Grandes ejecutivos petroleros siguen preocupados por el futuro del commodity y de todas las industrias vinculadas a él. En esta ocasión, Amin Nasser, actual director ejecutivo de Saudí Aramco, remarcó que la situación es más difícil de lo que parece.
Hoy hay una capacidad disponible que es extremadamente baja, sentenció el ejecutivo detrás de la compañía más grande del mundo por capitalización bursátil. Si China se abre, la economía comienza a mejorar o la industria de la aviación comienza a pedir más combustible para aviones, erosionará esta capacidad adicional, agregó.
Por este motivo, Nasser advierte que los precios del petróleo podrían aumentar rápidamente, de nuevo: Cuando erosionas esa capacidad sobrante, el mundo debería estar preocupado. No habrá espacio para contratiempos, interrupciones, eventos imprevistos en cualquier parte del mundo.
Desde el máximo de marzo de este año hasta la actualidad, el precio promedio del petróleo cayó un 31% hasta los USD 89 por barril, aproximadamente. No obstante, aún se encuentra un 372% por encima del valor alcanzado en mayo de 2020.
Si Nasser está en lo correcto y efectivamente el mundo demandará más combustible, la cotización del crudo podría expandirse nuevamente y arrancar una feroz tendencia alcista, llevando al barril a récords históricos.
De todas formas, muchos analistas de Wall Street siguen confiando en que sucederá todo lo contrario: el petróleo se desplomará por la caída de la demanda como consecuencia de una profunda recesión global.
Bob Laccino, estratega jefe de mercado en Path Trading Partners, detalló que la tendencia de la materia prima va a ser débil, ya que la demanda caerá por un precipicio debido al desafiante contexto macroeconómico, aún cuando la OPEP+ se encuentra cortando la producción.
La organización reducirá su producción de petróleo en 2 millones de barriles por día, siendo el recorte más grande desde el comienzo de la pandemia en 2020. Para Laccino, se debe tanto al panorama petrolero mundial como a ciertas cuestiones políticas.
Esto parece una grieta en la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita, comentó, y agregó: Eso es muy desalentador en términos de lo que puede suceder con el panorama de la inflación en términos de las elecciones intermedias.
Se espera que la estrategia mantenga un piso en el precio del petróleo y tenga en cuenta las preocupaciones de la demanda sobre bloqueos intermitentes en China, así como los temores de desaceleración económica o recesión.
Es la OPEP la que controlará el precio. Pero si tenemos las recesiones globales que se pronostican, habrá una caída continua de la demanda porque este recorte en particular durará hasta diciembre de 2023, predijo el analista.