevo liderazgo de la empresa.
Un voto de confianza multimillonario
Las aerolíneas también se muestran optimistas. Alaska, tras adquirir Hawaiian Airlines, anunció un programa de recompra de acciones por 1.000 millones de dólares y dio una sólida guía financiera. La aerolínea, una de las más destacadas de 2024 con un crecimiento del 64% en lo que va del año, espera ganancias ajustadas de al menos 5,75 dólares por acción en 2025, superando las estimaciones de Wall Street.
Otras aerolíneas también muestran confianza. American Airlines elevó sus expectativas de ganancias para los últimos meses de 2024 gracias a una alta demanda navideña, tarifas más altas y menores costos de combustible. Por su parte, Southwest Airlines mejoró su perspectiva de ingresos, destacando una demanda de viajes resiliente y cambios en su gestión de ingresos.
¿Ingresos récord en el horizonte?
De cara a 2025, la IATA proyecta ingresos totales para la industria superiores al billón de dólares por primera vez en la historia de la aviación. Se espera que el número de pasajeros alcance los 5.200 millones, un aumento del 6,7% respecto a 2024 y otro récord histórico.
Un estudio reciente de Bloomberg Intelligence reveló que el 36 % de los viajeros estadounidenses planean vacacionar en 2025, frente al 28 % del año anterior. Los hogares de altos ingresos lideran esta tendencia, con el 65 % de aquellos que ganan más de 150.000 dólares priorizando las vacaciones. Este es un segmento clave para las aerolíneas, ya que los viajeros premium generan una proporción significativa de sus ganancias.
Todo despega
La reactivación de la producción de Boeing señala que los problemas de oferta en la industria están siendo atendidos. Al mismo tiempo, la creciente demanda y las proyecciones récord para 2025 sugieren que las aerolíneas están al borde de una nueva era de rentabilidad.
Para inversores, viajeros y actores de la industria, el panorama es innegablemente prometedor. ¡El cielo es el límite!
Nota publicada por Forbes US